Así piensa uno de los teóricos de economía que Javier Milei más admira
Jesús Huerta de Soto afirmó que “la democracia se ha convertido en un sistema perverso” y que “ningún político debería poder ejercer la función pública sin antes estudiar a la Escuela Austríaca”; pidió “un mundo anarcocapitalista” y llamó a abolir todo el Estado, incluso a la Justicia
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“Ningún líder político, parlamentario, embajador o alto funcionario de ningún ministerio tendría que estar autorizado a realizar su labor sin conocer previamente la teoría básica de la economía, la libertad y la ética que enseña la Escuela Austriaca”, lanzó el economista español Jesús Huerta de Soto en el discurso inaugural de la entrega del premio del Instituto Juan de Mariana 2024 al presidente Javier Milei. El especialista es uno de los principales referentes teóricos del mandatario, a quien incluso citó en su discurso de asunción el 10 de diciembre del año pasado.
Huerta de Soto, luego, afirmó que “la democracia se ha convertido en un sistema perverso que se basa en la mentira y en la compra de votos con dinero robado mediante impuestos”. Pero el titular del Ejecutivo argentino plantea algo distinto, según consideró: “Javier Milei ha demostrado que es posible decir siempre la verdad y explicar la dura verdad a los ciudadanos y que, aun así, que estos te voten y apoyen masivamente las ideas de la libertad”.
Para el teórico español, “todos aquellos que busquen convertirse en el tan ansiado Milei de cada país ya saben cuál es la hoja de ruta y lo que tienen que hacer: seguir al pie de la letra el modelo de Milei”. Huerta de Soto no ahondó en decisiones que, al menos a los ojos de la Escuela Austríaca podrían ser difíciles de justificar, como la suba del impuesto PAIS dispuesta por el Gobierno al inicio de la gestión, el intento de aumentar las retenciones en la primera Ley Bases o el incremento en el Impuesto a las Ganancias que el Ejecutivo pretende que sea aprobado por el Congreso.
En ese sentido, se limitó a decir que, “al margen de los sinuosos e inevitables condicionamientos de la pequeña política del cada día, Milei nunca perderá el norte ni cesará en su empeño por impulsar cada vez más la libertad”.
“Javier Milei se ha convertido en un modelo para todos y en especial para los más jóvenes”, se entusiasmó Huerta de Soto y habló de que las ideas contrarias a las que defiende la Escuela Austríaca se deben a una condición médica: “Frente al virus más letal del estatismo que infecta el alma humana, Javier Milei tiene el mérito extraordinario de haber popularizado como nadie las ideas de la libertad. Literalmente enseñando teoría económica a miles y miles de personas en calles y plazas. Y a través de los medios de comunicación demoliendo intelectual y moralmente las ideas estatistas que hasta ahora amenazaban, como él dice, a las personas de bien”.
“Especialmente Javier Milei es un modelo para los más jóvenes que aún no se han contaminado del todo ni enganchado a esa droga que es el estatismo”, continuó Huerta de Soto y remarcó que “esos jóvenes que a poco que estudian y siguen las ideas de la economía austríaca enseguida se convierten en los más ardientes defensores de la libertad y en los más acérrimos enemigos de la violencia y coacción sistemática que encarga el Estado”.
El teórico español consideró que “en la lucha secular entre el bien, representado por la libertad, la vida y la propiedad; y el mal, encarnado en la violencia y coacción del Estado, hoy podemos decir que el estatismo está herido de muerte intelectual, moral e históricamente”. Huerta de Soto, quien se graduó como economista y abogado en la Universidad Complutense de Madrid y que actualmente es catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos, ambas instituciones educativas estatales, subrayó: “Es nuestra misión en este siglo darle la puntilla definitiva al Estado”.
La “puntilla”, es decir, la estocada o remate final al Estado está cada vez más cerca debido a figuras como el mandatario argentino, según valoró: “Gracias a Javier Milei y a los que sin ninguna duda alguna vendrán detrás de él, el futuro es nuestro, es decir, de los que amamos y creemos en la libertad. No es extraño que hoy estén en un verdadero estado de shock, aterrorizados y a la defensiva los políticos y estatistas de todo pelaje. O como diría Javier Milei ‘el zurderío mundial’, aunque yo añadiría, parafraseando a Hayek, el zurderío de todos los partidos, sean de izquierdas o de derechas”.
El profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, por otra parte, afirmó que “Javier Milei es un modelo de generosidad”. Y explicó: “No sólo de generosidad con sus antiguos adversarios, provengan de donde provengan, si es que con franqueza y lealtad al final tienen el coraje moral y la honestidad intelectual para dar el paso de reconocer sus errores, convertirse y abrazar el ideal de la libertad”.
A continuación se puso a él mismo como ejemplo de una persona que llegó a la conclusión de que también era anarcocapitalista. “Yo no lo sabía, pero escuchando a Milei ahora me doy cuenta de lo que yo siempre he sido o he querido ser es anarcocapitalista”, dijo y retomó: “Pero generosidad sobre todo intelectual porque Javier Milei nunca se ha endiosado ni deja de citar en cualquier oportunidad que tiene a sus grandes mentores, incluyendo aquellos que como yo que no merecemos que se nos ponga al lado de gigantes como [Ludwig von] Mises, [Friedrich] Hayek, [Murray] Rothbard, [Israel] Kirzner o [Hans-Hermann] Hoppe. Tengo, por tanto, la obligación personal moral ineludible de agradecer a este hombre su generosidad intelectual y toda la felicidad que me ha dado”.
A modo de agradecimiento recurrió a un artista cubano, según contó. “Aquí afortunadamente ha venido en mi ayuda el artista cubano Richard Somonte, que llegó a Madrid huyendo del socialismo y que se ha especializado en retratos ciclópeos de grandes personajes, especialmente de toreros como Juan Belmonte. Somonte me sugirió la idea de culminar un gran retrato de este verdadero matador de toros o torero de la política del siglo XXI que es Javier Milei. En este caso, obviamente el toro al que iría de matar es sin duda alguna el Estado”, señaló. Huerta de Soto comentó que le regalarían la obra al culminar el evento: “El retrato lo tenemos hoy aquí para regalárselo en este acto y con la dedicatoria cuando termine de hablar. La dedicatoria dice así: ‘Al titán de la libertad, el presidente Javier Milei, de su profesor Jesús Huerta de Soto’”.
El economista quiso finalizar su discurso con una cita de una destacada figura de Estados Unidos, asesinada en 1968. “Termino parafraseando a Martin Luther King con su I have a dream. Yo tengo un sueño. Sueño con el día en que el Estado haya sido por fin desmantelado y solo sea recordado como una oscura y tenebrosa reliquia histórica”, afirmó.
“Sueño con un mundo en el que esa gran mentira que es el Estado del bienestar haya sido sustituido por el verdadero bienestar sin Estado, especialmente para los más necesitados y vulnerables. En el que la coactiva y prostituida justicia social haya sido sustituida por la prosperidad sin límite del libre mercado y por la solidaridad humana voluntaria basada en el amor que solo es verdadero si es libre, pero no si se impone con la coacción y la violencia”, continuó.
Huerta de Soto apuntó, además, contra todos los servicios públicos y también contra el Poder Judicial: “Sueño con un mundo voluntario, autorregulado y anarcocapitalista, sí, en el que todos los servicios públicos que hoy coactiva inmoral y malamente proporciona el Estado, incluyendo el de la Justicia. Ojo, Justicia con mayúsculas y sin apellidos. Sueño con que el orden público y la prevención y sanción de delitos sean sancionados de forma plenamente moral eficiente y privada. Sueño, en suma, con un mundo en el que el ser humano se libra por fin de las cadenas del estatismo y pueda optar por Dios, si así lo desea con total libertad”.
“Con Javier Milei, y gracias a las fuerzas del cielo que siempre nos acompañan, hoy la historia del futuro ha comenzado y mi sueño empieza a hacerse realidad”, expresó con emoción. “Termino con cuatro vítores”, anunció Huerta de Soto. “Viva la Escuela Austríaca de Economía; viva la gran Nación Argentina; viva su presidente, Javier Milei y, como no, viva la libertad, carajo”, culminó el teórico de la Escuela Austríaca que se fundió en un sentido abrazo con Milei apenas finalizado su discurso, ante un público que coreaba “presidente, presidente”, palpitando lo que iba a ser la alocución del mandatario argentino.
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