Angelici, cerca de ser liberado de la acusación por tráfico de influencias
El presidente de Boca Juniors y amigo de Mauricio Macri, Daniel Angelici está cerca de ver cerrada para siempre la investigación en su contra donde está acusado de traficar influencias como operador del Gobierno en el Poder Judicial.
Angelici había sido sobreseído en noviembre pasado por esa acusación por el juez federal Sebastián Casanello que concluyó que no se pudo determinar si Angelici condicionó al ex juez federal Norberto Oyarbide en un almuerzo en el restaurante Carletto para que renunciara a su cargo. El fiscal Federico Delgado había sostenido que la renuncia ex juez se debió a las presiones del ex presidente de Boca. El caso tomó entidad judicial cuando Elisa Carrió afirmó que "Angelici interviene en la Justicia con el consentimiento de Mauricio Macri" y un abogado presentó una denuncia.
Se llamó a declarar a Oyarbide que negó todo, a los mozos de Carletto, el restaurante donde almuerza Angelici que no recordaron ese encuentro, se revisaron sus pagos de las comidas, declararon el ministro de Justicia Germán Garavano, Fabián Rodríguez Simón y el ex procurador Esteban Righi.
Tas el sobreseimiento, el fiscal Delgado apeló y pidió más pruebas como entrecruzar los teléfonos de un allegado a Oyarbide con el celular de un empleado de una empresa ligada a Angelici.
El fiscal Germán Moldes mantuvo la apelación de Delgado para que los jueces de la Cámara Federal se pronuncien, pero en sus argumentación entiende que no se pudo probar nada de la denuncia, que las pruebas que reclama Delgado son inconducentes y que además hay una denuncia anterior por el mismo hecho que ya archivada.
Con el dictamen de Moldes, los camaristas de la Sala I, Leopoldo Bruglia y Jorge Ballestero poco margen tienen para no dar por cerrado el caso.
Moldes escribió en su dictamen que se probó que Angelici tiene múltiples relaciones sociales con funcionarios judiciales, pero dijo que no hay pruebas como acreditar la sospecha inicial, de que Angelici interfiere en las decisiones de los magistrados.
Además dijo que en 2016, antes de este caso, el juez Julián Ercolini desestimó una denuncia similar por inexistencia de delito, en un caso que no fue apelado por el fiscal Franco Picardi.
Sostuvo que la investigación es suficiente pero que “no ha podido dotar a la hipótesis de trabajo –que Angelici tenía poder de influenciar y lo ejerció ante los magistrados de la justicia federal porteña- de elementos que permitan asentarla o tenerla por cierta”.
Tras un cruce telefónico, Delgado detectó que el 4 de diciembre de 2015 salió una llamada del teléfono de Claudio Hernán Blanco, pareja de Oyarbide, hacia el teléfono de Fernando Miguel Pontoriero, a quien el fiscal identificó como empleado de Angelici en la firma World Games SA. Otra llamada se produjo el 12 de diciembre.
Pero Moldes dijo que corroborar esas llamadas es inconducente porque nunca se podrá saber el contenido de esas conversaciones.
Esto sumado a la existencia de una causa anterior por el mismo hecho ya archivada pone el caso cerca del cierre definitivo de esta investigación que reunió 2000 fojas y ningún procesado.
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