Alberto Fernández expuso ante referentes progresistas y cuestionó el reparto de vacunas en el mundo

A través de un video grabado, el presidente Alberto Fernández participó hoy del séptimo encuentro del Grupo de Puebla, que se realiza en la ciudad de México y en el que, entre otros temas, diferentes líderes progresistas de la región, debatirán sobre el futuro de América Latina, tras la pandemia de Covid-19. En su exposición, el mandatario argentino convocó a los más de 150 líderes de América latina, el Caribe y España que lo escucharon a “seguir trabajando para que la justicia social, de una vez y para siempre, impere entre nosotros”.

Fernández, que es uno de los fundadores del Grupo creado en 2019, sostuvo que, para ese objetivo “es imperioso recuperar las banderas del desarrollo” y llamó a “trabajar para recuperar la lógica del desarrollo productivo para toda América latina”. Al tiempo que pidió hacerlo “siguiendo el ejemplo de (José Gervasio) Artigas, de (Bernardo) O’Higgins, de (José de) San Martín, de (Simón) Bolívar, de (Antonio José de) Sucre, de los grandes hombres que unieron a nuestra América latina”.

Fernández agregó: “Si de una vez por todas no tomamos el toro por las astas, una vez más nos chocaremos con esa realidad espantosa que la pandemia dejó al descubierto: la realidad de la desigualdad en la que unos pocos disfrutan y millones y millones sufren”.

En tanto que poco después consideró que ”somos sobrevivientes (de la pandemia), y como sobrevivientes tenemos el deber ético de aprender de tanto dolor, de asumir las carencias del mundo y la humanidad, y de ver de qué manera ponemos en marcha un mundo diferente”.

El mandatario también volvió a llamar la atención en el punto en el que hizo mención en otras exposiciones internacionales respecto de que “la pandemia dejó en claro la desigualdad que el sistema económico ha generado en el mundo”, tras lo que agregó que “esa realidad se convierte en un imperativo ético que nos obliga a modificarla”.

“Si después de todo lo que nos pasó, lo único que vamos a hacer es volver a repetir la historia, entonces no habremos aprendido nada y las futuras generaciones nos recordarán que les hemos fallado”, señaló. Fue entonces cuando mencionó el caso de África -donde se registró el comienzo de una nueva variante-, a la que consideró “abandonada a su suerte con las vacunas, enfrentando una nueva variante que pone en jaque a todo el sistema internacional nuevamente”.

”Eso ocurre mientras que el 90 por ciento de las vacunas quedaron distribuidas en el 10 por ciento de los países más poderosos de la Tierra. Ese no es un sistema de igualdad, eso es una gran injusticia”, expresó.

Las elecciones en la región

La que se está desarrollando entre hoy y mañana en México es la tercera cumbre presencial del grupo fundado en 2019 y en territorio mexicano están los expresidentes de Brasil, Dilma Rousseff; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo y de Colombia, Ernesto Samper, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero. En tanto que el exmandatario brasileño Luiz Inacio “Lula” da Silva y el actual jefe de Estado de Bolivia, Luis Arce, lo harán, al igual que Fernández, de forma remota.

Entre los objetivos del encuentro está la propuesta de un modelo de desarrollo solidario para América latina y se espera que al final se emitan declaraciones sobre temas de la actualidad latinoamericana, como las elecciones en Chile y Honduras y la situación política en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Constituido en 2019, el grupo de Puebla cuenta entre sus fundadores con Fernández, su asesora, Cecilia Nicolini; Correa; Arce y el excandidato presidencial de Chile Marco Enríquez-Ominami, que en la última elección salió sexto sobre siete postulantes.

El grupo se autodefine como “un espacio autónomo de intercambio y coordinación, que tiene como objetivo principal ser un ámbito de encuentro de parlamentarios/as, para desarrollar y articular iniciativas legislativas comunes, para que éstas puedan traducirse en proyectos de resoluciones, declaraciones y leyes en los respectivos países”.

En febrero pasado, el Grupo presentó su manifiesto progresista, en el que se analizaron distintas temáticas y se fijaron posturas económicas, sociales y jurídicas con el fin de crear un documento que represente un “punto de partida” de “un proyecto político alternativo para América Latina y el Caribe”. Allí se mencionaba la necesidad de “revisar las privatizaciones y promover más control público” y “menos mercado en el suministro de servicios y bienes públicos” así como la implementación de “impuestos directos y progresivos dirigidos a grandes empresas y actores del sistema financiero”.

También se planteaba “promover la integración latinoamericana soberana” y en este sentido consideró indispensable que los países de la región “recuperen la autonomía” frente al Fondo Monetario Internacional (FMI) y las instituciones de capital financiero internacional. Rechazaba las guerras jurídicas o lawfare, principal argumento del kirchnerismo contra sus problemas en la justicia y ponía especial énfasis en defender de las “agresiones e injerencias de potencias o terceros estados” a Cuba, Nicaragua y Venezuela, países con severos cuestionamientos por violaciones de derechos humanos.

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