Alberto Fernández eligió el ministro de la confrontación
Martín Soria llevará adelante la batalla que prometieron el Presidente y la vicepresidenta contra el Poder Judicial; en tribunales solo se lo conoce por sus denuncias contra el macrismo
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Está decidido. Alberto Fernández eligió el ministro de la confrontación para relacionarse con la Justicia. La guerra que le declaró el Presidente al Poder Judicial con su mensaje en el Congreso y que Cristina Kirchner corrigió y aumentó en su declaración en los tribunales, tiene ahora un general para llevarla adelante: Martín Soria, un diputado que no nació en el kirchnerismo puro, pero que se alineó con el discurso del lawfare y las denuncias contra la “mesa judicial” de Mauricio Macri.
Soria creció a la sombra de su padre, “el Gringo” Carlos Soria, histórico gobernador de Río Negro y exjefe de la SIDE, que fue asesinado por su esposa, en un trágico festejo de Año Nuevo, en 2012, en una chacra de las afueras de General Roca. Martín Soria fue intendente de la ciudad, siempre cerca del peronismo, diputado nacional y últimamente aliado del kirchnerismo.
A Soria no lo conocen en el Poder Judicial, excepto por su rol de denunciante contra el macrismo. En la Corte no saben quién es y, en todo caso, no deben guardar un buen recuerdo suyo porque atendió por Twitter, su principal herramienta política, al juez Ricardo Lorenzetti, cuando publicó un ingreso suyo a la Casa Rosada en 2018, cuando Mauricio Macri era presidente. Relacionó esa visita con la organización del lawfare en la Mesa Judicial contra el kirchnerismo.
En línea con el pedido del Presidente, vamos a trabajar para garantizar que los servicios de justicia en nuestro país sean más eficientes, inclusivos e igualitarios; para avanzar en una transformación conceptual que ubique a la justicia de cara a los ciudadanos y ciudadanas.
— Martin Soria (@SoriaEnAccion) March 16, 2021
Su afición a la base de datos de ingresos a la Casa Rosada le permitió también publicar el registro de las seis reuniones que mantuvo el presidente de la Cámara de Casación Gustavo Hornos con Macri. Otra vez la misma metodología, que ahora Soria, con su firma, la del diputado denunciante Rodolfo Tailhade y la de Eduardo Valdés transformó en una denuncia penal contra Hornos. También en una presentación en el Consejo de la Magistratura.
Con sus nuevos codenunciantes, se presentó en la Justicia para ampliar la denuncia de la Mesa Judicial y meter a Patricia Bullrich, como su brazo ejecutor, a través de la “persecución” a sindicalistas como Hugo y Pablo Moyano, y el petrolero Guillermo Pereyra.
Sus pergaminos recientes lo ponen en la primera línea de la batalla contra la Justicia. Y los enemigos que fueron foco de sus denuncias son los mismos a los que le apuntaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner en su embestida contra el Poder Judicial.
Batalla sangrienta
Marcela Losardo no estaba dispuesta a librar esta batalla, necesariamente sangrienta, que va a dejar heridos en el camino. De buena sintonía con el Poder Judicial, trato racional con los jueces, algunos incluso sus compañeros de tenis, no cree en la necesidad de esta dinámica que impuso Cistina Kirchner para relacionar el Poder Ejecutivo con el Judicial, que la llevó al banquillo de los acusados.
Alberto Fernandez perdió una amiga en el Gabinete y una ministra propia en el equilibrio del Frente de Todos. El Presidente argumenta que Soria no es kirchnerista y es cierto, su origen no está allí. De hecho, la hermana de Soria, María Emilia, votó a favor del desafuero de Julio De Vido. Sin embargo, en los últimos años fue un vocero de las denuncias del lawfare de la vicepresidenta y fue protagonista a la hora de debatir los temas judiciales. Si Oscar Parrilli lo es en la Cámara alta, Soria estrenó ese lugar como uno de los voceros judiciales del kirchnerismo en la Cámara baja.
En Río Negro no tuvo buena relación con el kirchnerismo. El nombre de Soria como futuro ministro fue uno de los primeros que se instalaron en los medios, casi al mismo tiempo que crecían las versiones de renuncia de Losardo. Por eso, el lunes de la semana pasada, en una entrevista en C5N, Alberto Fernández se refirió a la posibilidad de su designación.
En el Gobierno generó consternación el tiempo que se tomó Alberto Fernández para decidir el reemplazante de Losardo, sobre todo teniendo en cuenta que Soria parecía ser la primera opción, al menos de las primeras horas tras la salida de la ministra.
“Martín Soria no viene para negociar. Hace política desde la grieta, no es un negociador. Si lo colocaron como ministro de justicia es porque se lleva puestos a unos cuentos jueces”, señalan dirigentes que lo conocen en su pago chico rionegrino y que lo vieron crecer en la política, con modos rudos, que el Congreso no logró suavizar.
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