Apertura de sesiones 2022: sin nombrar a Vladimir Putin, Alberto Fernández ensayó una tibia condena a Rusia por la invasión a Ucrania

Llegado al Congreso cinco minutos antes de lo previsto, y con la vicepresidenta Cristina Kirchner espiando sus papeles sentada a su lado, Alberto Fernández se apresuró a sentar posición sobre el conflicto desatado por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en Ucrania, un tema que volvió a mostrar profundas grietas en la coalición gobernante y motivó nuevas críticas opositoras.

Y más allá de hablar de “la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania” y pedir -luego del recordatorio al oído de la vice- un minuto de silencio conjunto por los muertos de esa guerra “y las que perdimos en el Covid”, su postura de condena fue considerada insuficiente por la oposición.

Mientras dirigentes de Juntos por el Cambio enarbolaban banderas de ese país en pleno recinto, Fernández evitó mencionar por su nombre y cargar las tintas sobre Putin, aliado del Gobierno y defendido por el cristinismo. Mucho menos lo responsabilizó por desatar el conflicto “que conmueve a Europa”, según expresó de modo genérico el primer mandatario, ni mencionó el derecho de Ucrania a no ser agredida militarmente por su poderoso vecino.

Continuó así, aunque con menor énfasis, la línea inaugurada en Ginebra por el canciller Santiago Cafiero en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, quien ayer (luego de varios días sin condenar de manera directa el ataque ruso) formalizó el pedido “a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza” y expresó su “condena la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio”, varios días después de Estados Unidos, Europa e incluso líderes de izquierda como el electo presidente de Chile, Gabriel Boric. La vicepresidenta, en su única manifestación pública sobre el conflicto, criticó a Estados Unidos y Gran Bretaña por no tener “coherencia” en sus posturas sobre los conflictos internacionales.

“Debería haber sido más categórico y menos telegráfico para condenar la inaceptable invasión de Putin a Ucrania”, afirmó el diputado radical Miguel Bazze, en una declaración compartida por muchos de sus pares. “Fue un discurso errático como su política exterior. Mejor dicho como su no política exterior. Ni valores, ni principios”, expresó a LA NACION el exsecretario de Asuntos Estratégicos y dirigente de Pro Fulvio Pompeo, para quien “nuestro interés nacional y los valores que defendemos son nuestra prioridad, y el condenable ataque ruso a Ucrania entre otras cosas viola el principio de integridad territorial”, un elemento que el Presidente también omitió en su discurso ante la Asamblea Legislativa.

El también radical Mario Negri acusó airadamente la vice de haberlo ignorado en el inicio, también en referencia al conflicto bélico. “Aunque me paré para pedir un minuto de silencio por Ucrania, la vicepresidenta ignoró a la oposición. Evidentemente para ella somos invisibles”, se quejó el diputado cordobés, aunque el minuto de silencio finalmente se produjo.

En otro tramo de su discurso, Fernández afirmó que “Argentina lleva a cabo una política exterior basada en el multilateralismo cooperativo. Apoya con firmeza la paz, la seguridad internacional, la solución pacífica de controversias, los derechos humanos, la defensa de la democracia y el cuidado del medio ambiente”. No anunció, ni por lo visto se sumaría por el momento, a las sanciones económicas o rompimientos unilaterales de contratos con empresas rusas, que sí asumieron Estados Unidos y países de la Unión Europea.

“El único alineamiento que tenemos es con los intereses de los argentinos y argentinas. Acá no hay bandos que elegir”, afirmó el canciller Cafiero horas antes a Radio 10. Sin menciones a Estados Unidos, a quien semanas atrás le reconoció “participación” en el inminente acuerdo con el FMI, Fernández sí tuvo elogios destinados a China al anunciar la ampliación del swap de monedas destinado a fortalecer las reservas del Banco Central.

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