Ascensos militares: atribuyen a Victoria Villarruel la postergación de los pliegos de dos altos jefes de las Fuerzas Armadas
Los casos más salientes son los del general de brigada Jorge Fabián Berredo, cuya antigüedad supera a la del jefe del Ejército, general Carlos Alberto Presti, y el contraalmirante Juan Carlos Coré, a quien se vincula con una denuncia archivada sobre inteligencia contra empresas que trabajan en yacimientos de litio
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La exclusión de dos altos jefes de las Fuerzas Armadas de los ascensos militares propuestos por el Poder Ejecutivo, entre un total de seis oficiales marginados, sacó a la luz pública una disputa por la conducción castrense, a raíz de una decisión atribuida a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Fuentes del Senado, sin embargo, relativizaron las diferencias y explicaron que la demora responde a la necesidad de contar con más tiempo para estudiar los pliegos de los militares apartados de las listas.
Los principales militares afectados por la postergación de sus promociones son el comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Jorge Fabián Berredo, y el comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, contraalmirante Juan Carlos Coré, quienes integran los cuadros de conducción de las fuerzas. Ambos vieron frenados sus ascensos a los grados de general de división y vicealmirante, respectivamente, cuando sus nombres fueron quitados de la nómina de los 309 oficiales superiores propuestos para ser ascendidos al grado inmediato superior.
En el caso del contraalmirante Coré, la decisión de Villarruel se relaciona con una denuncia por la supuesta participación del jefe naval en actividades de inteligencia contra empresas que explotan el litio en la Argentina y Bolivia. Pero fuentes oficiales deslizaron que “el caso fue desestimado y que ya se lo comunicó a la vicepresidenta”.
Los ascensos en las Fuerzas Armadas, que llevaban un retraso de dos años, fueron aprobados la semana pasada en la Comisión de Acuerdos, en una reunión presidida por su titular, Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital).
En diálogo con LA NACION, el ministro de Defensa, Luis Petri, confirmó que Villarruel le anticipó que algunos efectivos quedarían excluidos de los ascensos que se iban a discutir el jueves pasado en la Comisión de Acuerdos y le restó importancia a la supuesta interna política entre la vicepresidenta y la Casa Rosada por los ascensos militares.
“Se puso el foco en los que no fueron tratados, pero nosotros preferimos destacar las más de 300 promociones que sí se trataron y nos parece una gran señal que el Senado se haya abocado, después de tanto tiempo, a los ascensos de las Fuerzas Armadas, algo que es imprescindible y que generaba malestar y problemas”, afirmó Petri. Y recordó que el kirchnerismo había congelado los pliegos militares durante sus dos últimos años de gestión.
Voceros ligados a Villarruel confirmaron que fue la vicepresidenta quien le pidió a la senadora Tagliaferri que separara a media docena de oficiales con la intención de analizar sus casos con mayor detenimiento.
En el caso del general Berredo, que con el cambio de gobierno retuvo su cargo de comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, se atribuyó la decisión de frenar su ascenso a que su antigüedad en el Ejército es mayor que la del actual jefe de la fuerza, general de división Carlos Alberto Presti.
Fuentes castrenses comentaron a LA NACION que en las últimas semanas hubo dos reuniones en el Senado con personal del Ejército, en las que se habría conversado sobre el tema.
También fueron frenados en el Ejército los ascensos de los generales de brigada Roberto Ariel Agüero y Aldo Daniel Ferrari, así como los coroneles Gustavo Adrián Sivori y Héctor César Tornero.
Fuentes del Senado indicaron que Villarruel pidió más tiempo para analizar y pedir mayores precisiones sobre algunas cuestiones en los otros casos del Ejército, como sumarios internos o denuncias, que tienen como protagonistas a los oficiales cuyos ascensos quedaron demorados.
Inteligencia naval y litio
Respecto del contraalmirante Coré, quien tiene a su cargo toda el área operativa de la Armada, se argumentó que se investiga si tiene responsabilidad en una propuesta que habría realizado una empresa alemana durante el gobierno anterior para “avanzar en un trabajo de campo sobre yacimientos de litio en Bolivia”, un producto considerado estratégico.
Se trata de una maniobra que habría sido advertida en la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa, pero que no habría sido ratificada en sede judicial.
Fuentes cercanas al marino Coré, que lleva 46 años en la Armada, dejaron trascender que no hay una denuncia pendiente en la Justicia y que en su momento las actuaciones fueron archivadas. Y recordaron que durante su paso por el área de inteligencia “sus escenarios eran el Océano Atlántico y la Antártida, a lo que en los últimos dos años sumó el escenario fluvial”.
“Aparentemente, la decisión de frenar los pliegos fue de la Vicepresidenta Villarruel. En la sesión de la Comisión de Acuerdo, que fue transmitida en el canal de YouTube del Senado, nunca se mencionó que se iban a separar algunos pliegos para ser tratados en otra oportunidad”, dijo a LA NACION una fuente naval.
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