Alfredo Leuco, duro con el Gobierno: “Faltan vacunas, sobran ladrones”
El conductor de El diario de Leuco se refirió a la manera en que enfrenta el Ejecutivo la segunda ola de coronavirus; “Estamos en una catástrofe sanitaria”, advirtió
- 8 minutos de lectura'
En su habitual editorial de El diario de Leuco, Alfredo Leuco se refirió este miércoles a la gestión que realiza el Gobierno respecto del control de la pandemia de coronavirus de cara a la segunda ola, y tuvo una visión muy crítica. El periodista habló de “catástrofe sanitaria”, y señaló que falla el sistema de vacunación. “Faltan vacunas, sobran ladrones”, sentenció.
“Estamos en el medio de una catástrofe sanitaria. Y todo el mundo se inquieta porque ve al Gobierno produciendo una segunda ola de mala praxis. Otra vez, comete los mismos errores. No está claro cuál es el plan de contingencia en caso de que estalle el sistema de salud y no estamos lejos de una hecatombe humanitaria”, comenzó el periodista de LN+.
“No solamente no llegaron las 10 millones de vacunas que Alberto Fernández prometió -continuó. Además, ahora, la ministra (de Salud de la Nación, Carla) Vizzotti ni siquiera se anima a decir ni una palabra al respecto. No sabe/ no contesta cuando los periodistas le preguntan qué día y que cantidad de dosis van a venir”.
A continuación, Leuco expresó: “Eso produce más preocupación todavía. Porque exhibe la fragilidad de la gestión y el fracaso contundente en la adquisición de vacunas. Todos los países o casi todos, tienen suficiente cantidad. Pero acá faltan vacunas y sobran ladrones”.
“No solamente los corruptos de estado que se enriquecieron en los anteriores gobiernos kirchneristas. Ahora hablamos de ladrones de vacunas”, agregó.
Más adelante, el conductor de El diario de LN+ señaló que “estos muchachos buscan la impunidad de rebaño”. “Este Gobierno de mediocres y no de científicos está desarrollando un plan de impunidad para Cristina y no logra establecer un buen plan de vacunación”, sentenció.
“Deberían dejar de mirar para otro lado y multiplicar las vacunas y los testeos. No hay otro camino. Con ideología y magia esto no se soluciona. Es insólito que el ministro (de Salud de la Provincia de Buenos Aires) Daniel Gollán haya dicho que ‘hay que cruzar los dedos’ para que vengan las vacunas”, añadió el periodista.
A continuación, Leuco señaló las pocas dosis de vacunas que estaban quedando en diversas urbes del país y señaló: “Tener que suspender la vacunación es el resultado de esta segunda ola de mala praxis con que castigan al pueblo argentino”.
“Y eso que se hizo la cuarentena más estricta y larga del mundo -continuó-. Fracaso absoluto. Este crimen de lesa inutilidad tiene varios responsables, empezando por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, que se cansó de hacer mamarrachos con forma de filminas y de decir barbaridades dignas de una persona que no entendió nunca lo que estaba pasando”.
“El virus más peligroso es el del cristinismo chavista, autoritario y manipulador. Y las peleas de poder son a esta altura una provocación explosiva. Enrique Tierno Galván, el ex alcalde socialista de Madrid, dejó una definición extraordinaria: ‘El poder es como un explosivo, o se lo maneja con cuidado o explota’. El Gobierno de los Fernández debería tomar nota”, concluyó Alfredo Leuco.
El editorial completo de Alfredo Leuco
Nunca es bueno negar la realidad. Y mucho menos cuando los contagiados y los muertos aumentan todos los días. Eso genera angustia. Estamos en el medio de una catástrofe sanitaria. Y todo el mundo se inquieta porque ve al Gobierno produciendo una segunda ola de mala praxis. Otra vez, comete los mismos errores.
Consulta al mismo grupo de científicos que tanto se equivocaron en la primera ola. Otra vez es un grupo cerrado sobre sí mismo. No escuchan el reclamo de que lo mejor es ampliar las miradas y las profesiones y las experiencia de los que aportan sus ideas y conocimientos.
La definición de locura que le atribuyen a Einstein, es hacer lo mismo y esperar un resultado distinto. No está claro cuál es el plan de contingencia que tiene el Gobierno para el caso de que estalle el sistema de salud. Y no estamos demasiado lejos de es hecatombe humanitaria. Tampoco se sabe cuál plan de derivación de pacientes a terapia intensiva se va a realizar en forma transparente, eficiente y que no repita la vergüenza inmoral del tráfico de vacunas para los privilegiados del poder.
Es tan inoperante el Gobierno nacional que en el Presupuesto, la ley de leyes, ni siquiera destinó fondos para enfrentar este “tsunami” como lo calificó Kicillof.
El miedo útil nos hace levantar la guardia y encender la luz roja de alerta. Con el riesgo de simplificar en exceso, mucha gente define este momento estremecedor con un juego de palabras: “Faltan vacunas y sobran ladrones”.
No solamente no llegaron las 10 millones de vacunas que Alberto Fernández prometió. Además, ahora, la ministra Vizzotti ni siquiera se anima a decir ni una palabra al respecto. No sabe/ no contesta cuando los periodistas le preguntan qué día y que cantidad de dosis van a venir.
