Alberto Fernández y las redes: entre el control personal y las exigencias de la presidencia
Si sale sin punto final, si aparece con algún error de puntuación, si es relativamente corto y está escrito en lenguaje coloquial, probablemente el mensaje haya sido escrito y publicado por Alberto Fernández. Si aparece prolijo y la cantidad de caracteres está cerca del máximo permitido, lo más seguro es que haya sido su community manager. Eso sí, con la previa supervisión del Presidente.
Fiel al estilo de poder radial, -o, como dicen los manuales de liderazgo: "directivo", en contraposición a la figura del líder "delegativo"-, Fernández solo deja que sus colaboradores más cercanos "toquen" sus redes sociales. Durante la campaña se negó a compartir las contraseñas de sus redes con el equipo de comunicación que lideraba Juan Courel con participación de técnicos y referentes de distintas vertientes del peronismo.
La única que tiene acceso directo es su community manager, cuyo nombre se mantiene en reserva; es la líder de un equipo de cinco personas que trabajaron en la campaña y ya están operativos en la Casa Rosada, aunque con bajo perfil. Sus designaciones aún no fueron oficializadas. Fernández asumió el poder hace poco 20 días. Pero los nombramientos que aparecieron a diario en el Boletín Oficial fueron para cargos ministeriales o para las carteras relacionadas con la economía, la producción y la cuestión social, las preocupaciones urgentes del Gobierno.
Supervisión
Solo algunas publicaciones pueden ser hechas en su nombre. Por ejemplo, declaraciones textuales a un programa de radio. Y aún así, todo lo que sale tiene que pasar por su previa supervisión. Por eso sus actividades casi siempre aparecen primero en los medios y, después, en sus redes. Quizá, con una diferencia de horas. La inmediatez que brinda -y exige- internet, en este caso, no es prioritaria.
La regla del control riguros permaneció durante toda la campaña, incluso cuando la comunicación de Fernández se multiplicó tras el triunfo en las PASO. Y sigue vigente. Desde que es candidato, el único día que brindó vía libre para que sus colaboradores publicaran en sus redes oficiales fue el 10 diciembre. El traspaso de mando no dejó otra opción.
El contraste con la comunicación digital de Mauricio Macri es evidente. Aunque el exmandatario tenía cierta participación en los contenidos que se publicaban en las redes sociales oficiales, en general eran pensados y distribuidos por un equipo de especialistas en discurso y técnicos de la comunicación digital. Uno, en la Casa Rosada, dirigido por Julián Gallo, estaba a cargo de las piezas institucionales. Otro, en la sede del Pro, con Guillermo Riera al frente, se ocupaba de las publicaciones proselitistas. A veces se cruzaban.
Fernández disfruta de mantener breves conversaciones públicas con los ciudadanos-usuarios. Los miembros de su escueto equipo de comunicación digital transpiran cuando se percatan que tomó el celular y empezó a tuitear sin aviso. A veces sale bien, como cuando respondió públicamente varios mensajes durante más de dos horas, entrada la noche del miércoles 27 de noviembre. A veces, no tanto, como la mañana del jueves 28, cuando su espontaneidad mostró una cara menos feliz.
Ese día aún faltaban dos semanas para que asumiera, su Gabinete era un misterio y los codiciados nombres se filtraban a cuentagotas. Un usuario le mandó a Fernández un tuit con supuesta información sobre Diego Gorgal, un asesor de Sergio Massa que sonaba como posible Ministro de Seguridad. "Él no va a ser ministro. Y ojo que lo de [el senador Carlos] Caserio no está seguro. Cristina le pidió que siga en el Senado y le ofreció que se haga cargo de la Comisión de Presupuesto y Hacienda", respondió Fernández. Minutos después, borró sus propias palabras. Pero no pudo evitar una avalancha de especulaciones y lecturas políticas sobre las relaciones entre Massa, Cristina y él mismo.
"Extraño tuitear"
"Extraño tuitear y explicar lo que siento", sostuvo Fernández sobre sus intercambios en redes, antes del gaffe sobre los ministros. "Entré a Twitter y empecé saludando a un nuevo sociólogo. Y luego fue una catarata. Pero fue algo lindísimo. No dormir por una cosa así fue algo muy divertido", le dijo a Radio Colonia.
[R] muy divertido!!! hay que estudiar para aprobar los examenes!!! Ese el secreto. Mucha fuerza a todos. Desde mi corazón se los deseo. Y gracias por tanto cariño. https://t.co/CwiuaFd3qB&— Alberto Fernández (@alferdez) December 6, 2019
En los diez años que permaneció alejado del kirchnerismo, Fernández fue un usuario muy activo de Twitter, con más de 20 mil tuits publicados en su cuenta personal, @alferdez, creada en 2010. Aparte, en 2016 creó una cuenta que maneja hasta hoy su equipo de comunicación: @alferdezprensa.
Este año, cuando fue ungido por Cristina Kirchner como el precandidato a Presidente, circularon capturas históricas de sus respuestas a los usuarios en distintos años. Muchas eran insultos, que causaron polémica y críticas por la exhibición de un costado impulsivo.
He leído imbecilidades. Pero lo que acabas de decir es la máxima. Que pedazo de pelotudo resultaste !!! pic.twitter.com/QHD9UUy8i6&— Alberto Fernández (@alferdez) April 2, 2019
Uno de los tuits que despertaron polémica estuvodirigido al periodista Hugo Alconada Mon a raiz de una nota publicada en la nacion, que reveló que un colaborador del Presidente se involucró en el caso de facturas truchas que investiga al empresario kirchnerista Lázaro Báez. "De ningún modo amenacé a nadie. No quiero más que la política entre a los tribunales. Solo le dije que ese es un compromiso público", expresó Fernández luego.
Actualmente, el Presidente tiene 761 mil seguidores en Twitter, un número significativo en una red utilizada principalmente por referentes políticos, periodistas, empresarios, y líderes influyentes en general, y en menor medida por el público masivo. En Instagram, en cambio, la cuenta de Fernández tiene un millón de seguidores, con 444 publicaciones. Cerca del Presidente atribuyen el número al atractivo que ejerce entre los jóvenes. El usuario medio de esa red social tiene entre 18 y 35 años. En Facebook, otra red de tipo "popular" -con un perfil de usuario con un rango etario mayor- alcanza los 400 mil.
Días atrás, Fernández publicó en Instagram y Facebook una foto de él mismo atento a un escrito en su despacho en la Casa Rosada, junto a un texto donde les decía a sus seguidores que "le gusta mucho" tener contacto con ellos y les prometía "uno de estos días, o alguna noche, encontrarse en Twitter". Desde su entorno aseguran que el post fue idea y ejecución del Presidente. Si se tiene en cuenta su estilo, lo más probable es que su próxima interacción se produzca sin previo aviso.
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