- Estamos ante un presidente transformista: un día se viste con el traje de Néstor Kirchner, al siguiente con el saco demócrata de Raúl Alfonsín, al tercer día con el sombrero populista de Hugo Chávez.
- Ese travestismo político es una de las razones de su fuerte descenso en las encuestas.
- Alberto Fernández es consciente de que si sigue así choca de frente contra una pared: tuvo porcentajes cercanos al 80 por ciento al principio de la pandemia, pero su popularidad se fue diluyendo al punto de tener hoy un capital político parecido al de Cristina Kirchner, que acumula más del 60 por ciento de imagen negativa.
- Hace unos días el Presidente pegó un volantazo y empezó a dar algunas muestras de autonomía frente a Cristina.
- La pregunta del millón es ¿cuánto hay de verdad y cuánto de actuación en esta diferenciación?
- Hoy presentó un libro sobre Néstor Kirchner y dijo: "Néstor fue, sin ninguna duda, el mejor presidente que la democracia tuvo, y lo digo con respeto por todos". ¿Mejor presidente que Cristina Kirchner?
- La semana tuvo novedades fuertes sobre Venezuela y la diferenciación entre el albertismo y el kirchnerismo duro en torno al régimen de Maduro.
- Recapitulemos un poco esta historia:
- Hace unos días el embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi –que responde a Cristina- cuestionó los dos informes que hizo Michelle Bachelet sobre los graves crímenes que suceden en la dictadura de Maduro. El presidente transformista tomó distancia de ese delirio diplomático.
- Más tarde, en otro organismo multilateral, la ONU, otro embajador argentino, Federico Villegas, votó en contra de Maduro: es decir, respaldando el informe Bachelet.
- Se supone que un embajador expresa la postura de un país, pero parece que aquí Raimundi la expresó a Cristina y Villegas a Alberto. La Argentina es bipolar: opina una cosa en un foro y lo contrario en el otro.
- La condena al régimen de Maduro del gobierno de Alberto Fernández en la ONU coincide con la visita al país de la Misión del Fondo Monetario Internacional, organismo al que la Argentina le debe 44 mil millones de dólares y con quien debe reestructurar esa deuda.
- El Fondo es Estados Unidos. Y para Estados Unidos la condena al régimen de Maduro es condición esencial para avalar cualquier acuerdo económico.
- ¿La condena a Maduro responde a un acuerdo con el Fondo Monetario y la embajada de Estados Unidos? Con el presidente transformista nunca se sabe.
- Lo que sí se sabe es que la condena a Maduro generó una hecatombe entre los seguidores de Cristina. La primera en saltar fue Alicia Castro, de estrecha relación con Hugo Chávez, quien renunció a un cargo que nunca llegó a ocupar (la embajada de Rusia): así de surreal es la política argentina.
- Le siguieron declaraciones fuertísimas de Hebe de Bonafini y Juan Grabois.
- Juan Grabois calificó a uno de los informes de la ONU como "amañado". Los informes revelan persecuciones, encarcelamiento a opositores y ejecuciones en Venezuela. Bachelet, que es una figura moral de muchísimo peso en América Latina, símbolo del progresismo, habla de entre 7 mil y 8 mil muertos y desaparecidos bajo la dictadura de Maduro.
- ¿Cómo se explica que el kirchnerismo, que hizo de los derechos humanos su bandera, defienda esta atrocidad?
- El piquetero D’Elía "adelantó" en un tuit que Alberto Fernández le iba a dar explicaciones a Maduro, pero el presidente transformista dijo que no había nada que explicar. Por ahora.
- Básicamente, el cristinismo está acusando a Alberto Fernández de "tibio", y Cristina hace un extraño silencio en Twitter. Ni avala, ni desautoriza las fuertes palabras de sus seguidores contra el Presidente que ella misma puso.
- Roberto Navarro, el conductor que suele expresar los puntos de vista de ella, lo retó fuerte a Alberto. Les exigió a integrantes del ejecutivo que "tengan la dignidad de irse"."La mayoría de los funcionarios de este gobierno no quieren estar donde están, no quieren pelearse con el poder, sienten que esa guerra no es suya".
- Desde el Instituto Patria se produjo otro ataque, que el presidente transformista tampoco avaló: una diputada muy allegada a Cristina, Vanesa Silvey, quiere llevar a juicio político al presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz.
- ¿Qué pecado cometió Rosenkrantz? Fue puesto por Macri y decidió que la Corte sea el árbitro paradefinir el destino de los tres camaristas que le molestan a Cristina: Bertuzzi, Bruglia y Castelli. Es decir, decidió en contra de los intereses de Cristina.
- El cristinismo acusa a Rosenkrantz de insensibilidad ante la política de derechos humanos por la aplicación del beneficio del 2x1, en favor de condenados por delitos de lesa humanidad.
- Lo curioso es que Rosenkrantz, en los ochenta, integró el equipo de jóvenes abogados que asesoró a Raúl Alfonsín en el Juicio a las Juntas.
- El verdadero pecado del presidente de la Corte es otro: Rosenkrantz preside un tribunal que cada vez da más señales de que podría ser un obstáculo para los planes de impunidad de Cristina.
- Eso explica las palabras de uno de los voceros de Cristina, el radical k Leopoldo Moreau: "La Corte está agotada".
- Extraña coincidencia con el empresario Eduardo Costantini, aunque para él lo que está agotado es el "modelo" que ha llevado a la Argentina al fracaso.
- ¿Figurará el nombre de Rosenkrantz en cartelitos del nuevo banderazo que prepara la oposición para el 12 de octubre? Con el 12O, la oposición medirá fuerzas con el peronismo que está organizando su propio contrabanderazo para el 17 de octubre.
- ¿El 17 de octubre está organizado en contra de Cristina Kirchner?
- Así lo interpretan algunos. Cristina siempre odió al peronismo como estructura y tuvo y tiene una relación muy conflictiva con el propio Perón. Antonio Cafiero, el abuelo del actual Jefe de Gabinete, solía contar una anécdota muy reveladora.
- Por eso sindicalistas y gobernadores del PJ le piden a Alberto que se ponga los pantalones largos y asuma la presidencia del PJ para recuperar poder.
- El problema es que, así como la lapicera presidencial no le dio poder, también es muy dudoso que la presidencia del PJ lo empodere. Por una razón muy sencilla: la dueña de los votos del conurbano es ella. Y se sabe: en la Argentina quien maneja el conurbano, maneja el país.
Por Laura Di Marco
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