Alfredo Cornejo: "Alberto Fernández nos va a encerrar en otra cuarentena si se viene la segunda ola de la pandemia"
Alfredo Cornejo ha sido una de las voces opositoras más críticas del primer año de gestión de Alberto Fernández. Lejos de los buenos augurios del oficialismo sobre un repunte de la economía el año próximo, el diputado y jefe del radicalismo advierte que el problema inflacionario, en lugar de resolverse, se agravará porque –insiste– el Gobierno carece de un plan económico integral. También cuestiona su gestión en materia sanitaria y alerta que, de agravarse la pandemia en el país, Fernández apelará como toda solución a decretar una nueva cuarentena estricta.
"Está clarísimo que al país le falta un plan en lo económico y en lo sanitario para enfrentar la pandemia. Contra lo que dice el Gobierno, la Argentina no va a estar vacunada para febrero ni para marzo y lo más probable es que la única estrategia que tenga en mente Alberto Fernández ante una segunda ola será volver a encerrarnos en una cuarentena", pronosticó Cornejo, en diálogo con LA NACION.
–¿Cree que el Gobierno tendrá la espalda para decretar una nueva cuarentena con todo el desgaste que originó la primera?
–Al peronismo kirchnerista no le preocupa mucho eso: así como lo hizo la primera vez, lo haría de vuelta, por supuesto que rodeado de un relato épico.
–El Gobierno confía en que podrá neutralizar el impacto de una segunda ola con la campaña de vacunación que inició con la vacuna rusa. ¿No es una esperanza?
–Yo estoy a favor de la vacunación. Pero las vacunas deben dar previsibilidad y los estudios deben estar verificados y homologados por agencias de seguridad serias, como la europea y la estadounidense. En cambio, estamos experimentando con una vacuna nueva y no sabemos con certeza si es eficaz y segura. Mientras tanto, en los países vecinos ya están vacunando con vacunas que se saben eficaces y seguras y este Gobierno ha sido incapaz de cerrar un acuerdo con estos laboratorios. Solo logró traer escasísimas 300 mil dosis de la vacuna rusa hasta ahora.
–Sin embargo, los gobernadores de la oposición recibieron de buena gana la vacuna rusa y en sus provincias iniciaron la campaña de vacunación.
–Pero no hay otra cosa. ¿Hay otra vacuna disponible? Los gobernadores no pueden salir a comprar vacunas por el mundo. ¿Qué otro camino les queda? Dependen del gobierno nacional.
–En caso de que el Gobierno decretase una nueva cuarentena, ¿cómo se va a plantar Juntos por el Cambio?
–Nosotros vamos a exigirle al Gobierno que esta vez equilibre perfectamente la economía y la salud, no como sucedió durante la primera ola.
–¿Cómo evalúa el primer año de gestión de Alberto Fernández?
–El Gobierno nunca tuvo un plan económico y sanitario integral, por eso apeló a medidas improvisadas y a leyes espasmódicas con el apoyo de algunos bloques obedientes. Aplicaron meros paliativos sobre problemas recurrentes que se arrastran desde hace muchos años. Fue un primer año a pura improvisación. La cuestión de las tarifas es un ejemplo claro: un día dicen que van a actualizarlas, al otro día dicen que las mantendrán congeladas. Y seguramente así continuarán durante este año, que es electoral. Pero esto no es neutro, porque tendrá un impacto enorme en la inflación. No descarto tampoco que repongan los programas de emergencia IFE y ATP, pese a que habían anunciado que este año no correrían más. Esto implicará que vuelvan a emitir moneda, con el correspondiente impacto inflacionario.
–Ante este escenario y considerando que estamos en un año electoral, ¿cómo se va a plantar Juntos por el Cambio?
–La prioridad es continuar unidos. Es la primera vez que el peronismo gobierna frente a una oposición unida. Yo me siento garante, constructor de esa unidad. Debemos representar una mirada distinta, abierta a acuerdos, pero con una mirada puesta en los que generan riqueza genuina en el país, que no son los grandes empresarios, sino las pequeñas y medianas empresas, los sectores medios y los sectores empobrecidos con cultura de trabajo. Debemos representarlos.
