Aníbal Fernández escuchó los pedidos “urgentes” de Perotti para enfrentar el narcotráfico
“El gobierno debe entender que este problema es nacional”, le dijo el gobernador a LA NACION; el “alivio” por la salida de Frederic
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ROSARIO.- Tres horas después de asumir como ministro de Seguridad, Aníbal Fernández se reunió con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, con un tema urgente sobre la mesa: el recrudecimiento de la violencia narco en Rosario.
El flamante ministro escuchó por más de una hora al gobernador, que desplegó una serie de demandas en torno a dos instancias. Una a corto plazo, el refuerzo de efectivos de fuerzas federales –actualmente hay 3400, según datos de la gestión anterior de la cartera de Seguridad de la Nación– y otra de fondo: la creación de una unidad especial o “comando unificado” de combate contra el narcotráfico que enfrente a las bandas criminales en Rosario, algo en lo que la policía de Santa Fe no fue efectiva hasta ahora, por su afinidad con las bandas.
“El problema excede a Santa Fe y el gobierno debe entender que este problema es nacional”, afirmó Perotti en diálogo con LA NACION, tras el primer encuentro con el ministro de Seguridad. No salió ninguna definición concreta de la reunión, pero el gobernador santafesino espera que “por la urgencia de la situación”, Fernández tendrá una respuesta esta semana. “El narcotráfico se combate con dureza, sin ningún tipo de contemplaciones”, afirmó el ministro de Seguridad, que calificó como “muy importante” la reunión.
“Es un tema complejo de analizar, donde hay situaciones que son de público conocimiento. Hablamos de delitos complejos. Nuestras fuerzas están preparadas para ese análisis y tenemos que lograr que se pueda volcar al papel y se pueda cuantificar lo que pasa”, señaló el exjefe de Gabinete. “Hay cosas irregulares y por eso estamos trabajando, tenemos muy buenos profesionales para eso”, apuntó.
Perotti pidió que envíen un refuerzo “importante” de efectivos fuerzas federales. “Esto no se soluciona con parches”, apuntó. Fernández le respondió que las dos prioridades de su gestión serán el conurbano bonaerense y Rosario.
“Necesitamos acciones fuertes porque el delito no puede ser una salida laboral. Hay modalidades delictivas que van mutando, para lo cual se requiere el sicariato. Y eso no lo podemos permitir”, afirmó Perotti.
Fernández le respondió al gobernador que se reunirá este martes con los jefes de las cuatro fuerzas federales - Gendarmería, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Prefectura- y le dará una respuesta puntual a Perotti, quien pretende “medidas urgentes”.
El ministro de Seguridad confirmó durante el fin de semana que seguirán los mandos actuales, lo cual buscó llevar tranquilidad a las cúpulas de esas fuerzas. Este lunes, Fernández se reunió con la ministra saliente Sabina Frederic, para acordar las condiciones “técnicas” del traspaso de la cartera.
La violencia y la inseguridad en Santa Fe son los principales problemas de la agenda política en esa provincia, a lo que nadie puede encontrarle un freno. Perotti buscó que este “flagelo” tome dimensión en la mirada del gobierno nacional. El fin de semana pasado se cometieron cinco homicidios, todos con sicarios, que elevaron a 143 los asesinatos en lo que va del año.
Tras la reunión, Perotti confirmó que “sin duda la provincia de Santa Fe requiere de una mayor presencia de fuerzas federales, porque la policía de Santa Fe no tiene la cantidad de agentes para llevar adelante la prevención, en momentos en que hay juicios importantes que requieren de un gran despliegue de seguridad”. En este momento se llevan adelante dos juicios contra la banda de Los Monos que requieren para la custodia de testigos más de 270 efectivos.
Fernández habló por teléfono el fin de semana con Perotti y también el con exministro de Seguridad de Santa Fe Marcelo Saín, quien actualmente está al frente del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación. Fernández y Saín se conocen desde hace mucho tiempo, cuando el actual titular de la cartera de Seguridad ocupaba el Ministerio del Interior en 2006 y se creó la Policía de Seguridad Aeroportuaria, cuyo exinterventor era el autor de Leviatán Azul.
Ambos se reencontraron a mediados de julio pasado cuando se estrenó el documental de la “PSA, la fuerza de la democracia”, que se exhibió en el centro cultural CCK. En ese momento hablaron del problema de violencia de Santa Fe sin saber que la derrota en las elecciones del 12 de setiembre pasado iba a poner otra vez a Fernández en el gabinete nacional y al mando de la cartera de Seguridad. Fernández se reunirá con Saín el próximo jueves para seguir con el análisis de la situación de Santa Fe.
En el gobierno de Santa Fe consideraron un “alivio” que la salida de Frederic, según señalaron fuentes cercanas al gobernador. En la última semana de la campaña electoral la exministra se negó a enviar un refuerzo de efectivos federales cuando Rosario parecía en llamas, con seis crímenes en 20 horas. Lo que molestó a Perotti fue que Frederic hiciera pública su postura horas después de que el gobernador hablara con el presidente Alberto Fernández, quien le había dado su respaldo.
Más allá de este incidente en medio de la campaña, la relación entre las autoridades del gobierno de Santa Fe y la cartera de Seguridad nunca fue buena, desde el inicio de la gestión cuando Saín dirigía el Ministerio. Saín, quien conocía desde hacía años a Frederic, ambos son docentes de la Universidad Nacional de Quilmes, nunca logró persuadirla de generar una instancia de coordinación que fuera efectiva. Las desconfianzas eran mutuas.
La coordinación entre las fuerzas federales y la policía de Santa Fe nunca terminó de funcionar de manera aceitada. Lo que siempre reclamó Santa Fe es que no se veía actividad de los efectivos desplegados, más allá de los controles en algunas rutas. “No sabemos dónde están”, le advertían a los funcionarios nacionales. En el móvil II de Gendarmería hay 2500 efectivos.
En octubre del año pasado, Frederic anunció la creación de una delegación estable del Ministerio de Seguridad en Rosario. El objetivo era que los funcionarios de esa cartera siguieran de cerca las causas federales en materia de narcotráfico y que generaran un puente con el Ministerio Público de la Acusación, para tener una visión más integral de la criminalidad en Rosario.
Lograron poner en práctica esa idea. Inventariaron más de 200 causas en el fuero federal y varias de ellas avanzaron, a pesar de las falencias que existen en la justicia federal de Rosario. Una de esas investigaciones fue la que terminó con la desarticulación de una banda que traía grandes cantidades de cocaína de Bolivia y Paraguay y proveía a algunas organizaciones de Rosario, pero sobre todo del conurbano bonaerense. El 20 de junio pasado se desplegaron en la sede de la Policía Federal 400 panes de cocaína secuestrados que tenían envoltorios azul y blanco, como la bandera argentina.
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