Amenaza a Messi: Alberto Fernández puso a Rossi al frente de la crisis por Rosario y en el Gobierno hablan de una interna de barras
El Presidente sostuvo su agenda, con un viaje a Salta y la inauguración de un festival en el CCK; puso a su jefe de Gabinete a coordinar acciones; se mantuvo al tanto de las hipótesis de la inteligencia criminal
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Alberto Fernández no modificó ayer su agenda tras el ataque a balazos al supermercado del suegro de Lionel Messi en Rosario, pese a la gravedad del hecho y el impacto internacional que generó. El Presidente colocó a su jefe de Gabinete, Agustín Rossi -que es santafecino-, al frente de la coordinación de acciones del Ministerio de Seguridad y como nexo con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti y con el intendente rosarino, Pablo Javkin.
Rossi será además el encargado de transmitir la postura nacional sobre la situación en Rosario. El tema está escalando para el Gobierno, con durísimos reclamos de parte del PJ santafecino.
En Casa Rosada señalaron que Fernández se mantuvo en contacto varias veces en el día con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández y con Rossi, para estar al tanto de la investigación. La información de inteligencia criminal que maneja el jefe de Estado, según dijo una fuente oficial a LA NACION, es que el episodio estaría vinculado “con una interna de las barras de Newells”. “No es un mensaje contra Messi, es un mensaje contra Javkin”, agregó.
Por la mañana, cuando trepó al helicóptero para emprender un viaje a Salta para un acto oficial, Fernández llamó por teléfono a Javkin, que había estado la semana pasada en Olivos. Minutos después, en declaraciones radiales, el intendente de Rosario pidió que el Presidente se haga presente en su ciudad y observe de primera mano el avance narco. “Nos tienen que venir a cuidar acá. Tiene que ser una prioridad concreta en hechos”, dijo.
En la Casa Rosada trazaron otro panorama y rechazaron haber recibido el malestar de parte del intendente rosarino. “Javkin no le pidió que fuera a Rosario. Al contrario, intercambiaron información sobre las posibles causas de lo que había sucedido y lo que informa inteligencia criminal. Javkin estuvo muy agradecido por todo lo que se está haciendo”, aseguraron.
Fuentes de la Casa Rosada señalaron que, en principio, no está previsto que Fernández viaje a Rosario en las próximas horas, si bien ayer algunos colaboradores oficiales ayer opinaban que debería hacerlo, como reclamó Javkin.
“Algo más”
Fernández llegó al mediodía a La Poma, en Salta, para una entrega de viviendas a la población rural. Regresó a Buenos Aires cerca de las 18 para inaugurar el festival “Nosotras Movemos el Mundo”, con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, en el CCK.
Como el tema era ineludible, el Presidente se refirió al episodio de Rosario durante el acto en la provincia del norte, en un escenario que resultó disonante. “Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer”, reconoció el mandatario.
“Hoy recibí una noticia muy fea sobre Rosario. Me comuniqué enseguida con el intendente de Rosario, y el jefe de gabinete le dije: ‘pongámosnos en marcha ya’”, dijo Fernández. “El problema de la violencia y el crimen organizado es muy serio y hay que hacer algo por los rosarinos y los santafesinos porque son también argentinos”, agregó. La frase cayó mal en el PJ de Santa Fe.
En el Gobierno no descartaban un anuncios en los próximos días. Una fuente oficial deslizó que no se trataría de mayor presencia de uniformados federales en la ciudad santafecina, sino otro tipo de medida. “Se está trabajando, se viene trabajando y se va a seguir”, insistió una fuente oficial. Por ahora, se informó que Aníbal Fernández pondrá a su jefe de gabinete ministerial como “nexo” con Rosario y se desplazó al jefe del Comando Unificado en la ciudad, comandante mayor Ricardo Castillo.
En Santa Fe reclaman que el Ministerio de Seguridad Nacional tenga una base operativa en Rosario y que se ponga al frente de la lucha contra el narcotráfico, además de apuntalar a la Justicia y a la inteligencia criminal. Roberto Mirabella, un diputado que es considerado como la “mano derecha” del gobernador Omar Perotti, pidió que Aníbal Fernández dé un paso al costado.
“Parte de todo este desastre es el socialismo. No hicieron nada y dejaron que todo sea copado por los narcos”, dijo ayer un alto funcionario nacional que se mantuvo cerca del Presidente.
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