Antonio Caló pidió expropiar a las empresas que no cumplan el acuerdo de precios pactado con el Gobierno
El jefe de la UOM reclamó al Presidente “mano dura” para combatir la inflación y sorprendió con un discuro fuerte contra el empresariado
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Antonio Caló es el líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) hace 18 años. Fue además el jefe de la vertiente oficialista de la CGT durante la última gestión presidencial de Cristina Kirchner. Habitualmente moderado, de buen vínculo con el empresariado, sorprendió hoy con un mensaje que generó alerta entre los hombres de negocios. “Si alguna empresa no cumple [con el acuerdo de precios], hay que expropiarla”, dijo en radio El Destape. Luego apuntó directamente contra la industria cárnica. “Si no van a entregar los cortes baratos, no pueden estar en la Argentina. Hay que expropiarlos. Hay que poner mano dura. Y yo no soy de izquierda”, desafió el sindicalista.
Caló almorzó hace dos semanas con Alberto Fernández en la Casa Rosada. “Fue un encuentro de amigos”, buscó bajarle el tono ante la consulta de LA NACION. A los pocos días después la UOM cerró su paritaria en 45%, cinco puntos por encima de lo que por entonces era la pauta salarial de referencia trazada desde el Ministerio de Trabajo. “Si no se resuelve la inflación, la paritaria te deja contento dos horas y a las dos horas estás enojado de nuevo. El acuerdo es del 45% hasta octubre. No es un mal aumento pero si la inflación se mantiene, nada alcanza”, agregó el jefe de la UOM, que reemplazó en 2004 a Lorenzo Miguel, que gobernó el gremio durante 32 años.
La advertencia de Caló a los empresarios por el aumento de los precios corre por cuenta propia, pero se descuenta que fue habilitado por el Gobierno para activar la embestida. Es más, según fuentes de la CGT, es probable que se sumen más dirigentes gremiales de peso en la andanada.
”Escuché al Presidente por la guerra a los precios y va a tener todo el apoyo del movimiento obrero. Hay que corregir el desfasaje que hay. El Presidente tiene que actuar con dureza y lo va a apoyar todo el pueblo”, advirtió Caló. Y agregó: ”Hay que defender la mesa de los trabajadores. La comida. Dicen que fabricamos alimentos para 400 millones de personas en el mundo y tenemos al 40% bajo la línea de la pobreza, que no pueden comer. Yo no soy de izquierda, eh. Pero tenemos que defender la mesa de los trabajadores”. La aclaración ideológica sobre la izquierda no fue casual. El liderazgo de Caló fue desafiado por el trotskismo en fábricas y diferentes seccionales. Juan Belén, un viejo ladero suyo que lo acompañó en la cúpula de la UOM, llegó a hablar de “la zurda loca” por el constante desafío de la izquierda y en defensa del sindicalismo tradicional cegetista, amenazado por entonces por la CTA.
Por último, Caló se refirió a las tensiones que guían el vínculo entre el Gobierno y el campo por la posible suba de las retenciones a las exportaciones. “Hay gente que tiene sus intereses y medios que defienden a sus patrones. Si quieren hacer cortes de rutas, que los hagan. No hay que generar caos. Pero el tema de la comida es innegociable. Hay que hacer lo que haga falta para defender la mesa de los trabajadores y de la gente. El pueblo va a acompañar eso”.
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