Alberto Fernández le ordenó a su tropa no confrontar con el kirchnerismo y enfocarse en la gestión
Katopodis, Rossi y Scioli priorizaron la gestión y evitaron contestar los ataques de los leales a la vicepresidenta y su hijo Máximo Kirchner
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LA NACIONJaime Rosemberg
No contestar agravios y concentrarse en la gestión, a la espera de resultados concretos en el área económica. Con esas dos renovadas premisas en mente, distintos referentes del albertismo salieron en las últimas horas a defender la gestión del presidente Alberto Fernández y a despegarse de la munición gruesa que siguen disparando referentes cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner y el camporismo, antes y después de confirmado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el exministro de Defensa Agustín Rossi; el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, entre otros, coincidieron en distintas entrevistas en respaldar al Presidente, centrarse en batallas “que le importan a la gente”, como el control del espiral inflacionario, y no meterse en el barro de la interna que proponen dirigentes cercanos a la vicepresidenta como el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, para quien el Presidente “gobierna con el diario que le escriben cinco amigos”.
“La línea es ignorarlos y tener éxito en la gestión, pero hay que obtener resultados pronto para obligarlos a sentarse” afirmaron a LA NACION desde un importante despacho de la Casa Rosada. Desde las mismas oficinas especularon con que “la situación actual, con ellos criticando la gestión, puede durar un par de meses. Pero en abril, si la inflación empieza a bajar y la gestión se fortalece, podremos negociar mejor”, evaluaron cerca del primer mandatario.
Desde bien temprano, la estrategia-consensuada por el Presidente con dirigentes cercanos-comenzó a ponerse en marcha. “El Presidente escucha, toma en cuenta pero el que decide es él, cuando uno gobierna toma decisiones y hay que bancársela”, dijo Scioli a radio Futurock.
Casi al mismo tiempo, Rossi pedía en radio Con Vos “mirar más al conjunto del pueblo argentino y hacia adelante” que detenerse en las peleas con Máximo Kirchner y el sector que rechaza el acuerdo con el FMI y pide cambios en la política económica. Hasta Leandro Santoro, legislador cercano al Presidente, hizo saber a LA NACION la salida de su encuentro con el jefe de gabinete Juan Manzur en Casa Rosada que no respondería los ataques de Máximo Kirchner al electorado porteño porque “la gente nos va a matar si seguimos con la interna”.
La coincidencia discursiva se extendió en valorar los “buenos datos de la economía”, como la mejora en los índices de crecimiento general “sacando el rebote por el fin de la pandemia”, la creación de nuevos puestos de trabajo y la baja en el índice de desocupación. “El objetivo común es el que nos obliga a todos a pensar cómo gestar las mejores políticas públicas. Ese es el objetivo”, dijo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien de todos modos se salió del libreto moderado para contestarle al ministro de desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, que aludió al “4 por ciento” de Florencio Randazzo en 2017. “¿De qué 4% me hablas? El Presidente sacó casi el 50% de los votos (en 2019). La diferencia la aportó el presidente de la Nación”, disparó el ministro.
Más allá de cierta disconformidad por lo bajo con la aparición televisiva del Presidente, en la que llamó “diablos” a los empresarios formadores de precios, los ministros cercanos al Presidente reconocieron por lo bajo la continuidad de diálogos informales con la vicepresidenta, Máximo Kirchner y sus allegados. “El tema es que nada sirve si ellos no hablan”, definió un funcionario al tanto de las incipientes tratativas.
Los próximos días, y en continuidad con la premisa de mostrar a un Gobierno enfocado en la gestión, se concretarán anuncios y planes de acción. Mañana, y en el contexto del Consejo Económico y Social que encabeza Gustavo Beliz, se lanzará la denominada “agenda temática federal y productiva 2022″ centrada en metas como “profundizar la recuperación del tejido productivo a lo largo y a lo ancho del territorio argentino; generar oportunidades de empleo e inclusión real; y fortalecer los consensos, la pluralidad y la amistad social”.
En ese contexto, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, presentará la hoja de ruta para el Plan “Argentina Productiva 2030″, con los que intentará reforzar el perfil “industrialista” de la gestión. También para esta semana están previstos los encuentros con la CGT y la UIA, a fin de encontrar salidas para el incontenible alza de precios e intentar aquietar las aguas de la protesta social.
Por Jaime Rosemberg
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