Alejandra Gils Carbó denunció una persecución macrista y se comparó con las víctimas de la dictadura
La exprocuradora dijo que la presionó un “aparato estatal” para que renunciara y acusó a los jueces Julián Ercolini y Claudio Bonadio de haber sido parte de la maniobra
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La exprocuradora Alejandra Gils Carbó cuestionó esta mañana la decisión del juez Julián Ercolini de enviarla a juicio oral y dijo que tanto él como el fallecido juez Claudio Bonadio la “persiguieron” durante el gobierno de Mauricio Macri.
Ayer, el juez Ercolini elevó a juicio oral la causa en la que se investiga a la exprocuradora por supuestas irregularidades en la compra de un edificio para la Procuración. La decisión judicial se conoció el mismo día que Gils Carbó declaró como testigo en otra causa, donde se investigan las supuestas presiones de la mesa judicial macrista. Gils Carbó dijo que renunció a su cargo forzada por el gobierno de Mauricio Macri.
En declaraciones a Radio 10, Gils Carbó afirmó esta mañana que “no se entiende” de qué delito la acusan y señaló a los jueces de instrucción Bonadio y Ercolini por haber instruido las causas contra ella y sus hijas.
“Encárguense, no la quiero en mi gobierno, dijo Macri antes de asumir”, relató hoy Gils Carbó. Y agregó: “Hubo quienes salieron a cumplir la misión, tanto sus funcionarios políticos como los jueces [Julián] Ercolini y [Claudio] Bonadio, que fueron los que tomaron la misión de perseguirme”, dijo la exprocuradora esta mañana, en diálogo con Radio 10.
Respecto de por qué no denunció las supuestas presiones, dijo: “Me preguntaron por qué no denuncié en su momento y yo les respondí que lo mismo le preguntaban a las víctimas de terrorismo de Estado, y que yo también había sido víctima de un aparato estatal organizado y que estaba ejerciendo violencia en mi contra y que por eso no los denuncié. Macri decía en campaña que si él asumía yo me tenía que ir”.
“Esta causa empezó con un sobre anónimo, bajo la fiscalía de [Carlos] Rívolo, que decía que yo había comprado un edificio para beneficiar a mi exmarido. Después esa hipótesis cambió y la Cámara dijo que yo no cobré ninguna comisión y que no perjudiqué al Estado. Entonces dicen que yo direccioné esa licitación porque quería para mi despacho un edificio señorial, es decir, dos argumentos, que además de que no existe ese delito, son misóginos”, relató Gils Carbó. Y agregó: “No tienen argumento, pero voy a ir juicio oral”.
Además, se refirió a la causa que había instruido Bonadio contra sus hijas. “Yo tenía al juez Bonadio acusando a mis hijas por tener un portal de noticias, por asociación ilícita, coacción, defraudación a la administración pública y violación de secretos, eran delitos que sumaban como diez años de prisión, donde hizo tareas de inteligencia reiteradas. Mandaba oficios a todos sus trabajos pasados presentes y futuros con el fin de provocar daño”, dijo la exprocuradora.
“Fue un cúmulo de factores -agregó-, también habían conseguido que un juez contencioso dictara una sentencia donde decía que el procurador se podía remover de cualquier manera, declarando la inconstitucionalidad del juicio político. Eso fue días antes de mi renuncia”.
Gils Carbó dejó la Procuración en octubre de 2017. Desde entonces el cargo está vacante y lo ocupa, como interino, el fiscal Eduardo Casal, un funcionario de carrera del Ministerio Público.
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