Alberto Fernández y Sergio Massa acordaron dar de baja la ley de alquileres
El Presidente y el ministro de Economía lo resolvieron durante el almuerzo que sostuvieron ayer; se vienen medidas luego de nuevas críticas del FMI
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El almuerzo que mantuvieron ayer en la Casa Rosada el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, tuvo como marco las renovadas exigencias del FMI, orientadas a bajar el déficit y conseguir reforzar las reservas internacionales.
En el cónclave, del que trascendieron escasos detalles, sí se acordó dar de baja la controvertida ley de alquileres, que fija nuevas reglas como tres años de contrato y ajuste por inflación y variación salarial, en un contexto inflacionario que generó por igual quejas de inquilinos y propietarios.
“La ley de alquileres no va más”, afirmaron muy cerca del ministro de Economía, sin dar mayores detalles de cómo sería el nuevo esquema, luego del fracaso de distintos intentos legislativos, sobre todo desde la oposición, para modificar el nuevo régimen que comenzó en 2020.
Para mañana, está previsto el lanzamiento de otra edición del denominado “dólar soja”, con el que Massa intenta conseguir fondos frescos para reforzar las reservas, a cambio de un dólar estimado en $300 para los exportadores.
La noticia trasciende en un momento clave para el mercado de los alquileres sin oferta, alta demanda y precios desmesurados.
Desde su entrada en vigencia, el 1º de julio de 2020, la norma cosechó fuertes críticas del sector inmobiliario y los propietarios, quienes sostienen que generó incertidumbre e inseguridad jurídica en el mercado, lo que se trasladó al precio de la renta.
Las dos críticas más fuertes se centran en la ampliación del plazo de los contratos que se extendieron de dos a tres años, y en la actualización anual en base a un índice que establece en Banco Central -que cruza salarios e inflación-. Antes, lo acordaban el inquilino y el propietario teniendo en cuenta la inflación y solía actualizarse dos veces al año.
“La ley implicó un aumento del riesgo para el propietario y eso provocó dos efectos: que una parte decida no seguir alquilando [por ello, la retracción en la oferta] y que otra siga haciéndolo, pero a un precio mucho mayor. Es lo mismo que pasa con cualquier riesgo de inversión. Hay gente que no está dispuesta a asumirlo, aun subiendo el precio, entonces lo retira del mercado”, aseguró José Rozados, director de Reporte Inmobiliario.
Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria, coincide: “Al final, terminó perjudicando a todos por igual: a los inquilinos, por la falta de oferta y la suba de los precios; y a los propietarios, por el nivel de incertidumbre que no les permite tomar la mejor decisión. El daño [al mercado inmobiliario] es mucho mayor del que se cree y, como es difícil de medir, se desestima”.
Precios en alza
El costo del alquiler en la Argentina subió un 245% desde la sanción de la nueva ley de alquileres 27.551, que entró en vigencia el 1 de julio de 2020. En números, un contrato que ese mes se cerraba por un valor de $20.000 hoy se transformó en uno de $69.000.
Desde entonces, el índice de alquileres computa un total de 32 meses consecutivos de crecimiento desde julio de 2020 hasta marzo de 2023. Los datos surgen de un análisis del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano sobre los datos del Banco Central de la República Argentina.
En este contexto, los especialistas en el sector proyectan que este semestre será el peor en la historia para el mercado locativo. El desalentador pronóstico tiene un motivo claro: el 30 de junio se cumplen tres años de la entrada en vigencia de la ley 27.551 que en plena pandemia dejó en terapia intensiva al mercado, ya que, como se dijo, contribuyó al desabastecimiento en la oferta -a partir de una gran cantidad de propietarios que decidieron volcar los inmuebles a la venta- y un fuerte aumento de los precios de los contratos.
Sin ir más lejos, en marzo los contratos que se renovaron en base al ICL comenzaron con subas de un 89,9%. Por otra parte, para los primeros días de este mes, se estima que quienes deban actualizar el monto del alquiler verán reflejado en su cuenta un aumento del 92,59%, según las estimaciones del Instituto de la Vivienda de la Ciudad.
Quienes deban hacer la actualización anual a mediados de mes enfrentarán subas un poco más altas, del 93,75%.
Mientras tanto, hace tiempo que los nuevos contratos de alquiler (es decir los casos de los departamentos y casas que están disponibles en el mercado) superaron esa barrera. En febrero, quienes buscaron departamento para alquilar en la ciudad se encontraron con que las unidades publicadas habían aumentado un 111,9% en el último año.
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