Alberto Fernández viajó a Chile para limar asperezas y relanzar un vínculo con contratiempos
El Presidente fue recibido por su par, Gabriel Boric, tras una serie de desencuentros; habrá una bilateral para tratar temas económicos
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SANTIAGO, Chile.- Ni en sus proyecciones más pesimistas, Gabriel Boric y Alberto Fernández se imaginaron que la relación entre Chile y Argentina tendría tantos contratiempos con ellos en el poder. Y mucho menos que llegaría el minuto en que los mandatarios tendrían que sentarse a conversar para renovar -o restituir- el vínculo entre ambos países, después una serie de desencuentros.
Ese aspecto se transformó en uno de los ejes centrales de la visita de Estado que inició el presidente Alberto Fernández en Chile y que tuvo su punto de partida a las 11.12 de la mañana con su arribo al aeropuerto de Santiago, donde fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, el embajador en Chile, Rafael Bielsa, y la representante diplomática chilena en la Argentina, Bárbara Figueroa.
Tras la bienvenida, Fernández se dirigió a la comuna de Maipú, en el surponiente de la capital, para participar de la conmemoración de los 205 años del Abrazo de Maipú, el hito que protagonizaron los generales José de San Martín y Bernardo O’Higgins tras la victoria en la batalla contra el Imperio Español en 1818. En su primer encuentro, Fernández abordó a Boric con efusividad y repitió su ya característico gesto con su brazo izquierdo sobre el codo de su interlocutor, además de situar su mano sobre el rostro del presidente chileno de manera paternal.
Luego, ambos jefe de Estado participaron de un Tedeum de Acción de Gracias en Templo Votivo de Maipú con la presencia de autoridades de Chile y la Argentina, y sellaron la actividad con la recreación del histórico abrazo de los próceres como una “muestra de amistad” entre las dos naciones. Todo, en medio de gestos y miradas cómplices por parte de Fernández a Boric.
Tras la actividad, el presidente se dirigió a la residencia de la embajada Argentina en Chile, en el centro de Santiago, para participar vía telemática de la reunión organizada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador por la “Alianza de países de América Latina y el Caribe contra la inflación”. La instancia reunió a otros representantes de la región -incluido Boric- y fue ideado para formar un frente común que logre reducir las presiones inflacionarias, mediante “acciones coordinadas”.
En medio de la intensa agenda en Santiago, ambos mandatarios sostendrán a las 16.30 una reunión bilateral en el Palacio de La Moneda, en la que abordarán diversos temas económicos vinculados a inversiones, exportaciones y una mayor fluidez en la relación comercial.
Polémicas
Por cierto, y además de aquellos aspectos, los representantes aprovecharán la instancia para dejar atrás una serie de desencuentros que han minado la relación entre ambos países. Uno de ellos se remonta a las críticas, a través de una declaración del Grupo de Puebla, que realizó Alberto Fernández a la justicia chilena por la extensión del juicio que investiga el financiamiento ilegal de la política en contra de su amigo Marco Enríquez-Ominami. “Completamente impertinentes”, respondió en ese entonces el ministro de Justicia, Luis Cordero. “Yo respeto las instituciones y espero lo mismo de mis colegas”, señaló enfático Boric en febrero.
Aquel percance provocó una dura crítica de la bancada de parlamentarios del partido de derecha Unión Demócrata Independiente, en la antesala de la visita del mandatario argentino.
“El Presidente Fernández ha tenido una actitud absolutamente irrespetuosa con nuestro país, inmiscuyéndose en asuntos internos que no son de su competencia. Y por más que ambos mandatarios tengan una amistad por razones personales o ideológicas, lo anterior no es excusa para que el Presidente Boric manifieste su molesta, rechazo e incomodidad por las declaraciones que hizo -y que reiteró- sobre el sistema judicial chileno”, indicaron los legisladores Cristhian Moreira y Cristián Labbé esta semana. “Llega a ser bastante irrisorio que a la persona que se inmiscuyó en nuestros asuntos se le abran las puertas del país de par en par”, añadieron.
La relación con el embajador en Chile, Rafael Bielsa, también ha sufrido contratiempos y ha minado la fluidez entre los mandatarios. En septiembre de 2022, el funcionario fue llamado por la Cancillería trasandina para manifestarle su molestia por sus críticas a la derecha tras el triunfo del “rechazo” en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022.
Tras cartón, y en enero de 2023, el propio diplomático nuevamente estuvo en la polémica cuando reprochó al Senado chileno por la cancelación de un multimillonario proyecto minero Dominga. “A nosotros nos vendría bárbaro que nos avisaran, nada más que eso. Como tiene un impacto en las relaciones bilaterales, queríamos que estuviera informado”, fustigó Bielsa, lo que generó un nuevo cortocircuito entre la Cancillería chilena.
Esa situación, de hecho, provocó un nuevo conflicto relacionado con la filtración de un audio de una conversación privada de la Cancillería entre la ex ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, y parte de sus asesores, y en el que se criticaba con vehemencia al embajador Rafael Bielsa. “Tu embajador ataca directamente a la administración del Presidente Boric en un tema políticamente muy álgido. Sinceramente es inaceptable, a días -además- de que vayamos a la Celac-Argentina”, le dijo la exministra a su par argentino, Santiago Cafiero.
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