Alberto Fernández llegó a Madrid y evitó opinar sobre las medidas para controlar el dólar
LA NACIONSilvia Pisani
MADRID.- Podría pensarse que es un mensaje por elevación para sus rivales después de las PASO, pero no. Por pura casualidad, el dilema de "cómo acercar la política a la ciudadanía" es el título de la exposición académica con la que Alberto Fernández abrirá su agenda peninsular de siete días.
No estaba previsto que así fuera. Pero, leído desde la perspectiva española, la agenda que empieza hoy dará posibilidad de testear hasta qué punto el candidato del Frente de Todos es capaz de exhibir diferencias respecto del recuerdo que aquí dejaron los doce años de kirchnerismo.
Está confirmada su cita con el presidente en funciones Pedro Sánchez así como con su ministro de Relaciones Exteriores, Josep Borrell y dirigentes políticos
Fernández tiene contacto directo con muchos de los principales empresarios y dirigentes españoles. Una relación en la que cosechó confianza y buena imagen a lo largo de los años.
Es el exitoso desempeño de su fórmula en las PASO lo que dio otra dimensión a su presencia y a la forma en que ratifique su mensaje de que su propuesta no es idéntica a la que Cristina Kirchner lideró hasta hace solo cuatro años.
Su agenda incluye al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez. En un primer momento, el Palacio de la Moncloa incluyó la cita en la agenda oficial, pero luego la retiró. Posiblemente para evitar suspicacias y mantenerla en el perfil de "privada".
Abordará luego el reciente acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) con el canciller español Josep Borrell, recientemente designado máximo responsable diplomático del bloque.
Sobre el final de la semana viajará fugazmente a Portugal para un encuentro con el primer ministro, el socialista António Costa.
Por el momento, todo viene revestido de una pátina de perfil bajo y cautela. "No, discúlpenme, pero yo no voy a opinar", dijo Fernández cuando la nacion lo consultó sobre las medidas que estrenó el gobierno de Mauricio Macri para contener la suba del dólar.
Posiblemente hayan pesado los reproches que le valieron sus expresiones sobre default selectivo y eventuales incumplimientos. Por más que su equipo diga que no fue así. "No me pregunten sobre las medidas. Acabo de poner pie en tierra y necesito informarme", dijo a su llegada al aeropuerto de Barajas, tras las doce horas de vuelo en un avión de Aerolíneas Argentinas.
Un recorrido que le dio la posibilidad de relajarse. "Se ve que estaba cansado porque dormí mucho en vuelo, yo que nunca duermo en los aviones", comentó.
Acompañado por su novia, Fabiola Yáñez, Fernández abandonó la sala de llegadas como un viajero más, salvo por un detalle: su equipaje lo acarreaba el embajador de Uruguay en Madrid, Francisco Bustillo, quien representa al gobierno del Frente Amplio, que lidera Tabaré Vázquez (FA).
"Lo vine a buscar porque soy amigo", dijo el diplomático, quien lo hospedará en su residencia. No se vio a nadie de la embajada argentina. En ese momento muchos viajeros lo reconocieron y se acercaron para pedirle fotos. Algo a lo que accedió de buen modo. "Gracias por acompañarnos", les decía Fernández.
La gira nació por un compromiso académico contraído con anterioridad a su integración en la fórmula en la que Cristina Kirchner va como vicepresidenta.
Nunca consideró cancelarlo. Ni siquiera durante la enorme tensión financiera de la semana pasada. "Era un compromiso que tenía asumido y, por otra parte, yo no puedo hacer nada. No me corresponde", dijo.
Además de Bustillo, lo recibieron el excandidato presidencial chileno Marco Enriquez Ominami, del Partido Progresista; el productor Miguel Cubero, del Grupo Callao, y Cecilia Molinari, quien se unió al grupo procedente de Boston.
El diputado Felipe Solá, que colabora en cuestiones de política exterior, lo aguardaba ya en esta ciudad. Él lo acompañará en su cita con Rebeca Grynspan, titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
La agenda de Fernández empieza hoy, a las 11, con su exposición sobre campañas electorales en la universidad privada Camilo José Cela. Hizo un pedido expreso de que se mantenga como actividad académica. "Lo presentaré como lo hice en todas las ocasiones anteriores, en su función de político y profesor de Derecho", dijo a la nacion el decano, Jorge Santiago Barnes.
La casualidad quiso que casi a la misma hora, y a pocos metros, expongan el actor Luis Brandoni y el cineasta Juan José Campanella, promotores de la masiva marcha del 24-A en favor de Macri.
Será en la embajada argentina, en la presentación de prensa de Parque Lezama, la taquillera puesta que los reúne. Como si la campaña de la que quiso tomar distancia lo encontrara otra vez.
Postales de la llegada del candidato presidencial del Frente de Todos a Madrid
Por Silvia Pisani
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