Alberto Fernández tuvo su debut internacional con la cabeza puesta en sumar apoyos por la deuda
JERUSALEN.- Con la cabeza puesta en sumar apoyos para la Argentina en la negociación de su inmensa deuda, el presidente Alberto Fernández tuvo hoy su debut en el escenario internacional en una cena de gala con más de 45 líderes del mundo, reunidos por Israel para condenar el racismo, el antisemitismo y el extremismo que hoy vuelven a ser amenazas.
"Esta reunión es histórica no solo para Israel y para los judíos, sino para la humanidad", dijo el anfitrión de la velada, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, que agradeció vivamente al medio centenar de presidentes, reyes y representantes de países como Alemania, Francia, Italia, España, Holanda, Bélgica, Grecia, la Unión Europea, entre muchos otros, por haber viajado al Quinto Foro Mundial del Holocausto, un evento sin precedentes para Israel, que significó un operativo de seguridad impactante en esta ciudad.
Único representante de América latina presente en un cita de gran importancia para Israel, que mañana tendrá su momento culminante en una ceremonia para recordar el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz, en el Museo de Yad Vashem, Fernández asistió a la cena solo acompañado por un intérprete.
Durante la recepción de honor y la gala, en la que hubo palabras del Rey de España en representación de los demás presentes, Fernández aprovechó para hablar con el soberano español, con el Rey Guillermo de Holanda y con el presidente de Italia Sergio Mattarella. También conversó con el gran rival del primer ministro Benjamin Netanyahu, el centrista Benny Gantz, en las elecciones que celebrará Israel a principios de marzo, las terceras en un año.
Apoyo frente al FMI
Con todos sus interlocutores, según contaron a LA NACIÓN, la conversación fue muy cordial y, aunque no se entró en detalles, giró en torno a la situación general de la Argentina y de la necesidad de contar con apoyo de muchos países europeos en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un tema que, más allá de los kilómetros de distancia que separan Jerusalén de Buenos Aires, es prioritario para Fernández, que siguió los vaivenes de los bonos y del riesgo país, pero sin preocuparse demasiado. "Pasa siempre en una situación como la que vive el país. Son juegos de tensión", dijeron allegados, que por otro lado aseguraron que durante la jornada el primer mandatario habló con la vicepresidenta, Cristina Kirchner. "Él habla permanentemente, es lo normal".
Durante la cena -que contó con pescado de entrada, lomo de plato principal y una marquise de chocolate de postre-, Fernández tuvo sentado a su lado al presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, y al presidente del Foro Mundial del Holocausto.
En la foto de familia que los líderes se tomaron al final, apareció sonriente al lado del presidente de Italia, Mattarella, al que volverá a ver en Roma el próximo 3 de febrero, en su segundo viaje al exterior, que comenzará con una audiencia con el Papa en el Vaticano, seguirá con un encuentro con el primer ministro, Giuseppe Conte, y seguirá luego en España, donde verá al rey Felipe y al jefe de gobierno, Pedro Sánchez. La gira culminará en Francia, donde se reunirá con el presidente Emmanuel Macron, con quien también se cruzó ayer en la cena.
El encuentro con Putin
Así lo confirmaron fuentes de la comitiva oficial, que adelantaron que probablemente mañana Fernández tendrá un "encuentro bilateral de a pie" con el presidente ruso, Vladimir Putin. Putin no estuvo hoy en la cena, sino que recién llegará mañana a Israel, donde se quedará apenas diez horas. "Como le tiene gran respeto a Cristina, levantó una bilateral que tenía para tener una caminata con Alberto durante la ceremonia central para recordar el Holocausto, que tendrá lugar en Yad Vashem", adelantaron.
Asistirán a este evento también los demás miembros de la reducida comitiva argentina que hoy, siempre con la cabeza puesta en ayudar a la Argentina a resurgir de sus cenizas, se abocó a otras actividades. El canciller Felipe Solá; el gobernador bonaerense, Axel Kiciloff -que prefirió no aparecer ante la prensa-; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, se desplazaron hasta Centro Peres por la Paz y la Innovación de Yaffo -a 70 kilómetros de Jerusalén-, para iniciar conversaciones para implementar proyectos conjuntos.
Beliz también aprovechará de la tarde de mañana para reunirse con directivos de la Autoridad de Innovación, entidad pública de Israel que promueve empresas del sector tecnológico.
La "escapada" deseada por el Presidente
Como Fernández nunca en su vida estuvo en Israel, esperaba poder hacer una escapada, mañana, al Muro de Los Lamentos, la Iglesia del Santo Sepulcro y la mezquita de Al Aqsa, tres sitios emblemáticos para el judaísmo, el cristianismo y el islam. Pero, por motivos de seguridad, parecía una misión imposible. "Alberto va a tener que conformarse con la vista espectacular de la Ciudad Vieja que tiene desde su cuarto. Pero viajar a Israel y no pisar la Ciudad Vieja es como ir a París y no ver la torre Eiffel", lamentó un allegado.
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