Aníbal Fernández dijo que marcaron el despacho de Cristina Kirchner antes de las pedradas: ”Recuerda las casas con sangre de cordero”
El ministro de Seguridad de la Nación abonó a la hipótesis de que hubo un grupo infiltrado entre los manifestantes de izquierda que se oponían al acuerdo con el FMI y consideró que “alguien buscó” atacar la oficina de la vicepresidenta
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El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, abonó hoy a la teoría de que un grupo infiltrado entre los manifestantes de izquierda podría ser el que atacó a piedrazos el despacho de Cristina Kirchner, en medio de la discusión por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Diputados. En su descripción habló de premeditación y dijo que antes del ataque se “marcó” la oficina con pintadas en las paredes. Para explicarlo, utilizó una referencia bíblica. “Las marcas rojas hasta nos traen reminiscencias de las marcas de las casas con sangre de cordero”, dijo el funcionario, que este fin de semana salió a responder los cuestionamientos de La Cámpora por una supuesta falta de interés del Gobierno en el tema.
Esta mañana, Fernández habló en Radio La Red de una “vocación profesa” de los atacantes contra el despacho de la vicepresidenta y manifestó, sobre las pintadas que quedaron registradas también en las fotos de ese día: “Se marcó primero la oficina para que después el grupo grande se dedicara a cualquier cosa y el grupo chiquito, específicamente a agredir la oficina de Cristina. No tengo dudas, estoy convencido de eso”.
Incluso, cuando fue consultado sobre si creía que fueron infiltrados los que arremetieron contra ese sector del Congreso, insistió: “Sí, claro, alguien que buscó hacer eso. Las marcas rojas que nos traen reminiscencias de narraciones bíblicas no son una casualidad”.
En tanto, Fernández dijo no saber el objetivo de los piedrazos y libró de responsabilidades a las agrupaciones que estaban en la plaza quejándose por el entendimiento con el FMI: “No creo que sean las organizaciones. Porque en el mismo momento sobre la calle Entre Ríos, o Rivadavia, había un montón de partidos de izquierda manifestándose y haciendo bulla, pero ninguno movió nada”.
También sostuvo que las calles porteñas son responsabilidad de la Policía de la Ciudad, pero aclaró inmediatamente que los desmanes no se dieron por un error de su par de la Capital, Marcelo D’Alessandro. De todas formas negó conocer quién dio la orden de no colocar vallas en el Palacio Legislativo. “Yo las hubiera puesto, las vallas hubiesen hecho todo mas fácil”, sostuvo y consideró que deberían instalarse cuando el proyecto se vote esta semana en el Senado.
Después de que circularan versiones de que todo podría haberse tratado de un “autoatentado” planeado por los sectores kirchneristas, Fernández se limitó a decir “no lo sé” y aclaró: “Cualquiera de las cosas que se quieran pensar, se pueden pensar. Porque esto es libre, nadie puede tener una visión concreta de lo sucedido porque estamos tratando de dilucidarlo. Hay mucho avance, se está trabajando seriamente, desde el mismo momento está judicializado, tomé todos los trabajos del caso para saber que estamos dirigiéndolo al lugar indicado”.
Avances judiciales: ocho personas identificadas
Las declaraciones del ministro -que no adelantó quiénes serían los involucrados- fueron en coincidencia con una información revelada por fuentes judiciales a Télam minutos después, relacionada a la identificación de ocho personas jóvenes que no tendrían afiliación política conocida, como integrantes de este grupo que causó destrozos en el Congreso y en la oficina de la vicepresidenta. Los sospechosos surgieron tras la utilización un programa del Ministerio de Seguridad, que vinculó sus rostros con sus datos personales y domicilios, según la agencia oficial.
En las próximas horas la jueza federal María Eugenia Capuchetti -a cargo de la causa junto al fiscal federal Carlos Rívolo- analizará los informes y el sumario para determinar los pasos a seguir.
Tensiones internas
Por otra parte, Fernández dijo que no se comunicó con la vicepresidenta, pero sí que habló veinte minutos con el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, quien el sábado tuiteó: “Aturden el silencio y la parsimonia del Gobierno frente al ataque al despacho de la vicepresidenta”.
Aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta.
— Andrés Larroque (@larroqueandres) March 12, 2022
Tras responderle cordialmente por Twitter, Fernández dijo hoy: “No dejé ninguna cosa por pasar y le mandé un mensaje que decía ‘si podés y querés, hablemos’. Me llamó, hablamos como 20 minutos. Yo le tengo mucho cariño y sé que él me tiene mucho cariño a mí. Hay respeto mutuo. Charlamos de muchas cosas que se podían hacer, tratando de encontrar alternativas para salir de este tipo de situaciones”.
Con las fricciones exacerbadas en el Frente de Todos ante el trámite legislativo del proyecto por la deuda -con el que no adhiere La Cámpora-, el ministro se mostró alineado con Alberto Fernández y dijo que si fuese diputado, hubiese votado a favor de la iniciativa. “El Presidente tiene que tomar la decisión, no hay otro que pueda tomarla. Yo estoy al lado del Presidente con el 100% de la decisión porque estoy convencido que lo que está haciendo es lo que corresponde”, apuntó y dijo que el mandatario “tiene todo el derecho del mundo de ir por la reelección”.
A pesar de que aclaró que el peronismo “nunca estuvo de acuerdo” con el FMI, Fernández siguió: “Quienes no están de acuerdo [con el pacto], cuentan verdades a medias y hacen parecer como que tiene algo de importante caer en default. Lo que trae eso es un dolor de cabeza inmenso para el pueblo argentino, las complicaciones serían mayúsculas”.
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