Alberto Fernández: "Estoy lo más bien, inventan cualquier cosa"
El precandidato presidencial Alberto Fernández continuará internado al menos hasta el jueves por una afección pulmonar. El socio electoral de Cristina Kirchner se encuentra desde anoche en el Sanatorio Otamendi.
Fernández negó haber sufrido un episodio cardíaco -como indicaba una versión- e insistió en que acudió al centro médico por una tos persistente y que, por sugerencia de los profesionales, decidió permanecer ahí durante 48 horas para hacerse un chequeo general, antes del inicio de la campaña electoral.
"Estoy lo más bien. Inventan cualquier cosa, que me habían puesto un stent, nada que ver. Si estuviera tan mal como dicen, no estaría hablando con todos", dijo Fernández a LA NACION desde el Sanatorio Otamendi.
El precandidato a presidente suspendió las actividades que tenía previstas para hoy y mañana y permanecerá internado hasta el jueves a la mañana, según él mismo detalló. Es decir que la internación será, en principio, de unas 60 horas.
Desde que llegó al Otamendi, Fernández habló con amigos, periodistas y dirigentes, entre ellos Cristina Kirchner. También se contactó con el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, con quien tenía previsto compartir una actividad en esa ciudad hoy a la mañana. También se había previsto que a la tarde asistiera a la presentación del libro de Mariano Recalde en el Teatro San Martín, adonde no pudo concurrir.
"El médico de guardia del Otamendi, Federico Saavedra, me dijo: '¿Por qué no te quedás 48 horas acá, tipo spa, y te hacemos todos los chequeos? Si no, vas estar dos días entrando y saliendo'", relató Fernández, sobre los motivos de su internación.
Según fuentes médicas, en ese primer análisis al precandidato le diagnosticaron un tromboembolismo pulmonar, que implica un taponamiento arterial que afecta el flujo de sangre que llega del corazón a los pulmones para oxigenarla y, así, volver a irrigar los tejidos. Ese taponamiento lo causa un trombo (coágulo), en general originado en alguna otra parte del cuerpo que viaja por los vasos sanguíneos. En el caso de Fernández, el taponamiento habría afectado la arteria del pulmón izquierdo y el tratamiento fue farmacológico, con anticoagulantes. Sin embargo, hasta ahora no hubo parte médico oficial.
El exjefe de Gabinete aseguró que el único episodio de salud que había tenido ocurrió a mediados de 2008, cuando le detectaron un coágulo en el pulmón. "Fue justo un mes después de dejar la gestión. Los médicos me dijeron que al bajar el ritmo me pudieron haber bajado las defensas", contó Fernández. La afección podría tener un origen genético, porque la madre del precandidato a presidente, detalló él, padecía de trombofilia, una característica de la sangre que aumenta la predisposición a la formación de coágulos.
Los dirigentes más cercanos al exjefe de Gabinete insisten en que no es cuadro grave y que no se está ocultando nada. "Una vez que empiece la campaña no va a parar ni un segundo, así que es mejor que se haga los estudios ahora", dijo a LA NACION un referente del PJ porteño muy cercano a Fernández. "Pudo haber influido el estrés, pero hablé con él y lo noté bien", aseguró otro.
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