Eso produce más preocupación todavía. Porque exhibe la fragilidad de la gestión y el fracaso contundente en la adquisición de vacunas. Todos los países o casi todos, tienen suficiente cantidad. Pero acá faltan vacunas y sobran ladrones.
No solamente los corruptos de estado que se enriquecieron en los anteriores gobiernos kirchneristas. Ahora hablamos de ladrones de vacunas. No solamente de muchachos camporistas que se creen revolucionarios y muestran su brazo con la jeringa y los dedos en ve.
Hablo de los dirigentes que derrumbaron la confianza y la imagen de este Gobierno al violar la ley y el orden establecido para la vacunación de protocolos científicos e igualitarios. Hablo de personajes oscuros que alguna vez van a tener que dar explicaciones a la justicia como Zannini, Ferraresi, Massa, Eduardo Valdés, Jorge Taiana y Horacio Verbitsky, entre otros.
Como dice Jorge Fernández Días, estos muchachos buscan la impunidad de rebaño y “la gente se da cuenta de que son unos truchos”. Se viene un cierre tan complicado con este cierre de las escuelas. ¿Aguanta la población que se quedó sin trabajo una nueva cuarentena eterna?
Este Gobierno de mediocres y no de científicos está desarrollando un plan de impunidad para Cristina y no logra establecer un buen plan de vacunación. No es tan complicado. Lo que pasa es que politizaron todo en lugar de profesionalizarlo. Hicieron clientelismo con la enfermedad.
Y encima insisten con esa idea hostil y anti democrática de buscar culpables en lugar de soluciones.
Todo el tiempo se sacan de encima la responsabilidad y apuntan contra la ciudad de Buenos Aires. Me dicen que Horacio Rodríguez Larreta va a declarar la educación esencial y va a seguir dando clases presenciales en CABA.
Wado de Pedro llegó a la grave irresponsabilidad de hablar de una cepa “Buenos Aires”. ¿Y qué tal si a esa nueva cepa que ojalá no llegue nunca se la llama cepa Argentina o cepa K? Que forma de dispararse en los pies y de producir bronca y hostilidad.
Fernanda Vallejos que suele hablar por boca de Cristina llegó a decir que Larreta tiene “actitudes criminales” y Sergio Berni sobreactuó una mentira al decir que la ciudad está “absolutamente colapsada”. ¿Y por casa, como andamos, Berni? En el Conurbano, ¿Todo, está tranquilo? ¿La gente respeta los protocolos y no crecen los casos?
Está claro que el Conurbano es una bomba viral. Porque todo el tiempo estamos viendo que la mitad de los casos provienen de la provincia de Buenos Aires. Deberían dejar de mirar para otro lado y multiplicar las vacunas y los testeos. No hay otro camino.
Con ideología y magia esto no se soluciona. Es insólito que el ministro Daniel Gollán dijo que “hay que cruzar los dedos” para que vengan las vacunas. No es una cuestión de fe, de magia. Nada viene del cielo. Los planes serios y rigurosos hay que construirlos, no vienen hechos. La ciudad se queda sin vacunas en 15 minutos, Córdoba ya no tiene que aplicar, y otras provincias están al límite.
Tener que suspender la vacunación es el resultado de esta segunda ola de mala praxis con que castigan al pueblo argentino.
Es imposible olvidar cuando, desde el Gobierno, se dijo que si hubiera estado Mauricio Macri de presidente, los fallecidos hubiesen llegado a 10 mil. Eso se llama escupir sangre para arriba. Eso se llama triunfalismo vacío.
Y eso que se hizo la cuarentena más estricta y larga del mundo. Fracaso absoluto. Este crimen de lesa inutilidad tiene varios responsables, empezando por el presidente de la Nación, Alberto Fernández que se cansó de hacer mamarrachos con forma de filminas y de decir barbaridades dignas de una persona que no entendió nunca lo que estaba pasando.
El virus más peligroso es el del cristinismo chavista, autoritario y manipulador. Y las peleas de poder son a esta altura una provocación explosiva. Uno se pregunta ¿Dónde está el piloto? ¿Dónde está Cristina? Esta gente pasa del abuso de poder a la debilidad del poder. Enrique Tierno Galván, el ex alcalde socialista de Madrid, dejó una definición extraordinaria: “El poder es como un explosivo, o se lo maneja con cuidado o explota”. El Gobierno de los Fernández, debería tomar nota.
Otras noticias de Periodistas
Fin de una etapa. El llanto de Sergio Lapegüe al despedirse de TN: “Me los llevo en el corazón”
"Lo escuchamos ladrar". El desgarrador rescate de una perrita tras el paso del huracán Milton en Florida: sus dueños murieron
Susto. El momento en que un periodista fue golpeado por un objeto contundente mientras cubría en vivo el huracán Milton
- 1
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti
- 2
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 3
Dinero, control policial y culto a la personalidad. El sistema que montó Gildo Insfrán en Formosa y que la Corte buscó clausurar
- 4
Una “cueva” y dos cuentas: así fue la trama que llevó al juez Lijo a sobreseer a Andrés Vázquez, actual director de la DGI