Alberto Fernández descansa en Chapadmalal y un grupo de vecinos prepara una marcha a metros de la residencia
El Presidente pasa Semana Santa con su mujer y su hijo Francisco; en su última visita a la zona sufrió el desaire de buena parte del oficialismo local; mañana habrá una movilización a unos 1000 metros del chalet presidencial
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MAR DEL PLATA.- Difícil determinar cuánto de descanso podrán tener estos días que el presidente Alberto Fernández decidió pasar en la residencia oficial del complejo turístico de Chapadmalal en medio de un escenario político en plena ebullición a raíz del asesinato de un colectivero en La Matanza, los furiosos cruces entre funcionarios nacionales y bonaerenses por la seguridad y los anuncios de nuevas medidas económicas en busca de captar más dólares para las arcas públicas.
Arribó en avión oficial el miércoles por la noche con algunos de sus colaboradores y se recluyó en el amplio y muy cómodo chalet, junto al mar, en compañía de su mujer, Fabiola Yañez, y su hijo Francisco. No trascendieron detalles de la actividad que desarrollará durante este fin de semana extra largo.
El refugio de tranquilidad que representa este complejo, que más allá de los límites de la guardia presidencial incluye hoteles turísticos con contingentes de viajeros, tiene esta vez para Fernández un real riesgo en la agenda: una movilización de vecinos prevista para la tarde de este sábado a unos 1000 metros del acceso al chalet presidencial.
La convocatoria se gestó antes de que se conociera la visita del jefe de Estado y es parte de un plan de lucha tendiente a evitar que en un campo de la zona se instale y desarrolle un proyecto de agroecología a cargo de una ONG que responde al dirigente social Juan Grabois.
El predio en cuestión tiene 140 hectáreas, pertenece al Estado nacional y en su origen, a mediados del siglo pasado, estaba contemplado como un espacio donde se podrían producir cultivos y ganado para abastecer de materias primas a los hoteles sociales, idea que nunca prosperó.
Durante los últimos dos fines de semana hubo manifestaciones similares a la que se verá este sábado, con corte parcial de la ruta 11, banderas y expresiones de reclamo al Estado nacional para que se dé marcha atrás con el proyecto. En ese mismo sentido hay una presentación judicial que hizo el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro.
Las escalas que realiza el Presidente en Chapadmalal suelen ser una oportunidad para tomar contacto con dirigentes políticos del oficialismo de Mar del Plata y la zona, donde por estas horas empiezan a advertirse los primeros movimientos de campaña con miras a las elecciones de este año.
La principal referente del Frente de Todos en la región es la actual directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, que ya manifestó su decisión de repetir su intento de convertirse en la próxima intendenta del partido de General Pueyrredon, donde en 2019 perdió las elecciones con Montenegro por muy poco margen.
Un mal recuerdo
Pero como antecedente más cercano de algunos lazos rotos entre Fernández y la conducción territorial aparece su última escala en Mar del Plata, cuando viajó para inaugurar la nueva sede del Instituto de Tecnología de Materiales que depende de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
En aquel viaje, hace poco más de un mes, lo acompañaron el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, y la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. El acto que se había previsto con escenario al aire libre se mudó de manera abrupta al interior del edificio porque el arco político local, salvo alguna muy mínima excepción, faltó a la cita en una muy clara muestra del vacío de poder y de apoyo interno que enfrenta el mandatario. A contramano de cualquier acto presidencial, sobraron sillas vacías en las primeras filas.
Hace tres meses, en plena temporada de verano, utilizó ese ámbito de máxima intimidad para recibir al ministro de Economía, Sergio Massa. En aquel momento por temas vinculados a desembolsos para obras previstas para la primera mitad del año y a un acuerdo de integración energética con Brasil que se firmaría una semana después.
Este reencuentro con las playas del sur de Mar del Plata y el aire marino se da luego del periplo que significó primero su viaje a Estados Unidos para reunirse con su par de ese país, Joe Biden, y su más reciente escala en Chile, donde estuvo cara a cara con el presidente Gabriel Boric en conmemoración del 205° aniversario del Abrazo de Maipú.
El cierre de esta mini gira coincidió con la presentación que Massa hizo del denominado “dólar agro”, con valores más tentadores para que los productores rurales liquiden sus exportaciones y así permitan al Estado recomponer sus flacas reservas.
También con los chispazos derivados del crimen del colectivero Daniel Barrientos y la posterior agresión al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Situación que ayer sumó un tuit de la vicepresidenta Cristina Fernández con críticas al operativo policial para detener a los choferes que agredieron al funcionario provincial que llegó a ese cargo –cómo él mismo reconoce- porque ella se lo pidió y lo convenció.
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