Alberto Fernández esperará los resultados lejos del búnker de Unión por la Patria y se prepara para la transición
Dijo que seguirá el escrutinio acompañado por “ministros y amigos”; Victoria Tolosa Paz y “Pepe” Albistur tienen previsto pasar por Olivos; se abre para el jefe del Estado la transición hacia su salida del poder
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Alberto Fernández observará desde lejos la escena que selle la suerte del peronismo en estos comicios. El Presidente, según dijo, esta noche no estará en el búnker de Unión por la Patria emplazado en el Complejo C de Chacarita, donde Sergio Massa esperará los resultados de las PASO junto a parte de la plana mayor del kirchnerismo.
Fernández seguirá el escrutinio provisorio desde la quinta de Olivos en compañía de “algunos ministros y amigos”, según dijo cuando emitió su voto en la Universidad Católica Argentina (UCA), en Puerto Madero. Según pudo saber LA NACION, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y su pareja, el publicista Enrique “Pepe” Albistur, tenían previsto visitar hoy al jefe de Estado en la quinta presidencial, aunque su jornada también incluiría una escala en las oficinas que la funcionaria tiene en el microcentro y culminaría en el Complejo C junto al resto de los candidatos.
El Presidente confirmó así que continuará al margen del dispositivo de Unión por la Patria, que esta noche espera quedar con chances para disputar un ballotage. Fernández, de hecho, nunca se asomó por el búnker que el frente oficialista montó en la calle Bartolomé Mitre, a escasos metros de la Casa Rosada. En todo momento mantuvo una agenda paralela, en la que buscó exhibir los logros de su gestión.
Durante la veda del sábado, en tanto, cuando todos los candidatos se concentraban para la jornada electoral de hoy, Fernández se involucró en el caso que conmocionó al país y recibió en Olivos a la familia de Morena Domínguez. Primero se encontró a solas durante un hora con el padre y el hermano y luego mantuvo una reunión con 16 familiares de la nena que murió tras ser atacada por motochorros cuando iba a la escuela en Lanús. “Fue conmovedor y difícil. Es una familia destruida”, describieron cerca del jefe de Estado.
Hoy, luego de emitir su voto en la UCA -votó allí porque tiene domicilio en el departamento que le alquila en Puerto Madero a Albistur- Fernández almorzó con su familia en Olivos. Se espera que monitoree la evolución de los comicios en contacto con el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, uno de los funcionarios de mayor confianza del jefe de Estado que tiene bajo su órbita a la Dirección Nacional Electoral (DINE) y que se disponía a trabajar desde el centro de cómputos del Correo Argentino en Barracas.
“Siempre que se vota, la Argentina se convierte en un país mejor. Estamos cumpliendo 40 años de democracia, empezamos un proceso electoral que terminará seguramente en noviembre”, dijo Fernández luego de votar, dando a entender que espera que el peronismo consiga una segunda vuelta. “Vayamos todos a votar que es nuestra forma de expresar nuestra voluntad hacia el futuro”, abundó.
En las puertas de la transición
El Presidente queda, a partir del inicio del proceso electoral que se inaugura hoy, en las puertas de su transición hacia la salida del poder, un proceso complejo donde la incertidumbre electoral se conjuga con la escasez de dólares y la inestabilidad de los mercados. Con una total pérdida de protagonismo en la escena política, en la Casa Rosada aseguran que en las últimas semanas Fernández tuvo un rol invisible fatigando teléfonos de los presidentes de la región y del mundo para juntar los fondos que permitieron estar al día con los pagos al FMI, además de cerrar un preacuerdo con el organismo.
“Es el momento de Sergio, que se tiene que poner en jefe”, justifican en la Casa Rosada sobre el papel de Fernández en esta etapa. El jefe de Estado se acerca al tramo final de su mandato con diferencias insalvables con Cristina Kirchner. El Presidente y la vice rompieron relación. El jefe de Estado está convencido de que -pase lo que pase en las urnas- se asoma el fin de la hegemonía kirchnerista y que el peronismo está en las puertas de una “renovación”. Para justificarlo, suele enumerar las derrotas que tuvo La Cámpora en las elecciones provinciales.
Pese a que no se involucró en la campaña, los funcionarios y referentes que trataron con Fernández en los últimos días lo vieron tranquilo y hablando del día después. Comentó recientemente que quiere escribir un libro sobre su paso por el gobierno. “Un testimonio de cuatro años únicos”, según transmitió. También está buscando casa para mudarse en diciembre, porque su familia se agrandó considerablemente respecto a 2019: además de haber sido padre, su perro, Dylan, tuvo dos cachorros.
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