Alberto Fernández recibió a un enviado de Joe Biden por la Cumbre de las Américas
El ex senador Dodd, cercano al presidente norteamericano, intentó asegurarse la presencia del argentino y otros presidentes en la cita de Los Ángeles, el 8 y 9 del mes próximo
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Con el objetivo de asegurarse la participación argentina en la Cumbre de las Américas, un enviado del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió esta tarde con el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada.
El asesor especial de Biden para la Cumbre de las Américas, ex senador demócrata Christopher Dodd, se vio durante más de dos horas con el Presidente y su secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, en el contexto de una gira que incluyó presidentes como Jair Bolsonaro (Brasil), Gabriel Boric (Chile), y que continuará mañana con Luis Lacalle Pou (Uruguay).
“En mis reuniones de hoy con el presidente Alberto Fernández y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, enfaticé la fortaleza de la relación de Estados Unidos con Argentina, construida sobre nuestro compromiso compartido con la democracia, los derechos humanos y la prosperidad económica”, escribió Dodd luego del encuentro. “Reiteré nuestra esperanza de que Argentina sea un participante activo de la cumbre, lo cual es especialmente importante dado su rol como líder regional”, enfatizó el enviado del presidente Biden.
Desde el Gobierno confirmaron que el ofrecimiento volvió a repetirse, aunque agregaron que dentro de un clima general “amable” con “bromas incluidas” el Presidente tuvo un tono crítico hacia los “bloqueos” económicos contra Venezuela y Cuba, que ya había mencionado por la mañana en la apertura de una reunión de ministros de Educación del continente. “El presidente dijo que EEUU había tenido una política dificil durante la época de (Donald) Trump con Latinoamérica y que desde entonces no había habido casi cambios”, enfatizaron voceros al tanto de la reunión. Agregaron que Fernández, en calidad de “volvió a considerar una vergüenza que hubiera bloqueos como el de Cuba y Venezuela y eso no hubiera cambiado durante la pandemia”. La delegación norteamericana, que además de Dodd incluyó al embajador en el país, Marc Stanley, afirmó que “iba a tener en cuenta lo que le habían dicho y evaluaban abrir el debate a ministros de todos los países”.
Más allá de que la decisión argentina quedó pendiente, de todos modos ya el presidente cubano Miguel Díaz-Canel afirmó que “de ninguna manera” participaría de la cumbre convocada por Washington, y en términos similares (aunque no tan concluyente) se expresó el venezolano Nicolás Maduro.
La resistencia a la no invitación a la cumbre de Venezuela, Nicaragua y Cuba, iniciada hace dos semanas por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, motivó el consiguiente rechazo del presidente de Bolivia, Luis Arce, y las quejas públicas de Boric y Fernández, que reclama-como lo reiteró la portavoz Gabriela Cerruti en conferencia de prensa-”una cumbre sin exclusiones”.
En esa misma conferencia, Cerruti confirmó que la reunión con Dodd se llevará a cabo, y reiteró que la presencia de Fernández en la cumbre, el 8 y 9 de junio próximo, no está aún confirmada.
En los últimos días, voceros oficiales afirmaron a LA NACION que Fernández sí estará en Los Ángeles para la cita convocada por la Casa Blanca, aunque en una postura crítica por la ausencia de los regímenes cuestionados por violaciones a los derechos humanos e irregularidades en sus procesos electorales.
“Algunos no van a ir, como Venezuela, Cuba, Bolivia y algunos países caribeños. Otros mandarán a sus cancilleres y otros como Alberto y Boric irán, pero con protesta incluida”, comentó a LA NACION una alta fuente diplomática de diálogo fluido con el Presidente.
Cafiero, en México
El canciller Santiago Cafiero se reunió hoy en México con su par Marcelo Ebrard. La estrategia conjunta incluye según fuentes oficiales, explicar la presencia crítica del presidente Alberto Fernández en la próxima Cumbre de las Américas, pensada por la administración de Joe Biden como una muestra de poder regional, algo opacada por la resistencia de López Obrador, que de todos modos enviaría a Ebrard a la cumbre, y la de Bolsonaro, que se sentía mucho más cerca de Donald Trump pero que finalmente terminaría asistiendo.
Desde el Gobierno reconocen que la queja desde el paraguas de la Celac, efectuada por Fernández para lograr la participación de Venezuela y Cuba (Nicaragua se autoexcluyó hace rato) tiene límites precisos. La necesidad de apoyo de Estados Unidos luego del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aparece en el horizonte como una razón de peso para no desairar a Biden, quien de todos modos envió a Dodd, un senador de su entera confianza, para lograr el sí de los renuentes, entre los cuales aún está el presidente argentino.
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