Ante científicos y jóvenes, un llamado a defender la democracia
En el Polo Tecnológico, Merkel pidió "tender puentes" y "apostar por la globalización"; críticas a Trump
Godoy Cruz 2270, auditorio Centro Cultural de la Ciencia, 15 horas. Edificio vallado, agentes de la Policía Federal y del Departamento Brigadas de Explosivos. Una fila prolija ocupa más de cien metros sobre la explanada del Polo Científico Tecnológico. Casi todos son jóvenes y están en grupos. Esperan para poder ingresar al recinto en el que la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, hablará casi dos horas después.
La fila avanza de a poco: las medidas de seguridad para ingresar son estrictas. Hay que pasar por un detector de metales y mostrar la cartera. Luego hay que presentar el DNI o pasaporte para corroborar la identidad: las invitaciones fueron cursadas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y por la embajada de Alemania en la Argentina. Hubo que confirmar asistencia con anterioridad y llegar antes de las 16.15, horario del "cierre de puertas". Fueron invitados jóvenes, científicos, parte de la comunidad alemana y personas ligadas al mundo diplomático.
Todo está perfectamente organizado en el Centro Cultural de la Ciencia. Se entregan credenciales y se reparten auriculares para la traducción simultánea: la canciller hablará en alemán.
16.30 horas. Ultiman detalles sobre el escenario, acomodan flores y sirven agua. Están las banderas del Mercosur, la Argentina, Alemania y la Unión Europea (UE). Poco después entra Merkel y todas las miradas se posan sobre ella. Automáticamente se sienta en la primera fila y sube al escenario Julia Pomares, directora ejecutiva del Cippec y moderadora del encuentro. La sigue Lino Barañao, ministro de Ciencia, quien pronuncia las palabras de bienvenida. Dice que Merkel es "la líder mundial más relevante" y define la visita a Buenos Aires como "histórica".
Carpeta negra en mano, Merkel se para detrás del atril y habla durante veinte minutos. Destaca la presencia de empresas alemanas en el país, elogia el Polo Científico Tecnológico, menciona la visita del presidente Mauricio Macri a Berlín, en julio último, y pondera "las relaciones culturales muy estrechas" entre Alemania y la Argentina.
Merkel hace referencia al Holocausto, "un capítulo oscuro de mi país", dice, y habla de la memoria. "Alemania es consciente de su pasado", desliza. "En la Argentina es una necesidad recordar ese capítulo oscuro de la historia", dice, respecto de la última dictadura. Cuenta que poco antes estuvo en el Parque de la Memoria y pide "defender la democracia".
La canciller alemana pasa luego al escenario mundial: admite que su país está "buscando cercanía con otras naciones" y considera que hay que "tender puentes". Agrega: "Hay que apostar por la globalización". Además, plantea que un mundo más integrado les conviene a todos. "Hay escepticismo sobre si nos va mejor con Europa", dice. E inmediatamente menciona el Brexit, "una decisión muy amarga" para la UE.
"Queremos demostrar que es mucho mejor si hacemos frente juntos a los desafíos globales", añade. Enumera: el cambio climático, la lucha contra el terrorismo. Sin nombrarlo, carga contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "Se trata de tender puentes y no de levantar puentes levadizos", dice. También define la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París como un "golpe duro".
Merkel menciona Venezuela y las "decenas de muertos" del último tiempo.
Habla del Mercosur y de "poner en primer plano los intereses generales". Y reconoce el papel de la Argentina en la región. "Ahora, después de muchos años, las relaciones entre el Mercosur y la UE tienen una nueva dinámica. Y esto se debe en gran medida a la Argentina", dice.
A las 17.08 termina su discurso y comienzan las preguntas. Pomares asume la tarea de moderar con naturalidad. Merkel ríe, contesta, no esquiva. Muchas inquietudes tienen que ver con cuestiones puntuales de alemanes viviendo y estudiando en la Argentina. Acepta una última pregunta "porque todavía quedan diez minutos", según explica.
Al finalizar, el ministro Barañao sube al escenario y le da las gracias brevemente. Ella se sorprende, dice "muchas gracias", se levanta de su asiento y sonríe ante una ovación generalizada.
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