–Este sector fue el que les dio un voto de confianza en 2015 y en 2017, pero se sintió defraudado por la gestión de Mauricio Macri y votó a Alberto Fernández en 2019. ¿Cómo harán para volver a seducir ese electorado?
–Debemos llevar un mensaje distinto del kirchnerismo y no intentarle ganar en el campo del populismo. Es cierto: una parte de ese electorado de sectores medios trabajadores le dio el triunfo a Fernández, pero también es cierto que la gestión actual no ofrece resultados concretos, carece de un plan integral y, por lo tanto, podría volver a confiar en nosotros si repasamos los errores, renovamos nuestra dirigencia y presentamos una propuesta aggiornada a un contexto de crisis aún más grave que la de 2015.
Máximo Kirchner creo que no le ofrece ningún futuro a la Argentina sino que, al contrario, ofrece más pasado. A diferencia de sus padres, no tiene formación ni intelectual ni experiencia de gestión
–Hoy Juntos por el Cambio no presenta liderazgos tan claros. ¿Quiénes podrían competir el año próximo?
–Está claro que la madre de las batallas se dará en Buenos Aires y, sobre todo, en el conurbano bonaerense. María Eugenia Vidal tiene una nueva oportunidad de ponerse al hombro una candidatura de Juntos por el Cambio, y otros dirigentes, como Emilio Monzó, pueden hacer su contribución desde otro lugar. Lilita Carrió, si se anima a competir en Buenos Aires, es otra figura importante. Pero también debemos incorporar otros dirigentes, gente más disruptiva que provenga de la periferia de la política, como Facundo Manes. Él podría tener una penetración fuerte en el conurbano y provincia.
–¿Cómo lo ve a Horacio Rodríguez Larreta? ¿Cree que debería reforzar su perfil opositor este año?
–Las dificultades que él tiene con el gobierno nacional son, a la vez, fortalezas. Tiene una buena consideración en las encuestas, creo que realiza una buena labor como jefe de gobierno de la Capital, que es una vidriera del país muy importante, y como dirigente opositor. Él sostiene que su objetivo es llegar a 2023 con un equipo de gobierno y un programa muy definido: eso me llena de entusiasmo. Después, si en lo discursivo es más blando o más duro, no es relevante.
La Argentina necesita un presidente fuerte. Hoy no lo tiene, porque la alianza de Fernández con Cristina y Máximo lo desperfila y, segundo, porque tampoco quiere asumir la responsabilidad
–¿Y Macri?
–Él está haciendo una contribución muy importante a la unidad. Es consciente de la necesidad de mantenernos unidos para tener chances alternancia argentina 2023. Lo veo mejor en este rol. Si es candidato, más delante se definirá.
–Máximo Kirchner asoma como el futuro mandamás del PJ bonaerense y aseguró que el Frente de Todos le va a volver a ganar a Juntos por el Cambio.
–No lo conozco a Máximo Kirchner. Creo que no le ofrece ningún futuro a la Argentina sino que, al contrario, ofrece más pasado. A diferencia de sus padres, no tiene formación ni intelectual ni experiencia de gestión.
–¿Cree que este año Fernández seguirá bajo la influencia omnipresente de Cristina Kirchner?
–Nuestro diseño constitucional es presidencialista y la Argentina necesita un presidente fuerte. Hoy no lo tiene. Por dos motivos: porque la alianza de Fernández con Cristina y Máximo Kirchner lo desperfila y, segundo, porque tampoco quiere asumir la responsabilidad de liderar el Gobierno. Mientras esto continúe así, persistirá la incertidumbre y la falta de un rumbo claro en la economía.
–¿Usted será candidato a senador por Mendoza este año?
–Veremos. Mendoza está bien preparada para ganar esta elección. En marzo o abril definiremos.
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