El kirchnerismo y la izquierda rechazan el veto de tarifas mientras se preparan protestas
LA NACIONMarcelo Veneranda
Si el veto de Mauricio Macri a la Ley de Emergencia Tarifariasancionada esta madrugada en el Senado estaba cantado, no por eso la oposición se privó de cuestionar el impacto de la decisión presidencial en la economía doméstica de la ciudadanía y, en paralelo, el costo político al que se enfrenta Cambiemos, con encuestas que en la previa vaticinaban un rechazo contundente a una intervención de Macri contraria a la norma.
Además de las voces opositoras que se alzaron en contra del veto, en las redes sociales fueron ganando empuje dos alternativas para mostrar ese descontento en las calles: un cacerolazo, esta noche, a las 20, y la concentración frente al Obelisco y la Casa Rosada con la que mañana culminará la Marcha Federal por Pan y Trabajo organizada por Barrios de Pie, la CTEP y la CCC.
El bloque de Diputados del FPV-PJ giró un comunicado para manifestar su "más enérgico repudio" al veto presidencial de un ley que, señalaron, estaba destinada a "mejorar la calidad de vida de millones de familias argentinas que hoy se encuentran ahogadas por los excesivos tarifazos".
"Una vez más, Cambiemos gobierna de espaldas a los intereses de los argentinos, demostrando su insensibilidad ante uno de los mayores problemas que padece hoy el pueblo: las altas tarifas", agregaron desde la bancada que comanda Agustín Rossi.
Uno de los miembros de esa bancada, Hugo Yasky, que además funge como líder de una de las fracciones de la CTA, adelantó que "el sindicalismo está en un momento justo para responder con un paro general al veto de Macri". En diálogo con FM La Patriada, Yasky fue más allá: dijo que el oficialismo llegó a un punto de "deterioro sin retorno" y, sin más vueltas, pidió "que se le caiga la cabeza definitivamente" al Gobierno.
Otros referentes del espacio que orbita en torno a la expresidenta Cristina Kirchner buscaron recordar el destino de los vetos decididos por Macri. El exjefe de Gabinete Alberto Fernández enumeró en esa lista de vetos la doble indemnización en despidos, la jubilación mínima para excombatientes de Malvinas, la expropiación del Hotel Bauen, la ley de trombofilia y el salario mínimo profesional. "Esos vetos castigan a los más débiles. Gobierno de ricos", escribió en Twitter.
En la misma línea y por la misma red social se expresó el presidente del intervenido Partido Justicialista, José Luis Gioja. "Vetaron la Ley que protegía a las familias. A las Pymes. A los jubilados. Dujovne dijo que el costo para el país es de 115.000 millones de pesos. Yo le digo que la timba financiera costará 430.000 millones sólo en intereses de Lebac. ¡Basta de mentirle a la gente!", escribió, destacando que el Gobierno privilegia a "los inversionistas extranjeros y no al pueblo".
El progresismo también se sumó al repudio. La diputada de Libres del Sur Victoria Donda apuntó a las consecuencias del veto sobre la economía doméstica. "En su afán por convertirse en el empleado del año de las empresas energéticas, es posible que el presidente esté subestimando el impacto que esta decisión tiene y tendrá sobre la actividad económica en nuestro país. Especialmente sobre la producción nacional y sobre la actividad comercial, que como bien sabe son las áreas que más trabajo genuino generan".
"La consecuencia lógica de esta medida será el aumento de desempleo y la pobreza, en un escenario general de estancamiento económico e inflación", agregó. El referente de Libres del Sur, Humberto Tumini, calificó al veto, con ironía, como "una acabada muestra de sensibilidad social para con la mayoría de los argentinos, que viven con lo justo".
Desde el FIT vincularon el veto presidencial con los "dictados del FMI" y cargaron con mayor pesimismo sobre sus efectos. "La dolarización de las tarifas, en un cuadro de devaluatorio que aún no ha encontrado su techo, conduce a un tarifazo que es incompatible no sólo con las posibilidades de pago de los usurarios sino con los costos generales de la economía. Esta dolarización conduce a un Rodrigazo explosivo en el corto plazo", sostuvo Gabriel Solano, diputado porteño del Partido Obrero-FIT.
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