Alimentos: las inconsistencias en los registros del Gobierno y el único piquetero que recibió 166 toneladas
LA NACION accedió a la documentación sobre las entregas que realizó Capital Humano; la mayoría fueron a entidades religiosas, pero Salta y Pinamar fueron la provincia y el municipio más beneficiados
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Desde que estalló la polémica por los alimentos acopiados por el Ministerio de Capital Humano pese a la crisis económica y los indicadores que señalan un aumento de la pobreza y la indigencia, surgen una serie de inconsistencias entre lo que el Gobierno comunicó sobre la mercadería almacenada en Villa Martelli y Tucumán, lo que se hizo con esos productos y lo que informó a la Justicia. Esta documentación, a la que accedió LA NACION, arroja luz sobre la política que ha implementado la gestión de Sandra Pettovello alrededor del stock, distinto a lo anunciado en los últimas semanas.
En primer lugar, y pese a que se dijo que los productos allí guardados tenían propósito de emergencias específicas y serían utilizados en situaciones puntuales, lo cierto es que la gestión de Javier Milei sí distribuyó alimentos a instituciones, la mayoría de ellas religiosas, mientras que cortó los envíos a las organizaciones sociales. A todas menos una.
Del listado de egresos de mercadería enviado por el Gobierno al juzgado de Sebastián Casanello surge una primera conclusión: desde el 18 de diciembre hasta el 22 de marzo, Capital Humano hizo entregas periódicas de comida a algunas entidades. Se hicieron 388 distribuciones caratuladas como “emergencias no gubernamentales”, por un total de 933.861 kilos, y 59 por “emergencias gubernamentales”, con 198.630 kilos. A partir del 23 de marzo, sin embargo, no hay registradas más salidas de los depósitos.
Las entregas hechas por “emergencias no gubernamentales” muestran un punto interesante. Durante estos meses, prácticamente no hubo entregas a organizaciones piqueteras. La mayor parte se hizo a filiales de organizaciones religiosas o ligadas a la Iglesia Católica y otros credos, Cáritas, la Fundación Conin, parroquias, consejos pastorales, obispados y asociaciones civiles eclesiásticas. Sin embargo, hay una excepción. Hubo una sola cooperativa de un movimiento social que recibió alimentos y, además, fue individualmente la entidad que más mercadería recibió. Se trata del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) –hoy renombrado como Movimiento Izquierda Juventud Dignidad–, de Raúl Castells.
Las ramificaciones de esa cooperativa percibieron entregas en cuatro oportunidades: el 18 de diciembre, el 12, 22 y 23 de enero, en distintas localidades del país. En total, fueron despachados a sus ubicaciones 166.500 kilos de alimentos. LA NACION se comunicó con Castells, que confirmó la información, pero dijo desconocer por qué su organización se trataba de una excepción. “Tal vez es porque no tenemos ninguna denuncia en nuestra contra. Nunca me comuniqué con ningún funcionario de este Gobierno”, afirmó, e insistió sobre sus diferencias con la administración libertaria. Castells fue objeto de polémica el año pasado cuando, durante la campaña presidencial, se dieron una serie de saqueos en todo el país. El dirigente asumió responsabilidad de haberlos fomentado.
Respecto de otras organizaciones civiles, en cantidad le siguen al MIJD el Obispado de Lomas de Zamora y el de Lanus/Avellaneda, con 40.600 kilos cada uno. Por otra parte, de manera directa, solamente enviaron alimentos a tres comedores: Comedor los Niños de Luz y Esperanza (1100 kilos), Comedor Pasito a Pasito por un mundo mejor (1500 kilos) y el Comedor San Cayetano (6950 kilos). Como organizaciones enteras, distribuidas en distintas personas jurídicas, Cáritas recibió 218.065 kilos, Conin 43.230 kilos y las distintas parroquias, 161.701 kilos.
En cuanto a las “emergencias gubernamentales”, el gobierno provincial al que más alimentos se entregaron fue al de Salta. Distribuidos en distintos despachos, recibieron 41.108 kilos de los 198.000, casi un cuarto del total. Entre Ríos, Jujuy, Corrientes, Santa Fe y Misiones fueron las únicas otras provincias receptoras. Por otra parte, la intendencia a donde se envió más mercadería no fue ninguna de las más habitadas y pobres del conurbano, sino Pinamar, con 24.370 kilos. Fueron 26 los municipios que recibieron alimentos. Continúan el listado Escobar, San Miguel, Almirante Brown, Berisso, Campana, Rauch, Morón, San Antonio de Areco, Dolores y Humauaca, entre otros.
En total, el Gobierno distribuyó 1.132.491 kilos de comida entre diciembre y marzo. Esto es cerca de una sexta parte de lo que tiene almacenado en este momento, que son exactamente 3.627.815 kilos en Villa Martelli y 2.275.172 en Tafí Viejo, un total de 5.902.987 kilos, es decir, casi seis mil toneladas de comida.
En las últimas semanas, sin embargo, se comunicó que el total era de cinco toneladas y que el 60% de lo almacenado era yerba mate. Del análisis realizado por LA NACION se extrae que del total de casi seis toneladas, el 52% corresponde a yerba, el 22% a distintos tipos de aceite, el 16% a leche en polvo, el 6% a legumbres, el 2% a puré de tomate y el 1% a pasta de maní. El resto se distribuye entre locro, arroz, harinas y pasas de uva.
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