Alberto Fernández no tiene planes de asistir a ningún acto por el Día de la Lealtad
Si bien puede haber cambios de último momento, ninguno de los encuentros organizados por los distintos sectores del peronismo le ofrecieron un escenario al primer mandatario y presidente del PJ
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Se acerca el 17 de octubre y Alberto Fernández no tiene previsto, hasta ahora, asistir a ninguno de los actos que se organizaron por el Día de la Lealtad. Tampoco tiene el jefe de Estado un evento que lo abrace en la fecha más importante para el peronismo, aún cuando él es presidente del PJ Nacional. Se organizaron tres encuentros y en algunos de ellos se podrían escuchar mensajes muy críticos hacia el Gobierno. La previa refleja el desencanto que hoy invade incluso a los sectores más cercanos a la figura presidencial.
El argumento que esgrimen en la Casa Rosada para explicar el hueco en la agenda del próximo lunes es que “hay varios actos distintos y Alberto no puede definirse por uno”, más allá de que “alienta” a todos los encuentros del peronismo. Un funcionario cercano al primer mandatario, sin embargo, reconoció a LA NACION: “Un presidente del PJ no puede no hacer nada por el 17 de octubre. Algo se va a armar, por lo menos simbólico”.
Por ahora hay preparativos para que el Presidente se muestre en Cañuelas para presentar la autopista Presidente Perón -que recorre el conurbano como un anillo- junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
Como jefe de Estado y por su cargo partidario, Fernández podría apersonarse sin invitación a los actos del 17 de octubre. Algunos no descartan que así sea. Pero los sectores del Frente de Todos que organizaron movilizaciones y actos cerrados para el próximo lunes no invitaron especialmente al Presidente. Y mucho menos pensaron un escenario para que Fernández sea la figura principal y se exprese.
Los preparativos para el Día de la Lealtad muestran a un peronismo muy fragmentado. Los movimientos sociales que siempre estuvieron cerca del Gobierno -el triunvirato de los Cayetanos integrado por el Movimiento Evita, Juntos-Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa- definieron en las últimas horas hacer un acto propio en el estadio de Deportivo Laferrere, La Matanza, el próximo 17 de octubre, para visibilizar su agenda y lanzar su propio espacio político.
El ala de los “gordos” y los independientes de la CGT, en tanto, hará un acto cerrado en Obras Sanitarias, donde presentarán el Movimiento Nacional Sindical Peronista, un sello desde el que buscarán fortalecerse políticamente y mostrar autonomía para posicionarse para 2023. Ninguno de esos dos sectores que alguna vez se erigieron como la base de sustentación de poder de Fernández, invitó al Presidente como orador.
Los movimientos sociales tienen aspiraciones electorales para 2023 y cada vez se alejan más de Fernández. Van a lanzar su propio espacio político: “Los Comunes”. En La Matanza, sede de la convocatoria del lunes, Patricia Cubría, esposa del referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, quiere disputarle una interna al peronismo del intendente Fernando Espinoza. Las agrupaciones piqueteras, que portan el termómetro de los rincones más vulnerables del conurbano, vienen cultivando cierta impaciencia con el Gobierno. Hace semanas que no defienden al Presidente en los medios, a la espera de que se oficialicen medidas que impacten en la economía popular.
Las organizaciones sociales no lo dirán públicamente, pero no era Victoria Tolosa Paz su primera opción para comandar el Ministerio de Desarrollo Social. Desde que se conoció que Juan Zabaleta dejaba esa silla vacante se inclinaron por el intendente bajo licencia de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
Algo similar ocurre con la CGT. Muchos sindicalistas calificaron positivamente en las últimas horas a la nueva ministra del Trabajo Raquel “Kelly” Olmos, a quien consideran “una amiga” del mundo gremial, y también asistieron a su jura hoy en el Parque Colón. Pero los líderes gremiales aseguran que no fueron consultados sobre la designación de cargo, clave porque convalida las negociaciones paritarias. “Le sugerimos a (Santiago) Cafiero que organizara una reunión con varios de nosotros para pensar en el reemplazo de Claudio (Moroni) pero no pasó nada”, dijo uno de los popes sindicales a LA NACION. En la Casa Rosada aseguran que no es así y que hubo múltiples llamados y consultas durante el fin de semana para obtener consenso para los cambios en el gabinete.
Lo llamativo es que, hace dos semanas, en un asado en la quinta de Olivos, los líderes sindicales le recomendaron a Fernández que retomara la centralidad política del PJ y le ofrecieron contenerlo políticamente con un acto el 17 de octubre en torno a su figura. Sugirieron hacerlo en alguna provincia del interior y como el jefe de Gabinete, Juan Manzur, estaba sentado a la mesa, surgió la posibilidad de Tucumán.
“Todavía estamos viendo si se hace algo en Tucumán”, decía ayer en el medio de la jornada un funcionario de la Casa Rosad, que aún albergaba una luz de esperanza. Pero finalmente se dio de baja ese plan “federal” para el Día de la Lealtad.
Un líder sindical explicó así la decisión de hacer un acto en Obras cerrado sólo al gremialismo: “Al día siguiente del asado, Máximo Kirchner empujó un acto en Capital Federal en torno a Cristina y Moyanito se ofendió. El Presidente no entendió que le fuimos a decir que reasuma su lugar de presidente”.
Los planes de Cristina
La Cámpora y los intendentes, en tanto, definieron adherir a la marcha por el 17 de octubre que organizan los sindicatos del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) y la CTA, vertientes identificadas con el moyanismo. Es el acto del kirchnerismo, que entró en una nueva fase de abierta confrontación con el Presidente.
La convocatoria es a las17, pero todavía no se definió el formato del acto y si habrá oradores. Es que, de haberlos, se escucharían discursos beligerantes contra la Casa Rosada. Se especuló con que podía asistir Cristina Kirchner, pero un colaborador que sigue de cerca a los preparativos aseguró que eso no ocurrirá: “Para Cristina no es momento de expresarse. Con el atentado se postergó el acto que estaba previsto en Merlo ý que la iba a tener en el centro de la escena aquella semana y nunca más se activó”.