Aumentó la demanda de alimentos y el Gobierno refuerza la asistencia
Las organizaciones que trabajan en comedores y merenderos dicen que los pedidos crecieron en los últimos meses; Desarrollo Social subió 50% las raciones
Los efectos de la última fase de la crisis económica, que se agravó con la devaluación post-PASO, empezaron a sentirse en los sectores más vulnerables. La demanda de alimentos aumentó significativamente en las zonas más pobres y motivó una reacción decidida del Ministerio de Desarrollo Social, que reasignó partidas para elevar un 50% el monto de las raciones que envía a comedores y merenderos, y otorgar más recursos a los planes de asistencia.
La mayor demanda de comida fue reportada por las propias organizaciones, que en las últimas semanas reclamaron la declaración de la emergencia alimentaria. Allí se agrupan la Iglesia, los movimientos sociales, la CGT e intendentes peronistas, entre otros. Todos revelan un escenario con comedores sobrepasados y con una demanda de sectores medios bajos que, en general, antes no concurrían.
El Gobierno busca atenuar los efectos del recrudecimiento de la crisis económica de las últimas semanas, por lo que también analiza la posibilidad de habilitar una renegociación de paritarias salariales entre cámaras empresariales y gremios del sector privado, y el otorgamiento de un bono no remunerativo.
Según informaron fuentes de Desarrollo Social, el programa de espacios de primera infancia, donde los niños menores de 4 años desayunan y almuerzan, recibió una suba del 45 por ciento. Apuntan a que las medidas se complementen con las ya anunciadas por el presidente Mauricio Macri, entre las que se encuentran la quita del IVA a varios alimentos básicos, y los refuerzos de la AUH de 1000 pesos por niño, que se otorgarán este mes y el próximo.
Estos aumentos corresponden a una creciente demanda en los comedores y merenderos de las zonas más vulnerables del conurbano bonaerense.
Aunque la cantidad de asistentes a comedores ya viene creciendo desde el año pasado, en el último mes se profundizó aún más, como resultado de la devaluación y el consecuente salto en los precios de productos básicos.
La ley de emergencia social, sancionada en 2016 y vigente hasta fines de este año, incluye un artículo dedicado a la emergencia alimentaria, que permite reasignar partidas y adquirir alimentos bajo un esquema especial de "compra urgente", que evita los largos plazos de las licitaciones. Fuentes de la cartera que encabeza la ministra Carolina Stanley confirmaron a LA NACION que "aumentó un 50% el monto de las raciones de comedores y merenderos".
Indicaron, además, que hubo una mayor cantidad de compras de alimentos a granel y que en los comedores con más demanda creció el número de raciones.
Ayer, el obispo de Quilmes y presidente de Cáritas, Carlos Tissera, advirtió que "las partidas no alcanzan" y que la situación es muy crítica. Dijo que en los comedores de su diócesis atienden a 6000 chicos y que el Gobierno aporta 4000 becas de $27 por día. "En 2015 alimentábamos a casi la misma cantidad de niños. Ahora, desde el año pasado, vienen padres de familia y jubilados. Eso sí es nuevo", dijo el obispo, que hoy participará de la colecta Más por Menos, que la Iglesia realiza en todo el país para ayudar a los más necesitados.
Comedores sobrepasados
Luis Gómez trabaja en un comedor desde hace seis años, en el Barrio Loyola, del partido bonaerense de San Martín. Hoy el comedor de Luis también se convirtió en merendero. "La situación nos ha sobrepasado. Tengo 60 chicos, que es lo que nos permite el espacio. Pero vienen casi 100 con sus familias y no sabemos qué hacer. Todos los días vienen más de 150 personas a pedirme comida, para ver si tengo unos fideos, arroz, un paquete de yerba. Este año también han venido muchos jubilados al comedor. Es muy doloroso", explicó.
La situación se replica en otros barrios. Mirta Ortega es la fundadora del comedor Gargantitas, ubicado en Barracas. "En el comedor vemos muchísima más gente que viene a pedir ayuda. Piden trabajar acá por un plato de comida. Somos más de 900 personas que comemos en el comedor. No tenemos qué poner en la olla si llegamos a darle un paquete de arroz o fideos en la semana a la gente que nos pide. Es triste que vengan a pedirte un plato de comida y no tener para darles", afirmó.
También en Marcos Paz se da un panorama similar. "Durante un tiempo no hubo mucha demanda, no había muchos chicos. En los últimos dos años se complicó mucho la situación. Viene gente de clase media, que tiene casa y todo, pero se quedaron sin trabajo y no tienen para comer. Muchos sienten vergüenza", agregó Lidia Giagnoni, que tiene un comedor en el barrio La Trocha.
"Empezaron a venir los que no pueden pagar el alquiler o los que no llegan pese a que trabajan. Con mucho gusto los ayudo, para que no sientan que llegan a la miseria", explicó Amalia Bazán, que hace 20 años fundó el comedor Corazones Abiertos, en José León Suárez.
"A los comedores va más gente. Y también familias enteras. En San Martín hubo casi 150 merenderos que ahora se convirtieron en comedores, brindando almuerzo y cena. El otro dato cualitativo es que van adultos mayores solos", completó Gabriel Katopodis, intendente de San Martín.
Como muchos de los comedores con mayor demanda se sitúan en la provincia de Buenos Aires, también la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tomó medidas para aliviar la crisis. Se darán aumentos del 10% en el Servicio Alimentario Escolar este mes y el próximo, alcanzando un valor de aporte por chico de 33 pesos para el almuerzo. También se otorgará una suba del 15% a la Unidad de Desarrollo Infantil, que brinda becas para chicos que asisten a comedores comunitarios.
Al mismo tiempo, en el Congreso se realizará una sesión especial la semana próxima para tratar la ley de emergencia alimentaria. Un sector del peronismo kirchnerista buscará impulsarla, frente a otro sector que aún tiene sus reparos. Aún es incierto si lograrán sancionar la medida. En principio, el oficialismo participará de la sesión. Todavía no hay un proyecto unificado que contemple los 5 que hay en Diputados.
"Los distintos proyectos tienen algunos puntos claves en común. Uno es reasignar partidas de otras áreas para comedores y merenderos. También permite acelerar las licitaciones para comprar alimentos", explicó a LA NACION Daniel Arroyo, autor de uno de los proyectos de ley.