Ante la crisis interna, los ministros “con territorio” despliegan sus estrategias de supervivencia política
Zabaleta, Ferraresi y Katopodis buscan retener sus bastiones bonaerenses; Manzur piensa en Tucumán, De Pedro y Scioli en la presidencia y Lammens en otro intento en la ciudad de Buenos Aires
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“Hay que aguantar hasta el Mundial. Después viene el verano, y en marzo ya empieza la campaña para las elecciones”. La reflexión, salida de boca de un exfuncionario de buen vínculo con el presidente Alberto Fernández, explica en buena medida la sensación de incertidumbre mezclada con desamparo de muchos integrantes del Gobierno, hoy decididos a cuidar “sus” territorios más allá de fines de 2023 y con una clara estrategia de supervivencia política.
Una sensación amplificada luego de las críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en el acto del 20 de junio junto a la CTA, cuando dio un paso más en su embestida contra el Presidente y buena parte de su gabinete, sin recibir una respuesta ni un contraataque contundente más allá de la defensa presidencial a los movimientos sociales.
Los ministros que provienen de intendencias -varios de ellos son de hecho aún jefes comunales en uso de licencia- intensificaron sus contactos con esos territorios, a la espera de mejores tiempos a nivel nacional.
Presente junto a Cristina en aquel acto de la CTA, realizado en su bastión, Jorge Ferraresi pasa los fines de semana en Avellaneda, visitando escuelas, obras de vivienda y hasta teatros refaccionados. “Busca que no avancen otros que no tienen que avanzar”, afirman, con picardía, cerca del ministro de Hábitat. Magdalena Sierra, su jefa de gabinete y esposa, es la elegida para continuar su dominio en ese distrito, más allá de la presencia de dirigentes de La Cámpora con aspiraciones.
En San Martín, donde vive, Gabriel Katopodis también reafirma su influencia política, en este caso apoyando al intendente a cargo, Fernando Moreira. “Hay un proyecto claro que queremos continuar; cree en los acuerdos y tiene un socio político, no es que dejó a la hija, o el primo, en la intendencia”, responden, filosos, cerca del ministro de Obras Públicas. Mientras sostiene su apoyo al Presidente, Katopodis no abandona su buen vínculo con el diputado Máximo Kirchner y es otro de los dirigentes que conversa con las cabezas de ambos lados de la grieta oficialista. “No explotó todo por el aire, nadie dice que sea sólo por él pero algo colaboró”, lo defienden colaboradores cercanos.
Una situación parecida atraviesa Juan Zabaleta, decidido a sostener su pago chico, Hurlingham, aunque con la férrea oposición de La Cámpora, que de hecho se quedó con el control del municipio mientras él asumía como ministro de Desarrollo Social. Cada quince días, sostienen cerca de “Juanchi”, el ministro realiza alguna actividad, charla con vecinos o va a “su” público, los jubilados. “Le gusta estar con la gente, le hace bien y lo conecta”, cuenta un colaborador, que no descarta un intento de “recuperar” el municipio en 2023.
Mientras insiste en que “Alberto y Cristina se tienen que sentar”, Zabaleta también tiene un canal abierto con la vicepresidenta, a quien visitó en el Senado días atrás. La noticia de la reorientación hacia los intendentes y gobernadores de cerca de 200.000 planes Potenciar también va en línea con las críticas de Cristina a los movimientos sociales, aunque cerca de Zabaleta afirmaron que este proceso viene desde fines del año pasado.
Si los caciques bonaerenses invierten tiempo en cuidar su jardín, también lo hacen gobernadores con licencia o aspirantes a serlo algún día. En el primer grupo aparece Juan Manzur, que en septiembre pasado dejó a su vice Osvaldo Jaldo en la gobernación de Tucumán para asumir como jefe de gabinete, un periplo algo desteñido y con peso político decreciente luego de un comienzo avasallante. Cuentan cerca del jefe de gabinete que su presencia en la provincia se da también todos los fines de semana, con recorridas y charlas con los dirigentes. “No quiere desconectar para nada y sostener el caudal político”, confirman desde su entorno. A pesar de los tironeos de la campaña, su relación actual con Jaldo es de “diálogo permanente y consulta” desde la gobernación, afirman. El acto del jueves, en el que ambos anunciaron junto al Presidente el aumento de horas de clase en las escuelas tucumanas, es un ejemplo de ello. ¿Y el futuro? Mientras aseguran que Manzur seguirá en la jefatura “hasta que lo decida el Presidente”, cerca de Manzur recuerdan que asumir su banca de senador (fue como primer suplente) o integrar la fórmula del PJ en Tucumán el año que viene están “entre las posibilidades”, sin abandonar del todo una candidatura presidencial con apoyo de los gobernadores.
Esta última búsqueda, la del apoyo de los mandatarios provinciales, tiene clara competencia: también Daniel Scioli, flamante ministro de Desarrollo Productivo, cultiva con paciencia esos y muchos otros vínculos, mientras despliega-antes como embajador en Brasil, ahora como miembro del gabinete-su versatilidad política a la hora de multiplicar reuniones, encuentros y contactos para posicionarse en la difícil carrera hacia 2023.
Una carrera en la que Eduardo de Pedro, ministro del Interior y dirigente camporista, dice no estar, aunque-como reconocen cerca suyo-”hace todo lo que tiene que hacer un candidato a Presidente”, no sólo en relación a la gestión, sino también en su perfil dialoguista a nivel nacional y en su posicionamiento internacional con giras recientes a España, Italia, El Vaticano e Israel.
Me renueva recorrer y escuchar a vecinos y vecinas de mi querido Hurlingham 📍❤️ pic.twitter.com/sA0KbiCqP2
— Juan Zabaleta (@JuanZabaletaOK) June 26, 2022
Concentrado en el plan PreViaje, con el que gana presencia e imagen nacional, Matías Lammens sigue pensando en un nuevo intento para llegar a ser jefe de gobierno porteño el año que viene. Cerca suyo sostienen que hoy es “impensable” trabajar en pos de una candidatura, pero sugieren que es un activo la buena imagen pública del ministro de Turismo, ya que un reciente y reservado sondeo oficialista lo da como el ministro de mejor imagen, junto a su par de Salud, Carla Vizzotti, y en un contexto de rechazo general hacia el Frente de Todos. Lammens tiene, además de un rival que parece imbatible como el Pro, cuestiones internas aún no resueltas, como su disputa con el gremialista y dueño de medios Víctor Santa María, una dificultad para conseguir consenso en torno a una nueva postulación como la de 2019.
Entre los territoriales, al menos algunos de ellos, aparece una idea fuerte: que el Presidente dé un paso al costado y anuncie que no será candidato a un nuevo período, en parte coincidiendo con los pedidos de la vicepresidenta. “Le daría aire ante la sociedad, un gesto que abriría el espacio para que surjan con fuerza otras candidaturas”, afirman dos sostenedores de la idea, rechazada de plano cerca del Presidente.
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