"Algunos juegan para que se vaya Cristina"

Después de haber comparado las crisis ocurridas en 1987 y en 2001 con la situación actual, el gobernador de Misiones, Maurice Closs, insinuó ayer que "hay sectores que están jugando muy fuerte" para que Cristina Kirchner no concluya su mandato constitucional en término.

El funcionario kirchnerista hizo blanco de sus críticas en los "sectores sojeros", a quienes fustigó por no liquidar sus producciones para "recomponer las reservas" del país que se atesoran en el Banco Central.

"Hay gente que está jugando fuerte. En los últimos días el Gobierno va tomando decisiones buscando acomodar algunas cosas de acuerdo al tipo de cambio", dijo ayer Closs en declaraciones a Radio La Red. Además, el gobernador misionero advirtió: "A pesar de la devaluación [del peso] se hizo un acuerdo con los sojeros para que liquiden 400 millones de dólares semanales de la cosecha gruesa, pero la soja no aparece y la Argentina necesita como el aire recomponer reservas".

En ese marco, Closs agregó: "Creo que hay actores que no están pensando en la lógica del conjunto, uno de esos actores, claramente, tiene que ver con el dólar liquidación de la soja, que, constantemente, buscan una excusa para no liquidar".

Consultado si la semana pasada recibió un reto del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, tras comparar la crisis actual con la de Raúl Alfonsín o la de Fernando de la Rúa, Closs señaló que "para nada fue en ese sentido" la conversación que mantuvo con el funcionario.

E intentó aclarar: "Dije que hay situaciones parecidas como las que vivió Alfonsín en el 87 cuando le escondieron la harina días antes de elecciones legislativas. La harina se fue 50 por ciento arriba y el resultado electoral fue malo". Y luego agregó: "Lo que digo es que [ahora] hubo una devaluación que fue pintada al mundo de la economía y de la política como una mega devaluación, cuando en Brasil hubo una cosa parecida y no se la planteo de esa forma".

A favor de la devaluación

El gobernador misionero defendió la decisión de la Casa Rosada de "acomodar el tipo de cambio a 8 [pesos]" al admitir que "era absolutamente necesario para las economías regionales, para exportar y para recomponer la tendencia que hay en las reservas" del Banco Central.

"Si uno mira las reservas, es un número importante, pero la tendencia claramente no es buena", reconoció Closs. Y señaló: "La Argentina ya sabe el proceso político de terminar mal cuando no hay una visión de conjunto, cuando no hay una visión de patria".

La comparación que había hecho Closs de la situación actual con 1987 y con 2001 despertó reacciones en el kirchnerismo más duro. Los dirigentes Edgardo Depetri y Luis D'Elía dijeron que la actualidad nada tiene que ver con 2001.

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