Astiz fue agredido en una confitería

(DyN).- El capitán Alfredo Astiz, condenado en Francia por el crimen de dos monjas, fue escupido e insultado por decenas de personas en una confitería bailable de la ciudad entrerriana de Gualeguay y luego fue obligado a retirarse por los propietarios del local.

El hecho ocurrió durante la madrugada de anteayer en la confitería Xangó, adonde Astiz había llegado acompañado por un conocido propietario de campos de la zona, Luciano Reyes, quien sería amigo suyo.

Uno de los dueños del local, Orlando Caraccini, dijo que "en un momento una joven de 17 años que concurre habitualmente lo reconoció, se le acercó y lo increpó".

El altercado con la joven terminó cuando ésta lo escupió en la cara, sin que Astiz tuviera reacción alguna.

De inmediato, cerca de un centenar de personas se arremolinó en torno del marino y comenzó a insultarlo gritándole "asesino", "torturador" e "hijo de p...", agregó el propietario.

Añadió que "entonces nos acercamos a la mesa y el personal de seguridad evitó que un grupo de muchachos, que estaba enfurecido, lo golpeara; allí le pedimos que se fuera y lo hizo sin decir ni una palabra".

Carracini admitió que "cometimos un error" al permitir el ingreso del controvertido marino y aseguró que "si la gente de seguridad lo hubiese reconocido no habría entrado".

Trascendió que Astiz llegó hace varios días a la zona y que se habría alojado en el establecimiento de campo de Reyes, quien es hijo de un conocido militar entrerriano ya fallecido y de activa participación en el último gobierno militar.

No es el primer acto de sanción social ya que anterioremnte Astiz había recibido una trompada en Bariloche y luego dos jóvenes lo golpearon mientras conducía su automóvil en la zona bonaerense.

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