Aniversario del atentado a la AMIA: el Gobierno multiplica los gestos de acercamiento, con la "sombra" de la querella contra Cristina Kirchner

Al emblemático viaje presidencial a Israel de fines de enero se le sumaron medidas, reuniones, guiños públicos y sobre todo privados, que permiten alejar la heredada desconfianza y buscar una fórmula de convivencia. A 26 años del atentado a la sede de la AMIA, que dejó 85 muertos y centenares de heridos, el gobierno de Alberto Fernández multiplica los gestos de acercamiento con la dirigencia comunitaria, más allá del inmenso "lunar" que ensombrece la relación entre Gobierno y comunidad judía: la querella contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, acusada por el fallecido fiscal Alberto Nisman de encubrir el atentado por medio del Memorándum de Entendimiento firmado por su gobierno con Irán, en enero de 2013.

Impedido por la pandemia de demostrar apoyo presencial, el Presidente ordenó a sus diplomáticos en Israel y Estados Unidos sumarse a varios de los homenajes virtuales a las víctimas que se harán en los próximos días. A la presencia del flamante embajador en Israel, Sergio Urribarri, en el acto de recordación llevado a cabo días atrás en ese país, se le sumará, el sábado 18, un homenaje conjunto de la AMIA, DAIA, el American Jewish Committee, congresistas norteamericanos, el canciller Felipe Solá y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, un viejo aliado de Fernández desde su pertenencia al PJ porteño. El Presidente ya confirmó su participación en una charla-homenaje virtual organizada el American Jewish Committee para el jueves 16 y no se descarta la adhesión del Gobierno para el acto virtual que organizarán las entidades centrales el mismo día, a las 9.53, hora de la explosión que demoliera la sede comunitaria.

"Ambos, Gobierno y dirigencia judía, están buscando una música en común para poder bailar", describió un alto dirigente comunitario que dialoga con ministros, dentro y fuera de la Casa Rosada.

Los ministros Eduardo "Wado" de Pedro (Interior), Nicolás Trotta (Educación) y Sabina Frederic (Seguridad) son, junto a Solá, algunos de los que sostienen, por distintos motivos, canales abiertos de manera constante con la dirigencia comunitaria. La sintonía quedó reafirmada en los hechos hace un mes, cuando el Gobierno adhirió a la definición de antisemitismo aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA).

Matices

Hay, con todo, matices diferenciados: mientras Fernández compartió una reunión en Casa Rosada con el titular de la AMIA, Ariel Eichbaum (parte del conglomerado de recaudación de fondos Seamos Uno, junto a otros credos, empresas y ONGs), la reunión entre el Presidente y el titular de la DAIA, Jorge Knoblobits (que había estado con De Pedro días antes) fue suspendida a minutos de concretarse a fines de febrero y nunca volvió a tener lugar en la agenda.

Desde la entidad política de la comunidad judía niegan que estén pensando en retirarse como querellantes de la causa por encubrimiento. Una causa en la que, por separado, también son querellantes los familiares de víctimas de AMIA, Luis Czyzewski y Mario Averbuch. "Claramente el Memorándum trató de encubrir, liberar las alertas rojas de Interpol para que los iraníes puedan circular", afirmaron desde ambas querellas en relación a los siete funcionarios de Teherán, algunos de ellos aún en actividad, acusados de planificar el ataque perpetrado por la organización Hezbollah.

A diferencia de la AMIA, que no forma parte de esa querella y toma distancia de la acusación, la DAIA activó en los últimos días y de manera discreta su participación en la causa, al pedirle -también lo hicieron Czyzewski y Averbuch- al fiscal federal Eduardo Taiano que interrogue al exespía del Mossad Uzi Shaya, quien en un reciente programa de teve israelí aseguró haberle dado a Nisman información sobre cuentas de la familia Kirchner en paraísos fiscales, poco antes de su violenta muerte.

Desde la defensa de la expresidenta, fue Carlos Zannini -hoy Procurador del Tesoro y procesado en la causa al igual que Cristina Kirchner- quien pidió en mayo pasado la nulidad de todo lo actuado. Todo un indicio de la importancia que, para la vicepresidenta y su entorno, tiene la causa, actualmente con juicio oral sin fecha.

"Aunque quiera, la DAIA no puede salir de la querella: un sector de la comunidad refractaria al kirchnerismo no se lo perdonaría", afirmó una alta fuente comunitaria, quien recordó que el extitular de la AMIA, Agustín Zbar, debió dar un paso al costado en febrero del año pasado luego de pedirle a la DAIA que desista de acusar a la actual vicepresidenta.

En breve diálogo con LA NACION, Knoblovits ratificó que la entidad "seguirá en la causa", aunque pidió "concentrar esfuerzos en el expediente principal, el que investiga el atentado, para que los iraníes puedan ser juzgados". La causa "madre" está en manos del juez federal Rodolfo Canicoba Corral.

Desde las entidades centrales evaluaron de manera positiva el reciente pedido de la Cámara Federal al juez y al fiscal de la UFI-AMIA Sebastián Basso para que se concentren en la "pista iraní" y soliciten al Líbano la extradición de Salman El Reda, acusado de coordinar el ataque terrorista.

En las antípodas, el cristinismo duro y sus adherentes comunitarios -el denominado Llamamiento Argentino Judío, entre ellos- comparten la postura de que este fallo se trató de una "puesta en escena" de la Cámara Federal "alineada a la derecha israelí y estadounidense", con vistas al nuevo aniversario.

"El fallo es un paso adelante, aunque ya pasaron 26 años, lamentablemente la lucecita de esperanza de castigar a los verdaderos responsables se va apagando. Es una deuda pendiente de la democracia argentina", dijo a LA NACION Eichbaum, que será uno de los oradores en el acto virtual por la memoria del viernes 17, a 26 años de aquel horror todavía impune.

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