Alberto Fernández se asegura el voto de Nicaragua para presidir la Celac, un organismo con fuerte impronta antinorteamericana
El viernes se celebra en Buenos Aires una cumbre con cancilleres de la región, con Cuba, Venezuela y Nicaragua entre los invitados; el Estado pagó pasajes en business de diplomáticos de cuatro países caribeños
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Con la presencia en Buenos Aires de cancilleres de todo el continente, algunos de los cuales llegarán por obra y gracia del financiamiento del Estado argentino, el gobierno de Alberto Fernández ya se prepara para asumir a partir del viernes la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismo que incluye a países cuestionados en su política de derechos humanos por Washington, como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
La jugada diplomática se concreta en momentos en que la Argentina ve complicada la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la falta de apoyo de la administración de Joe Biden. Estados Unidos no integra y ve con desconfianza el papel de la Celac, una entidad pensada como contraparte de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que tiene una impronta antiestadounidense desde su fundación, en 2010, con un impulso decisivo del entonces presidente venezolano, Hugo Chávez.
Días atrás, LA NACION informó que Argentina tenía asegurados los respaldos de 32 de los 33 países miembros de la Celac (grupo que tampoco integra Canadá y del que Brasil se autoexcluyó por decisión del gobierno de Jair Bolsonaro). Mientras fuentes diplomáticas extraoficiales aseguran que el voto de Nicaragua, el único que faltaba confirmarse, estaría “asegurado”, desde la Cancillería prefieren ser cautos y aguardar hasta la sesión plenaria del viernes por la mañana en el Palacio San Martín.
“Todo viene muy bien, se define en esta cumbre, en un mecanismo que es por consenso. Habrá que ver cuáles son los proyectos alternativos”, afirmó el canciller Santiago Cafiero a la agencia de noticias Télam. El canciller agregó: “Hasta acá la Argentina viene presentando un proyecto que ha juntado el mayor consenso, pero hay que esperar al 7, escuchar todas las voces. Nosotros sostenemos la importancia de la Celac como un mecanismo que no excluya a nadie, donde todas las voces son tenidas en cuenta, y eso tiene que seguir así porque es parte de su espíritu”.
En las gestiones para conseguir la presidencia de la Celac para la Argentina trabajó también el antecesor de Cafiero, Felipe Solá, despedido de su cargo horas antes de la última cumbre de este organismo, en septiembre pasado y en México.
Desde el Gobierno afirman que la propuesta argentina para la Celac incluye “trabajar en la agenda conjunta de la pospandemia, con más cooperación e intercambio comercial” y que “hay mucho para hacer en la región” en ese sentido.
En las últimas semanas, Argentina decidió el envío de vacunas contra el coronavirus a Vietnam y Mozambique, pero también la donación de dosis a varias de las naciones con voz y voto en la Celac, como Santa Lucía (18.000), Granada (11.000), San Vicente y las Granadinas (11.000) y Dominica (2.000). Nicaragua, según informó el Ministerio de Salud, está entre los países que “ya han expresado interés en recibir las donaciones de vacunas y mostraron su agradecimiento a nuestro país”.
Polémica por pasajes
En la cancillería relativizan la importancia de la invitación (con pago de pasajes incluidos por un valor aproximado de 70.000 dólares) a ocho diplomáticos de Guyana, Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal, que como todas las delegaciones participarán de la recepción en el CCK, el jueves por la noche, de la que podría participar el Presidente. “Los votos de esos países ya fueron emitidos, ni siquiera necesitamos que estén presentes para votar”, contestaron fuentes oficiales y agregaron que “todos los gobiernos” que organizan las cumbres (incluido el gobierno anterior) pagan algunos pasajes de diplomáticos de países pobres “en business, no en primera clase” para que todos puedan participar.
Las razones del Gobierno no convencen a todos. “Lo usual es pagar una noche de alojamiento para el jefe de la delegación, nunca pagar los pasajes de hasta tres representantes de cada país”, afirmó una fuente diplomática con conocimiento del caso. “Además, aunque ya tengan el apoyo de esos países, es insólito gastar un dinero que equivale al presupuesto de un año de muchas delegaciones en el mundo”, remarcó la misma fuente con indisimulado enojo.
En cuanto a Nicaragua, fuentes diplomáticas aseguran que el gobierno de Daniel Ortega, que en septiembre trabó la nominación argentina y obligó a postergar la renovación de autoridades, mejoró su mirada sobre el país luego de algunos gestos, como el retorno a Managua del embajador Daniel Capitanich y la abstención argentina en la OEA durante votaciones sobre las últimas elecciones nicaragüenses, tildadas de irregulares por Estados Unidos y la UE. De esas elecciones no participaron siete candidatos opositores, encarcelados o exiliados de su país. A la par de las posturas de “no injerencia” que benefician a Ortega en la OEA, el Gobierno ha condenado al régimen nicaragüense en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, hoy presidido por el diplomático argentino Federico Villegas.
El plan es que el viernes al mediodía, luego del plenario, el canciller Cafiero y su par de México, Marcelo Ebrard, anuncien el traspaso de la presidencia de la Celac de México a la Argentina, reforzando el rol protagónico que el presidente Fernández busca tener en la región, como “contrapeso” e “intermediario” entre Estados Unidos y los países “no democráticos” del continente según la mirada de la primera potencia mundial.
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