Alberto Fernández sintió el rigor de la interna oficialista en un acto en Mar del Plata
No hubo concejales ni dirigentes partidarios de peso como en su última visita, en enero; inauguró un edificio de ciencia y lo acompañaron solo los funcionarios que habían viajado con él desde Buenos Aires
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MAR DEL PLATA.- No hubo banderas ni bombos, tampoco marcha peronista. No se acercaron funcionarios ni legisladores locales del oficialismo y, aun cuando hay líneas internas, ni siquiera se necesitó estar pendientes del protocolo para resolver eventuales disputas por ubicación bien cerca del estrado. Por sobre todo, en la segunda visita que hace este año a la ciudad, no hubo apoyo político al presidente Alberto Fernández.
Como nunca antes se había visto aquí con Fernández o cualquier otro jefe del Estado, su presencia al frente de un acto oficial de gobierno no tuvo más compañía que la de sus colaboradores que viajaron con él desde Casa Rosada: el ministro de Ciencia, Daniel Filmus, y su vocera, Gabriela Cerruti.
En esta inauguración de la sede del Instituto Nacional de Tecnología de Materiales (Intema) se vio quizás el vacío más explícito de tropa propia que se haya visto aquí ante un mandatario nacional. Lejos, muy lejos de la primera escala que tuvo por estas playas hace dos meses, con presencia casi perfecta de todos los matices de la dirigencia peronista local, tanto arriba como abajo del escenario.
En aquella oportunidad, cuando enero daba los primeros pasos, en el Instituto Unzué y rodeado de buena parte de su gabinete, presentó la asignación universal para hijos sin cuidados parentales junto a Fernanda Raverta, directora ejecutiva de Anses, máxima referente del Frente de Todos en Mar del Plata y segura candidata a intendenta en próximas elecciones.
Esta vez no hubo concejales ni primeras líneas de organismos nacionales locales ni de líderes de agrupaciones o líneas internas del PJ. Los únicos nombres políticos que lo rodearon habían llegado con él en el helicóptero presidencial.
Autoridades de la Universidad Nacional de Mar del Plata y algunos referentes del sector privado vinculados a la cuestión científica desde sus emprendimientos industriales fueron la mayoritaria y reducida platea en la presentación en sociedad de esta obra de 13.500 metros cuadrados donde se concentra buena parte del poderío científico especializado en ciencias duras.
A la ausencia de dirigencia política partidaria, que tuvo su efecto multiplicador con nulo acompañamiento de militancia, se le sumó un reducido grupo con varios reclamos que se instaló en el acceso al edificio de Intema para insultar al Presidente.
Allí coincidieron un sector de docentes universitarios que es minoría dentro del gremio y reclaman por sueldos, un puñado de representantes del Movimiento Teresa Rodríguez que pedía por beneficios y algunos ambientalistas que, megáfono en mano, acusaban a Fernández de “ecocida” por permitir la futura exploración de hidrocarburos frente a estas playas.
Esos quejosos, que no superaban el medio centenar entre todos, alcanzaron con sus tibios y lejanos gritos para que se dispusieran un cambio de escenario para el acto. Se había programado al aire libre, bajo un sol abrasador tanto para autoridades como la platea con sillas sobre un sector parquizado. Apenas llegó el Presidente se ordenó todos adentro, en una sala de no más de15X15 metros y casi 200 personas entre personal del lugar, invitados y prensa. Asfixiante.
Fernández recorrió las instalaciones, le explicaron sobre el trabajo que se realiza ayer con investigación y desarrollo de materiales. El titular del Intema, Guillermo Elicabe, le contó que se comenzó a construir en 2011 pero que ya en los últimos años trabajaron allí con casi todo el personal científico. Le mostraron tres microscopios muy sofisticados, costosos y de reciente incorporación. “En 2015 alguien decidió no pagarlos”, dijo el Presidente para chicanear a la gestión opositora.
El acto, lejos del clima festivo y de celebración vivido hace dos meses en el Instituto Unzué, anduvo esta vez dentro de los límites de la solemnidad. Lo interrumpieron con algunos aplausos una única vez, cuando habló de avances de la investigación en pandemia y en particular. “Tuve que andar vacunas por el mundo”, dijo así de claro.
Le espera nueva chance de sumar compañía de su gente en un rato. Se quedó en la residencia oficial de Chapadmalal a la espera de la actividad que a pocos metros tendrá esta tarde, desde las 17, con la inauguración de los Juegos Evita de Playa que se ponen en marcha y tendrán escenario en la costa marplatense hasta el próximo martes 12.
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