Aumentó la ventaja de De la Rúa
Ahora le lleva a Duhalde 12 puntos, contra los 4 de la medición de junio.

Entre lamentos por haber perdido la oportunidad de que el senador Carlos Reutemann fuera el candidato presidencial, dirigentes justicialistas de todo el país ven llover las encuestas que colocan a la fórmula de la oposición por lo menos diez puntos por arriba de Duhalde-Ortega.
Gallup, encuestadora oficial de este diario para las elecciones del 24 de octubre, ha elevado a doce puntos esa diferencia en un trabajo concluido el sábado último. A fines de junio establecía que la ventaja de la Alianza sobre el Partido Justicialista era de cuatro puntos.
En treinta días, Duhalde-Ortega perdieron cinco puntos y sus contrincantes ganaron tres. Así no habrá ballottage y, aunque lo hubiera, Gallup dice que los candidatos de la Alianza lograrían hoy el 49 por ciento de los votos contra el 35 por ciento de los del PJ (en junio, la relación era de 45 a 41 por ciento).
En situaciones como ésta, en que el primero consigue distanciarse claramente de su rival principal, éste corre el riesgo de afrontar más dificultades todavía. Un ejemplo clásico es en relación con ciertas intenciones de voto que, habiéndose perfilado inicialmente en su favor por adjudicársele posibilidades de triunfo, terminan por premiar a otros candidatos más rezagados, pero que interpretaron siempre mejor la sensibilidad o intereses del votante. Algo de esto se observa ya, porque la candidatura presidencial del ex ministro Domingo Cavallo ha subido tres puntos el último mes (del 5 al 8 por ciento).
Al faltar menos de ochenta días para la contienda electoral, el tema central ha pasado a ser si el gobernador Duhalde dispondrá del tiempo, la voluntad, la inspiración y los medios para dar vuelta todo lo necesario una campaña que le está siendo más adversa de lo que cualquiera podría haber imaginado.
La contramarcha del gobernador en la espinosa cuestión de la policía y la seguridad en la provincia de Buenos Aires es precisamente una novedad del tipo que venían reclamando sus asesores con el fin de modificar las expectativas públicas en medio de su alicaída campaña electoral.
Nadie se engaña alrededor de Duhalde en cuanto a que también hay que pagar precio por la reorientación de una campaña. León Arslanian, el ministro renunciante de Seguridad, ha pasado la primera factura, dejando al desnudo al candidato a gobernador Carlos Ruckauf -el primero en urgir el empleo de mano más dura con la delincuencia-, en la imputación de que no ha dado más que "un manotón de ahogado".
Al margen del tino que pudieron haber tenido o no sus declaraciones, Ruckauf había percibido correctamente la dirección de los vientos. El problema esencial de Duhalde no es preguntarse si su mensaje ha sido bueno o malo, sino si ha sido el que la sociedad argentina de estos tiempos estaba esperando.
Es interesante ver lo que sucesivas encuestas de Gallup dicen al respecto.
Una batería de preguntas formuladas a los argentinos desde 1983 y que los han invitado a definirse dentro de algún punto del espectro político, adjudicándole a la izquierda un cero -simbólico, naturalmente- y un diez no menos simbólico a la derecha, arroja como saldo el lento pero gradual corrimiento de la sociedad hacia la derecha. En 1983, el promedio ciudadano estaba en el punto 5,3 del dial; en 1990, en el 5,5; en 1995, en el 5,7 y, en 1999, en el 6,1.
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El candidato presidencial del justicialismo ha descalificado públicamente las encuestas, según es habitual en estos casos. Pero la gente ha decidido tomarlas en consideración.
Hasta aquí, la mayoría de los encuestados en sucesivos sondeos decía que votaría por la oposición, aunque simultáneamente expresaba el presentimiento de que el partido del gobierno se alzaría con la victoria.
La gente ha cambiado de opinión, como si pesaran más las evidencias inmediatas que la memoria.
Por lo tanto, se ha producido una ruptura con lo ocurrido durante la campaña electoral de 1983, en la que las encuestas favorecieron invariablemente al radicalismo, a pesar de que la mayoría no imaginaba sino el triunfo del justicialismo. Hay coincidencia en que esto sucedía por la costumbre inveterada de asistir a triunfos justicialistas, con un invicto que el partido fundado por Perón sólo perdió en los comicios que dieron al doctor Raúl Alfonsín la presidencia.
Otro tanto se venía produciendo en la campaña en curso hasta esta última medición, en que Gallup ha dicho lo contrario: ahora, el 38 por ciento de la opinión pública piensa que la Alianza ganará las elecciones, contra el 36 por ciento que cree en mayores posibilidades del PJ. Sólo un mes atrás, las expectativas eran favorables a esta última fuerza (46 a 32 por ciento).
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Cuando el domingo próximo, por la noche, los justicialistas celebren lo que promete ser un triunfo arrollador en Santa Fe de su candidato, Carlos Reutemann, alguien tendrá, llevado por la euforia, la tentación de calificar esa jornada como punto de inflexión en la caída de las expectativas presidenciales del partido.
Sin embargo, el acontecimiento también será un motivo para robustecer la impresión de que, de no haber sido por los desbordes reeleccionistas del menemismo, finalmente contenidos, pero que dilapidaron tiempo y acabaron con la paciencia de Reutemann, éste hubiera optado por una competencia presidencial en lugar de ceñir sus aspiraciones políticas inmediatas a la provincia de Santa Fe.
La pelea que no será entre De la Rúa y Reutemann, y que nadie en la primera fila del justicialismo se atreve a esta altura a plantear, a pesar de las ansias contenidas de hacerlo, posterga para el futuro la resolución de una incógnita: cómo habría sido la campaña si, en lugar de Duhalde, el Partido Justicialista se hubiera presentado con el candidato de perfil más afín al que nuclea las esperanzas de la oposición.
Cuestiones tan insondables, como las emociones populares, vuelven a sorprender en esta última encuesta de Gallup.
Después de su accidente, el doctor Alfonsín ha crecido persistentemente en la estimación pública: ahora, está en el segundo lugar, después de De la Rúa, pero precediendo a Duhalde.