Carlos Arslanian: "Es una barbaridad pensar que es una Corte customizada para Cristina Kirchner"
Carlos Arslanian es cuidadoso. No quiere ser malinterpretado ni irritar a nadie. Elegido junto a otras 10 personas para integrar la comisión de expertos que asesorará al presidente Alberto Fernández es una reforma en el funcionamiento de la Corte, señala que "es una barbaridad pensar que esta reforma" es para solucionar los problemas judiciales de Cristina Kirchner o armar una "Corte customizada" a medida de la vicepresidenta. Por el contrario –afirma- el número de miembros de la Corte no es el corazón de la reforma y si se aumenta "el único objetivo razonable es dividirla en salas".
El exministro de Justicia y exjuez del juicio a las Juntas Militares, aclara que estas ideas sobre la reforma son expresiones a título personal, solo para ilustrar sobre las características de su trabajo, y que ahora debe trabajar toda la comisión.
– ¿Hay una agenda del grupo de expertos?
–El cometido de la comisión de consulta es reflexionar sobre cuatro grandes módulos, que son los pilares del sistema de justicia: la Corte, el Consejo de la Magistratura, el Ministerio Público Fiscal y el juicio por jurados. No tenemos mayores precisiones sobre los puntos específicos, solo los grandes títulos.
– ¿Y cómo van a trabajar?
– Seguramente la primera tarea que tendrá la comisión es identificar los problemas en cada uno de estos módulos y cuál va a ser nuestro cometido. Y esto será producto de la conversación entre los 11 miembros.
– ¿Cuántos deberían ser la cantidad de miembros de la Corte?
– No es un tema prioritario, pero estará en la agenda porque forma parte del universo. Hay muchas cosas que preocupan porque la Corte viene sufriendo a causa de la cantidad extraordinaria que tiene que resolver y ha venido sufriendo el peso de esta materia judicial, que es excesiva. Eso hizo que se demoren bastante los trámites, más allá de lo deseables.
– ¿La idea es restringir el acceso a la Corte?
– Hay que hacer una reformulación del recurso extraordinario federal, establecer un mecanismo de admisibilidad previo al examen de procedencia, reformular el sistema de denegación in límine del recurso (certiorari) o establecer la obligatoriedad de la doctrina legal de la Corte. Cuando la corte dicta un fallo se aplica en un solo caso y no es obligatorio para todos, y eso explica los juicios de los jubilados y este tipo de demandas masivas.
–Pero el número de jueces es determinante…
– Es un tema para discutirlo, es de complejidad. es un cambio muy profundo. Si se aumenta el número de jueces de la Corte el único objetivo razonable es dividirla en salas. Ya conocemos la experiencia de Corte de 5, de 7 y de 9 miembros y la Corte ha funcionado cualquiera sea el número de integrantes. Para tener salas, debe haber más miembros. Pero lo dejaría para la discusión de la Comisión porque no es el punto neurálgico de la reforma.
– ¿Se la puede dividir en salas?
– Es una hipótesis, pero no hemos avanzado aún, no nos reunimos siquiera.
– ¿Cuál es el punto central del cambio?
– Hay cuestiones que son técnicas como los requisitos formales del recurso extraordinario y de queja. Hay situaciones que permiten la desestimación de un recurso extraordinario, porque no se respeta la cantidad máxima de reglones o el tipo de letra en un párrafo, esas cuestiones antipáticas lesionan la garantía del derecho de defensa. Es un tema a considerar. O cuando debe intervenir el Procurador General de la Nación, el per saltum, definir la gravedad institucional, el amicus curiae, el retardo o la denegación de justicia, son temas de debatir. La discusión sobre el número de miembros se va a dar, es obligada y en definitiva es la modificación más importante desde la existencia de la Corte. Ese asunto y el certiorari, que es la facultad discrecional que tiene la Corte para decir en qué casos se justifica su intervención.
– ¿Piensa en una Corte que intervenga de entrada y no al final del proceso?
-Que intervenga la Corte sin sentencia definitiva es muy excepcional, por ejemplo, en el proceso penal cuando se trata de la libertad durante el proceso, que es un tema importante. El tema de discusión es el número de jueces, pero no es el plato fuerte.
–¿Por qué hace falta modificar el Ministerio Público Fiscal si hay una nueva ley reciente?
- Hay que adecuar el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal al nuevo sistema de enjuiciamiento que prevé el nuevo Código Procesal Penal.
- ¿Y con respecto al consejo de la Magistratura?
-Es disfuncional en muchos casos se eternizan los concursos y esto marca un mal funcionamiento que hay que corregir.
- ¿Qué dice cuando escucha que es una reforma para solucionar los problemas judiciales de Cristina Kirchner?
– Eso es actuar con suspicacias, tiene que entender quienes piensan así que el sistema no hay tenido un cambio, un remozamiento y modernización en decenas de años, incluso desde la perspectiva de la digitalización de los procesos. Esa es una barbaridad pensar así. Se va a advertir que en la reforma en el fuero federal a Cristina no le toca un pelo y en la de la Corte tampoco. En absoluto. No veo en estas cuestiones que mencioné antes ninguna que tenga que ver con la situación de la vicepresidenta.
-La oposición la rechaza porque dice que pretende la impunidad
-Esta reforma no se hace para aumentar el número de ministros de la Corte, ni para hacer una Corte "customizada" para Cristina Kirchner. No es así. El número de miembros de la Corte no es el corazón de la reforma, sino todos los temas que se relacionan con que funciona óptimamente con la mayor celeridad.
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