Alivio en el Gobierno por el fin del asedio a la embajada argentina y aprestos para más denuncias
En la Cancillería afirmaron que condenarán al régimen chavista en distintos foros internacionales; las personas que asediaban la sede diplomática se retiraron
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Luego de casi 48 horas de tensión e incertidumbre, los funcionarios de la Cancillería que encabeza Diana Mondino respiraron aliviados, cuando agentes encapuchados leales al gobierno de Nicolás Maduro pusieron fin al asedio a la residencia de la embajada argentina en Caracas, que alberga a seis opositores al régimen asilados desde marzo pasado, y que actualmente está bajo control del gobierno de Brasil.
“Por suerte se fueron, fue un fin de semana espantoso”, graficaron desde la diplomacia nacional en relación con los funcionarios del régimen chavista, que según denunciaron los propios asilados mantuvieron bloqueados los accesos a la sede diplomática.
El asedio también incluyó el corte de la electricidad.
Junto con el retorno de la luz, desde la Cancillería estimaron que las escasas chances de alcanzar un acuerdo entre el presidente Maduro y la oposición venezolana se evaporaron con el exilio de Edmundo González Urrutia. El diplomático y candidato opositor compitió contra el presidente venezolano en las elecciones del 28 de julio, adjudicadas a Maduro por el chavista Comando Nacional Electoral (CNE), y severamente cuestionadas por la mayoría de los países occidentales, entre ellos, el gobierno de Javier Milei.
“Tan pronto como se supo que Edmundo González (Urrutia) había partido para España, los funcionarios que estaban apostados frente a la embajada argentina en Caracas abandonaron el lugar”, informó en las redes sociales la periodista Daniella Zambrano, según informó la agencia de noticias Ansa.
El gobierno argentino había advertido duramente a Maduro sobre las consecuencias de un eventual asalto a la sede diplomática, que finalmente no se produjo. “Cualquier intento de invadir o arrestar a los solicitantes de asilo que permanecen en nuestra residencia oficial será condenado enérgicamente por la comunidad internacional. Acciones como estas refuerzan la creencia de que los derechos humanos fundamentales no son respetados en la Venezuela de Maduro”, dice el texto distribuido por la Cancillería este sábado, cuando el asedio a la embajada coincidía con la decisión del régimen chavista de revocar la autorización concedida a Brasil para custodiar las representaciones del país en Venezuela, luego de la expulsión de la delegación argentina.
“Se radicalizaron del todo. Ya no se esfuerzan en disimular la dictadura que son”, explicó un alto funcionario de la Cancillería, que mientras critica al gobierno venezolano sigue en contacto con sus pares del gobierno del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quienes analizan los pasos a seguir.
“Para Lula todo esto es pérdida, y su posición se debilita. No está en el combate contra el chavismo pero tampoco puede seguir siendo aliado de Venezuela ahora”, reflexionó una fuente diplomática nacional. El presidente Lula se reunió durante el domingo con su vicecanciller, María Laura da Rocha, en el Palacio da Alvorada, para analizar sus próximos pasos.
Ofensiva
El camino para la cancillería, en cambio, está más que claro: en línea con el presidente Milei, que el jueves volvió a tildar de “criminal” a Maduro en el Foro de Madrid, y el viernes avaló la solicitud de su detención a la Corte Penal Internacional, el Gobierno intensificará sus críticas al chavismo en todos los foros internacionales de los que participa, aún de aquellos-como la Celac-en la que Venezuela es protagonista y cuenta con algunos apoyos.
En la última reunión de la Celac, en modo virtual, el secretario de Asuntos Latinoamericanos, Mariano Vergara, fue el único funcionario que criticó el “fraude” de Maduro en las elecciones, que para la oposición fueron ganadas por amplio margen por González Urrutia. En la última reunión del Consenso de Brasilia, continuador de la Unasur, Argentina también propuso una “cláusula democrática” e intentó, sin éxito, una condena para Maduro, aunque sí logró el apoyo de Paraguay, Uruguay, Perú y Chile, que gobierna el presidente socialdemócrata Gabriel Boric. “En la Celac los defiende Cuba, en el Consenso de Brasilia está Bolivia, no hay unanimidad para condenarlos pero se quedaron solos”, estimaron desde la Cancillería.
La asamblea general de la ONU, en dos semanas, será otro espacio que el Gobierno piensa aprovechar para fustigar a Maduro y cuestionar el resultado de los comicios, también en reuniones presenciales paralelas con la participación (al menos, en los papeles) de los cancilleres de los países miembros.
“Vamos a seguir cuestionando al chavismo”, confirmaron fuentes de la diplomacia nacional. Y ratificaron su apoyo a la líder opositora María Corina Machado, impulsora de la candidatura de González Urrutia, quien sostuvo desde algún lugar de Venezuela: “Que esto quede muy claro a todos: Edmundo luchará desde afuera junto a nuestra diáspora y yo lo seguiré haciendo aquí, junto a ustedes”, definió la líder opositora, impedida de ser candidata por la justicia venezolana.
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