Alegato por la independencia de la Justicia y contra las presiones políticas en la Asociación de Magistrados
Los jueces celebraron la promesa de Javier Milei de mayor autonomía financiera para el Poder Judicial; estuvo Mariano Cúneo Libarona, que elogió el trabajo de los tribunales
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El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y el titular de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Andrés Basso, dijeron el jueves por la noche que celebraban los anuncios del nuevo Gobierno en materia de Justicia y llamaron a construir un diálogo maduro entre poderes del Estado. Destacaron particularmente que Javier Milei haya dicho que quería darle mayor autonomía financiera al Poder Judicial.
Rosatti y Basso fueron dos de los oradores de la cena anual de la Asociación de Magistrados, principal agrupación de jueces del país, un encuentro en el que, después de años de conflicto entre la Corte y el Gobierno, primó un clima de consenso con la gestión entrante.
Los otros dos oradores de la noche fueron Marcelo Galle Tagle, presidente saliente de la Asociación (Basso asumió el jueves) y el flamante ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que tuvo un discurso muy elogioso de la Justicia, prometió que los tribunales no sufrirán “presiones” y relató que Milei le pidió tres cosas: promover la independencia judicial, cubrir las vacantes de los tribunales según la idoneidad de los candidatos y poner fin a las “operaciones” de modo de “prestigiar la Justicia”. Los jueces lo escuchaban muy conformes, incluso cuando muchos están convencidos de que no será fácil llevar a la práctica las reformas que Cúneo Libarona dijo que tenía en carpeta.
De la cena participaron todos los miembros de la Corte Suprema (Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti), el procurador general interino, Eduardo Casal; la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez; el líder del gremio judicial, Julio Piumato, miembros del Consejo de la Magistratura y decenas de jueces, fiscales y funcionarios de juzgados, fiscalías y defensorías. Había más de 600 personas.
“Estamos terminando un año difícil para el Poder Judicial, en el que tuvimos que defender su independencia”, señaló Rosatti, que además de la Corte preside el Consejo de la Magistratura. “Hemos tenido que hacer reclamos muy duros por lo que nos correspondía”, agregó, en alusión a los problemas con el gobierno de Alberto Fernández para hacerse de los fondos que reclamaban para el Poder Judicial. Fue entonces cuando dijo: “Celebro que el actual Presidente haya defendido la autarquía real del Poder Judicial. Lo reclamamos y sabemos que lo vamos a tener”.
“Debemos aplicar la Constitución y la ley independientemente de que sea un año electoral”, añadió, tras un año marcado por la disputa en torno al fallo de la coparticipación federal que benefició a la ciudad de Buenos Aires y el tope que el máximo tribunal aplicó a las ambiciones reeleccionistas de mandatarios provinciales.
“Creemos en el diálogo entre poderes que sea maduro para entender las necesidades del otro sin invadir sus competencias. Me pidieron juicio político por decir que tiene que haber diálogo entre los poderes”, continuó, para cerrar con la mirada puesta en los juzgados vacantes: “Antes de fin de año vamos a aprobar el sistema de concursos anticipados”. El problema de la falta de designaciones estuvo presente en los distintos discursos, incluso en el de Cúneo. “No puede ser el número de vacantes que existe en los distintos fueros. Es tremendo”, afirmó. Y dijo que la sobrecarga que eso genera en los magistrados (que tienen que hacerse cargo de más de un juzgado) “te hace perder nivel”.
“Es mucho lo que debemos mejorar, pero es mucho lo que se ha hecho”, dijo Rosatti, que afirmó: “Queremos una Justicia fuerte, una Corte fuerte, tres poderes fuertes. Queremos un Estado fuerte, más allá del tamaño”.
En su primer discurso como titular de la asociación, Basso -uno de los tres jueces que hace un año condenaron a Cristina Kirchner- protagonizó un enfático alegato por “la división de poderes”, pidió “dejar de lado” cualquier presión o “condicionamiento” del poder político y económico, y criticó el juicio político que el kirchnerismo impulsó contra la Corte Suprema. “Genera pesar y preocupación”, afirmó sobre ese proceso.
En el plano interno, apuntó a la “sobrecarga alarmante” que generan las vacantes, a la “importante inequidad de género” en todos los niveles judiciales y criticó la “desigualdad” que generó la aplicación del impuesto a las ganancias sobre los salarios de los nuevos magistrados. “La modificación de nuestro régimen jubilatorio es inexplicable y nunca se ofreció una explicación racional”, dijo.
Cúneo Libarona transmitió el saludo del presidente Javier Milei. “Apenado por no poder asistir me comunicó que les demuestre su respeto ante esta asociación”, dijo. “Yo me siento como uno de ustedes, nada más que ahora tengo otro rol y otra tarea”, aseveró el ministro, que inició su discurso retomando la principal línea argumentativa del Gobierno en el marco del ajuste. “Es el momento histórico de hacer sacrificios, hay que hacer esfuerzos”, señaló, y dijo que asumió el cargo “pensando únicamente en la Patria y la Justicia”. Sostuvo que es lo que le hubiera gustado a su padre, que fue fiscal de Cámara durante 20 años.
“Javier me dijo: ‘Yo quiero que haya independencia judicial y división de poderes y que se respete a los jueces’. Segundo, me dijo: ‘Para las vacantes ni amiguismo ni política, elegí idoneidad’. Por último, me dijo: ‘Yo quiero que no haya más escándalos en la Justicia’”, agregó el ministro, que calificó el juicio político contra la Corte como un “disparate”.
“El juicio político a la Corte, las presiones políticas, se tienen que terminar. Debemos tener una Justicia seria”, añadió, para insistir en que la gran prioridad de su gestión será completar las vacantes judiciales, que afectan a un tercio de los tribunales nacionales y federales. También dijo que buscará instaurar los juicios por jurados, mejorar la velocidad de los procesos (relató que estaba trabajando en un proyecto en ese sentido con el académico Daniel Pastor) y ubicar a la víctima como eje de la política criminal entre los mandatos de su ministerio.
“Hace apenas 4 días asumió un nuevo gobierno y hacemos votos por el éxito de esta nueva gestión porque es el éxito de la población Argentina”, remarcó por su parte el antecesor de Basso en la presidencia de la Asociación Marcelo Gallo Tagle. “Sepa Ministro de Justicia y hágale llegar al Presidente que esta Asociación está a disposición de todo lo que esté al alcance para contribuir a la Independencia Judicial”, completó.
Los discursos fueron antes de la cena. Después, terminado el momento de los postres, tomó el micrófono el juez de la Corte Carlos Rosenkrantz para el brindis final. Dijo que él también se referiría a la independencia judicial, pero con una “exhortación”.
“Todos los oradores que me precedieron la mencionaron, pero yo quiero decir algo parcialmente distinto que he dicho muchas veces”, comenzó. Rosenkrantz dijo: “Ser independiente de otros, en especial de los poderosos, es un deber ineludible, pero también es un deber ineludible ser independiente de nuestras propias condiciones morales, políticas, ideológicas y religiosas”. Y advirtió: “No podemos ser militantes de ninguna causa: la única causa que podemos militar es la militancia del derecho”.
El encuentro fue en uno de los salones del complejo Golden Center de Parque Norte.
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