Álvaro Pava Camelo, embajador de Colombia, cuestionó a Alberto Fernández: “La intromisión no es bienvenida”
El presidente argentino había pedido que cesara la represión y la “violencia institucional” del gobierno de Iván Duque; el caso de Juan Grabois
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“Un tiempo para Argentina, otro para Colombia. Estuvo muy bien”, dice con una sonrisa el embajador Alvaro Pava Camelo, en referencia al agónico empate en el partido entre ambas selecciones jugado en Barranquilla, en la noche del miércoles. La referencia a la “paz” futbolística entre la Argentina y Colombia entra en un paréntesis para el delegado del gobierno de Iván Duque cuando se trata de abordar temas conflictivos, como las opiniones del presidente Alberto Fernández sobre la crisis política y social de su país, o la frustrada entrada de Juan Grabois a territorio colombiano como parte de la “misión internacional” de derechos humanos de grupos kirchneristas.
“Fue una reacción innecesaria”, dice el embajador a LA NACION sobre la crítica de Fernández a la “violencia institucional” que según el presidente argentino se vive en Colombia. “Uno invita a su casa a quien es bienvenido”, afirma, en relación al rechazo al ingreso de Grabois. Experimentado político (presidió el Senado y fue embajador ante la ONU) y empresario (dueño de varias emisoras de radio), Pava Camelo pide “desvenezolanizar” le relación diplomática entre ambos países. No duda en calificar de “dictadura” el régimen de Maduro y toma distancia de otros aliados regionales del Gobierno, como Cuba.
-¿Cómo evalúa la reacción de los vecinos sudamericanos ante el momento conflictivo por el que pasa su país?
-Hemos tenido la alegría de tener la solidaridad en general, no solo de los países vecinos, sino del mundo entero. En nuestro país hay una situación social difícil, como la hay en muchos otros, falta de oportunidades, un índice alto de pobreza... es natural que la gente proteste. Muchos amigos han entendido las dificultades que estamos afrontando y se han solidarizado con el país, todo dentro de las normas del derecho internacional humanitario y el respeto por las instituciones colombianas.
-El presidente Fernández habló de “violencia institucional” y la cancillería de Colombia le respondió. ¿Fue una intromisión en asuntos internos?
-Ese es un episodio que tengo que lamentar. De los amigos esperamos solidaridad y comprensión en un momento difícil, y Argentina ha sido siempre un aliado estratégico, [somos] hermanos. No entendimos la reacción innecesaria del presidente Fernández, la cancillería ya se pronunció, reclamó por su actitud, y lo damos por superado. Las dificultades de cada uno de los países son de solución interna. La intromisión, venga de dónde venga, no es bienvenida. Estamos mirando hacia el futuro para mantener la excelente relación que tenemos con Argentina.
-¿Y con respecto a lo que dijo Fernández? ¿Hay violencia institucional o no?
-No es cierto. La protesta pacífica está protegida por la Constitución, y el Gobierno la entiende y participa de ella. No es entendible, desde ningún punto de vista, que esos episodios se conviertan en actos violentos: se han rescatado 45.000 armas en las manifestaciones, no puede ser una protesta pacífica. Y los que no quieren protestar tienen derecho a transitar y vivir libremente en el país. Ha habido 1300 capturas en flagrancia, se han capturado 742 armas neumáticas. Hasta hoy ha habido 12.000 marchas en 60 días, y solo en 1400 han participado las fuerzas de seguridad de la policía. Si ha habido violencia, violación de cualquier derecho, somos los primeros en lamentar y los organismos correspondientes las están investigando, van a ser sancionadas, vengan de donde vengan, sea de la policía o las personas que han infiltrado esas marchas pacíficas, que incluyen bloqueos y desabastecimiento.
-La delegación argentina que llegó días atrás a Colombia en “misión internacional” protagonizó conflictos, entre ellos los que involucraron a Juan Grabois y al diputado nacional Federico Fagioli [acusado de haber sido parte de un plan para desestabilizar a Duque]. ¿Cuál es su visión sobre estos dos casos?
-El episodio de Grabois es accidental, transitorio. Él había hecho unas declaraciones en Argentina diciendo que iba a Colombia a defender con su propio cuerpo el derecho a la protesta, no puede una persona arrogarse ese derecho en un país que le es ajeno. Viajó en compañía de 19 personas, y por la información que tenemos, se disparó una alarma sobre su documento de identidad, algún problema tenía. Desde Migraciones le pidieron investigarlo, se sintió agredido, fue agresivo con distintos funcionarios, por lo cual el responsable decidió inadmitirlo. Es un derecho que tenemos todos, a su casa uno permite entrar quien quiera que entre, no se puede permitir que entre gente que no es bienvenida. Cuando uno llega a Estados Unidos, aunque se tenga visa, el funcionario de Migración tiene la potestad de aceptarlo o no, esto fue lo que ocurrió.
-Él denunció que se intenta ocultar lo que pasa...
-La prueba de que no se trata de tapar absolutamente nada y que son bienvenidas las organizaciones internacionales que quieran mirar el proceso que estamos viviendo es que los 19 compañeros entraron y seguramente rendirán un informe sobre lo que vieron. Hemos solicitado además a la CIDH que visite nuestro país y confirme si hay o no violación de derechos humanos y de qué lado.
-¿Y en relación al diputado Fagioli?
-Hay audios que lo comprometen, en una reunión dónde se está atentando contra la democracia en Colombia. Se está investigando, no me quiero anticipar, pero nos ha causado sorpresa porque la responsabilidad de un diputado es grande.
-¿La cercanía del Gobierno y el kirchnerismo con el régimen de Nicolás Maduro complica el vínculo bilateral?
-El problema de Colombia con Venezuela es delicado, tenemos 1.800.000 venezolanas en nuestro país. Es total el desamparo. Como parte del Grupo de Lima sostenemos que Maduro no es un presidente legítimo y es un dictador, ha alterado los resultados electorales. Argentina se acaba de retirar de ese grupo y tiene una posición diferente en este tema. Debemos desvenezolanizar las relaciones, que pensemos diferentes no nos hace menos amigos. Tengo la mejor relación con el Gobierno, hemos trabajado de la mano y lo hemos logrado, a pesar de esta y otras diferencias.
-¿Cuáles son esas otras diferencias?
-La elección del Presidente del BID, Argentina tenía un excelente candidato [Gustavo Beliz], pero respaldamos al que propuso Estados Unidos. También frente al tema de Nicaragua, o de Cuba, pero tenemos que mantener una muy buena relación. Es la instrucción que tengo del presidente Duque.
-Más allá de estos casos puntuales, ¿ en qué áreas es posible una colaboración?
-En materia económica, comercial, de cooperación. Hay un comercio importante, un turismo recíproco que prontamente se va a reactivar, viven 15.000 estudiantes aquí, 60.000 colombianos en total en Argentina. Íbamos a organizar juntos la Copa América, como dos hermanos, lamentablemente las circunstancias de la pandemia nos lo impidieron. En relación a la pandemia, varios respiradores de origen argentino fueron llevados a Colombia y para eso contamos con la ayuda del Gobierno. Tenemos que seguir trabajando en conjunto y podemos.
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