Alberto Fernández en París: comidas en el English Bar, el fin de la discusión por la suma fija y las PASO y un cambio de última hora
El Presidente regresará al país el viernes 18 y de ese modo no estará en la Argentina cuando se conozca el discurso de Cristina Kirchner; regalos a Macron y la gira de Fabiola Yañez
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LA NACIONCecilia Devanna
PARIS (Enviada especial).– Además de la bilateral con su par francés, Emmanuel Macron, el primer día de Alberto Fernández en París pasó entre comidas en el exclusivo hotel Regina, donde se hospeda, y la reprogramación del regreso al país desde Bali, Indonesia, segunda parada de su gira: el cambio hará que el Presidente no esté en la Argentina cuando Cristina Kirchner hable el próximo jueves 17, en el Día de la Militancia peronista.
La jornada le permitió a Fernández dejar atrás la feroz interna del Frente de Todos, mientras en la comitiva se deslizaban definiciones importantes para esa batalla: que el mandatario no accederá a otorgar un aumento de suma fija a los trabajadores formales, como reclama el kirchnerismo, o que la eliminación de las PASO es un tema “cerrado”, como pretende el kirchnerismo, el massismo y los gobernadores. Sentencias que se pronunciaron cuando el avión del Presidente sobrevolaba el Atlántico y que, al tocar tierra, ya eran cosa juzgada.
Para su quinto encuentro con Macron, un Fernández efusivo llegó al Palacio del Elíseo con un libro de Jorge Luis Borges, “El último prólogo”, como regalo. Como contrapartida, recibió una lapicera Dupont. Gestos de afecto en medio de conversaciones difíciles, como la guerra de Ucrania, la situación de Venezuela y las reflexiones sobre el atentado a Cristina Kirchner, que marcaron el encuentro que se extendió por casi una hora en el atardecer francés.
Fernández arribó a París luego de más de 13 horas de vuelo y lo recibió una ciudad agitada por una huelga general de transporte que, a excepción de la Línea 1, automatizada, tenía a su poderosa red de metro fuera de circulación, lo que generó un prolongado caos de tránsito.
Tras bajar del avión de Aerolíneas Argentinas que trasladó a la comitiva, se dirigió al hotel Regina, ubicado en la exclusiva zona del Louvre y desde donde puede verse la torre Eiffel. Fernández apenas tuvo un breve paso por su habitación y luego bajó a almorzar en el English Bar con el canciller Santiago Cafiero. Con sillones de terciopelo rosado oscuro y un menú que ofrece platos de la exquisita cocina francesa, el restaurante ofreció un ambiente íntimo y reservado para la conversación que el mandatario y el canciller mantuvieron durante casi dos horas.
En la previa de la bilateral con Macron, Cafiero le informó a Fernández las novedades que le dejó su paso por Arabia Saudita, donde viajó acompañado por Cecilia Todesca, funcionaria clave en Cancillería y cuyo nombre suena con fuerza como candidata al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De perfil bajísimo, Todesca fue parte de la comitiva que acompañó a Fernández durante la bilateral en el Elíseo. Llegó junto a Cafiero; el secretario general de la presidencia, Julio Vitobello; la embajadora ante la UNESCO y exministra de Justicia, Marcela Losardo; y la portavoz Gabriela Cerruti. Ingresaron caminando al Palacio de Gobierno, mientras que Fernández lo hizo en auto.
La reunión fue la antesala de la quinta edición del Foro por la Paz, que comenzará este viernes y para la que Macron invitó especialmente a Fernández. El encuentro se extenderá hasta el sábado, mientras que el domingo la comitiva argentina partirá rumbo a Bali, Indonesia, para la Cumbre del G-20.
Antes de partir hacia Bali se sumarán en esta capital el ministro de Economía, Sergio Massa, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. También lo hará el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, sherpa de la comitiva para el G-20. Sorprendió a todos que la primera dama, Fabiola Yañez, no será parte del viaje a Bali, porque desde el domingo estará en Roma, por una invitación del Papa Francisco a un evento de Scholas Occurrentes, organización impulsada por el sumo pontífice, para luego para presenciar un partido que tiene como objetivo luchar contra el bullying.
La visita a Bali se extenderá hasta el miércoles 16. Sin embargo, hoy se confirmaron una serie de cambios respecto de ese recorrido. Inicialmente, el plan de vuelo era ir de Bali a Roma, hacer una escala de dos horas y continuar el viaje a Buenos Aires. Eso implicaba llegar en la tarde del jueves 17 al país, unos minutos antes del acto de Cristina Kirchner, por el Día de la Militancia peronista, en La Plata.
Pero en las últimas horas se informó que la ruta elegida será de Bali a Madrid y no a Roma, como estaba previsto originalmente. En la capital española, la comitiva dejará el aeropuerto para dirigirse a un almuerzo en la residencia oficial del embajador Ricardo Alfonsín, donde se prevé, además de la comida, un breve descanso del presidente y luego la vuelta a embarcar. El cambio de planes postergará la llegada de Fernández y su comitiva a Ezeiza para la mañana del viernes 18. Un día después de lo previsto y cuando solo queden los ecos del discurso de la vicepresidenta.
Por Cecilia Devanna
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