Alta participación y pocos votos en blanco
El número de electores fue casi igual que en la primera vuelta; los votos no afirmativos apenas superaron 5%
El frío, las vacaciones de invierno y el hecho de que fuera un ballottage auguraban unas elecciones con un alto índice de ausentismo; sin embargo, ayer fue a votar el 72,18 por ciento del padrón, prácticamente el mismo porcentaje que hace tres semanas, en la primera vuelta.
El número de votos en blanco, nulos e impugnados fue bajo: 5,38%, casi un punto menos que en el ballottage de 2007, cuando se enfrentaron por primera vez Mauricio Macri y Daniel Filmus.
Ayer, hubo 2,38% de votos en blanco; 2,77% de nulos y 0,23% de impugnados. Si bien sólo los primeros son votos válidos, las tres categorías resultan equivalentes a los efectos prácticos porque en el recuento final sólo se computan los votos afirmativos.
Se cumplió lo que había pedido Filmus en el último tramo de su campaña: que los porteños fueran a votar y que no lo hicieran en blanco. Sin embargo, esto no lo ayudó demasiado. Ayer, Macri volvió a obtener más de un millón de votos y batió su propio récord: lo eligieron casi 70.000 personas más que en 2007.
El voto en blanco fue mucho menor en el Sur: en las comunas 4 (Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo) y 8 (Nueva Pompeya, Parque Patricios y Barracas) no alcanzó el 2%. Lo mismo pasó con los nulos; en los dos distritos apenas superaron ese porcentaje.
En la comuna 8, fue donde hubo menos votos en blanco. También, donde mejor le fue a Filmus, que obtuvo el 44%. Fue el único lugar donde perdió por menos de 12 puntos.
En cambio, el mayor porcentaje de votos en blanco y nulos fue en el corazón de la ciudad, en Caballito: 6,24%. Sólo allí el porcentaje de votos no afirmativos alcanzó los números de 2007.
El 10 de julio, en las elecciones de la primera vuelta, la asistencia había alcanzado el 73,02%; es decir, 0,8% más que en el ballottage.
Al mediodía de ayer, las autoridades electorales estimaban que habría un índice de ausentismo mucho mayor. Cuando faltaban tres horas para que cerraran las mesas, fiscales partidarios exhortaban por televisión a la gente para que fuera a votar. La mañana había sido muy fría y eso demoró a buena parte del electorado. Sin embargo, en ningún momento hubo las gigantescas colas de la primera vuelta. Ayer, votar fue un trámite de no más de diez minutos para la mayor parte de la gente.
En comparación con el ballottage de 2007, la asistencia fue bastante mayor. En aquella oportunidad, fue del 68,38%.
Los números de ayer parecen mostrar, además, un repunte en la voluntad de los porteños de participar de los comicios. En 2000, para la elección entre Aníbal Ibarra y Domingo Cavallo concurrió al cuarto oscuro el 74% del electorado; en 2003, cuando se enfrentaron Ibarra y Macri, el 70%, y en la primera vuelta de 2007, 68,74 por ciento.
Anoche, con 99,8% de las mesas escrutadas, Macri reunía 1.086.971 votos. Nunca un candidato a jefe de gobierno porteño (ni siquiera él mismo) había sido elegido por tanta gente en esta ciudad, donde el electorado se mantuvo estable, con unos 2,5 millones de porteños habilitados para sufragar.
En 1996, Fernando de la Rúa, que obtuvo el 38,82%, se consagró en primera vuelta porque todavía no se había establecido el régimen de ballottage. Consiguió 753.335 votos.
En 2000, Aníbal Ibarra enfrentó a Domingo Cavallo y sacó 853.301 votos. Se consagró jefe de gobierno porteño con el 49,41% de los votos. No hizo falta segunda vuelta porque Cavallo reconoció la victoria y desistió de competir en el ballottage.
En 2003, otra vez se impuso Ibarra. Macri le había ganado en primera vuelta, pero Ibarra, con el apoyo de Néstor Kirchner y Elisa Carrió, obtuvo 54% en el ballottage.
En 2007, Macri tuvo revancha. Esta vez, frente a Filmus, el mismo contrincante que enfrentó ayer. Fue entonces cuando cruzó, por primera vez, la barrera del millón de votos porteños.
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