Aniversario del ataque de Hamas: Milei evaluó volar a Israel, pero el conflicto bélico lo impidió
El Presidente renovó su pedido por los secuestrados y sus gestos al Estado hebreo y la comunidad judía local; Petri fue su representante en el acto de homenaje en Villa Crespo
- 4 minutos de lectura'
En los últimos días, Javier Milei coqueteó con la idea de tomar un vuelo a Tel Aviv y participar este lunes, en persona, de las ceremonias por el primer aniversario del cruento ataque terrorista contra Israel del grupo palestino proiraní Hamas.
Según fuentes cercanas al primer mandatario, la dramática coyuntura bélica, con ataques y contraataques constantes entre Israel y siete frentes árabes diferentes, no le permitió al Presidente cumplir con su deseo y volver al Estado hebreo, que cambió y mucho desde su visita en febrero, cuando el recuerdo del ataque sorpresa de Hamas desde la Franja de Gaza, que dejó 1200 muertos y centenares de heridos, estaba muy fresco y el enérgico contraataque del gobierno de Benjamin Netanyahu daba todavía sus primeros pasos.
Podría decirse, de todos modos, que ni Israel ni buena parte de la comunidad judía argentina –con profundas raíces y militancia sionista en su gran mayoría– necesitaban de un gesto adicional por parte de Milei, un presidente que casi como ninguno de sus antecesores selló su alianza y su cercanía con el Estado hebreo, uno de sus dos principales socios políticos, junto a los Estados Unidos.
Milei mantuvo esa alianza aunque hoy Israel sea cuestionado por no pocas potencias occidentales y la propia ONU, a raíz de su respuesta militar no sólo en la Franja de Gaza, sino también en el Líbano, donde desde hace años reina el grupo terrorista islámico Hezbollah, también de conexiones directas con Irán, hoy ya involucrado en una virtual guerra abierta con Israel.
“Nuestro corazón está prisionero en Gaza. Tráiganlos ahora”, escribió el Presidente, en hebreo e inglés, en su pedido de liberación de los 101 secuestrados por Hamas, ocho de ellos argentinos, una de las banderas principales del acto de este lunes, organizado por las entidades centrales de la comunidad en el barrio de Villa Crespo. La presencia en el homenaje del ministro de Defensa, Luis Petri, fue otra muestra de la magnitud de la alianza con Israel y la condena al terrorismo. La gestión libertaria, además, definió a Hamas como grupo terrorista, un paso que los gobiernos anteriores evitaron dar por temor a una represalia.
Para una comunidad judía argentina que aún busca justicia por los atentados terroristas a la embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994, ambos ordenados y financiados por Irán según la Justicia argentina, el horror y sus secuelas siguen vigentes. Y para quienes no vivieron aquel horror en primera persona, aún continúan los pilotes de metal y concreto en la puerta de cada club, de cada sinagoga, de cada escuela judía, en prevención de un eventual tercer ataque.
Por eso, con su apoyo sin condiciones a Israel en su guerra directa por su supervivencia y contra el “terror islámico”, y aunque pague evidentes costos políticos, Milei logra unificar, aunque sea en este tema y a pesar de no pocas críticas en voz baja, a los sectores ortodoxos, liberales, laicos y hasta buena parte de la izquierda pacifista de la comunidad judía, que al margen de estar en la vereda de enfrente de Netanyahu en lo político, quedan de algún modo unidos bajo el paraguas del apoyo al derecho de Israel a defender su soberanía y a su población.
Quedan afuera de ese paraguas las instituciones e integrantes enrolados en la izquierda judía antisionista, que, en consonancia con la izquierda nacional y sectores del kirchnerismo, acusan a Israel de “genocidio” por su respuesta militar en Gaza y el Líbano, como hasta hace poco criticaban el “apartheid” del Estado judío en los territorios de mayoría palestina, ocupados luego de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
“Estamos del lado del bien”, suele sostener Milei cuando escenifica con tono bíblico el apoyo irrestricto a Israel, aunque no pocos analistas y diplomáticos advierten por las consecuencias –políticas y de seguridad– que traerá consigo su involucramiento en el centenario conflicto de Medio Oriente. Otro test para la magnitud de esa alianza serán las próximas elecciones en la DAIA, el 19 de noviembre, cuando las instituciones que componen la entidad política de la comunidad elijan al sucesor del actual presidente, Jorge Knoblovits.
Otras noticias de Javier Milei
- 1
La frase de Kicillof de la que se mofaron los libertarios: “Si no hubiera Estado, no habría verano”
- 2
El Colegio de Abogados de la Ciudad repudió la fiesta del fiscal Ramiro González
- 3
La Justicia dispuso el desalojo de la ocupación ilegal en el Parque Nacional Los Alerces
- 4
El “desastre” que ve venir parte del peronismo si Cristina Kirchner y Axel Kicillof llevan su enfrentamiento al límite