Alberto Fernández convoca a los gobernadores del PJ para abordar los proyectos para ampliar la Corte Suprema

Alberto Fernández convocó a los gobernadores del PJ a una reunión cerrada mañana en la Casa Rosada para analizar junto a ellos las alternativas para ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema de Justicia. El jefe de Estado tiene una idea propia para reformular el máximo tribunal y multiplicar la cantidad de miembros. Luego de que los mandatarios visibilizaran su reclamo por una Corte “más federal”, el Presidente decidió acompañar esa agenda. Es un gesto de desafío abierto a los cortesanos que a su vez sintoniza con los deseos del kirchnerismo.

Tres altos funcionarios con llegada directa a Fernández confirmaron a LA NACION que se avanza en ese sentido. Axel Kicillof confirmó su presencia y otros mandatarios hoy viajaban desde sus provincias convocados por la Casa Rosada para mañana a la tarde.

“Los gobernadores vienen reuniéndose y tienen el tema de la Corte en agenda. El Presidente se reunió con varios en las últimas semanas en casa de gobierno y en Olivos y quedaron en seguir hablando sobre el asunto: escuchar el proyecto de los gobernadores y mostrarles lo que venían trabajando acá sobre el tema”, informaron oficialmente en Casa Rosada, aunque negaron que mañana vaya a existir una “presentación en sociedad” de un proyecto.

Cuando culmine el encuentro, el Presidente podría mantener un cónclave más reducido con tres mandatarios: Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Arabela Carreras (Río Negro). Fernández viene manteniendo comidas con grupos de gobernadores desde hace tres semanas.

Según pudo reconstruir LA NACION, Fernández tiene una iniciativa propia para la Corte, que consiste en ampliarla hasta los 25 miembros (uno por cada provincia, más la Ciudad de Buenos Aires y, eventualmente, un miembro por el Gobierno). Otra variante que circula en los corrillos oficiales habla de 28 integrantes. “¿Qué hacés con los jueces actuales? Hay dos de Santa Fe, uno de Córdoba y un porteño”, advirtió un funcionario de trato diario con Fernández. Como sea, son todas son ideas que implican un desafío abierto al poder de los cortesanos, aunque están sin formalizar. Por eso cerca del Presidente no creen que mañana se avance más allá de un intercambio de miradas puertas adentro.

Antes de asumir la presidencia, Fernández repetía que la Corte funcionaba bien. Por aquel entonces, a los miembros actuales se sumaba Elena Highton, que renunció el año pasado tras la asunción de Horacio Rosatti como presidente del cuerpo. En su primer año de gestión, tras convocar a una comisión de juristas, el jefe de Estado mostró interés por la creación de un tribunal intermedio que analice los planteos por presuntas sentencias arbitrarias, de modo que el nivel de trabajo de la Corte disminuya notablemente y quede acotado a las cuestiones constitucionales. Pero tras la escalada con los supremos, finalmente Fernández se plegó al planteo de la vicepresidenta para ampliar los miembros del máximo tribunal del país.

Un punto de contacto

La ampliación de la Corte Suprema es un asunto que interpela fuertemente a Cristina Kirchner, que viene confrontando públicamente las últimas decisiones de sus jueces, en particular las vinculadas con el Consejo de la Magistratura. El máximo tribunal tiene en carpeta distintos planteos vinculados a causas de corrupción en contra de la vicepresidenta. Tal como publicó LA NACION, desde hace varias semanas el kirchnerismo en el Senado viene trabajando sobre la base de proyectos presentados por senadores que responden a las gobernaciones del interior. Hasta ahora hay cuatro iniciativas presentadas y tres de ellos contemplan la ampliación de la Corte en cifras que van de los 9 a los 16 miembros.

Los gobernadores peronistas, en tanto, avanzaron en bloque con un planteo común para ejercer presión sobre los jueces de la Corte, convencidos de que el máximo tribunal favorecerá a la administración de Horacio Rodríguez Larreta en la distribución de la coparticipación.

El lunes de la semana pasada, tras una reunión en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), 16 gobernadores del PJ firmaron un documento en el que reclamaron que se traten los proyectos que fueron presentados en el Congreso para reformar el máximo tribunal, con el objetivo de que sea “moderno, eficaz, acorde a las mejores experiencias internacionales y con un verdadero carácter federal”.

El documento llevó las firmas del gobernador Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán); Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Bordet (Entre Ríos); Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Uñac (San Juan); Sergio Ziliotto (La Pampa); Gustavo Sáenz (Salta); Jorge Capitanich (Chaco); Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Mariano Arcioni (Chubut) y el vicegobernador Eugenio Quiroga (Santa Cruz). Ese mismo día, Fernández cenó con con cuatro de esos mandatarios provinciales en la quinta presidencial.

Ahora Fernández colocó el tema en su propia agenda. Así, el de la ampliación de la Corte un tema que hoy genera puntos de contacto entre las distintas terminales del oficialismo.

“Será una reunión cerrada. El tema de la reforma de la Corte es algo con lo que vienen presionando los gobernadores hace rato y Alberto puede sintonizar con esa agenda”, dijo a LA NACION un funcionario de trato diario con el Presidente, que espera que el encuentro le otorgue una foto potente al jefe de Estado.

El asunto de la Corte es de máxima prioridad para el kirchnerismo desde que vio frustrada su reforma del Consejo de la Magistratura, el organismo que designa y remueve a los jueces. Un referente de La Cámpora analizó: “Hay un estado de situación que hace que la oposición se reagrupe con la Justicia. (El presidente del máximo tribunal Horacio) Rossati y (Carlos) Rosenkrantz no vienen manejando equilibrios, representan a un sector”.

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