Alarmado por la escalada de la crisis, el kirchnerismo impulsa el llamado a un acuerdo con la oposición
Integrantes del gabinete y Kicillof hicieron el pedido; Cristina Kirchner, Massa y Wado de Pedro son algunos de los que están hablando con la oposición; estado de máxima preocupación en la Casa Rosada
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El estado de alarma en el Gobierno es absoluto. Con el dólar en una espiral ascendente descontrolada y una inflación desatada, en el oficialismo crece el pedido para que el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner convoquen a la oposición para generar un acuerdo mínimo que permita frenar la crisis económica. El reclamo, llamativamente, partió desde el kirchnerismo.
En todos los despachos oficiales la discusión es la misma, también el interrogante. ¿Cómo llegar al final del mandato sin un ajuste o medidas de shock? Todos miran al Presidente y a la ministra de Economía, Silvina Batakis, mientras el tiempo pasa sin que se tomen medidas de fondo. Mientras tanto el jefe del Estado continúa con su agenda y minimiza el impacto de los saltos del dólar, como intenta instalar a diario su vocera Gabriela Cerruti.
“Sin un consenso mínimo y un gesto de arriba [por el Presidente y la vice] no se puede”, explicó un integrante de gabinete nacional, quien recordó que la expresidenta hizo un pedido similar en su última presentación. Según confió uno de sus habituales interlocutores, la expresidenta mantiene diálogos con dirigentes de todos los partidos políticos preocupada por la aceleración que adquirió la crisis.
Fue desde El Calafate, donde aseguró que no iba a “revolear” ministros, que Cristina Kirchner hizo un llamado que trascendió al Frente de Todos y pidió “una discusión en serio de los problemas que tenemos en un mundo donde todo tiende a agravarse”. Según dijo, ella no renunciará a sus ideas ni pedirá a “nadie que renuncie a las de ellos”, pero advirtió sobre la necesidad de “encontrar un punto de coincidencia común sino no va a haber Argentina para nadie”.
En este escenario de fragilidad y temor por lo que puede pasar en las próximas semanas fue que Axel Kicillof hizo un llamado a la oposición. “Hoy necesitamos ayuda, también de nuestra oposición”, sostuvo el gobernador bonaerense desde Florencio Varela. El mandatario provincial, que mantiene una comunicación directa con Batakis, está “muy preocupado” por la situación económica.
En esto también trabaja el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. En las conversaciones que mantuvo en las últimas semanas con Fernández y la expresidenta, Massa planteó una agenda de cinco temas a llevar adelante entre septiembre y marzo por fuera de la agenda electoral. El tigrense, según pudo saber LA NACION, está hablando con actores de la oposición.
Otro de los que mantiene canales abiertos es el ministro del Interior, Wado de Pedro. Algunos funcionarios recordaron que hace solo dos semanas en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), el líder de La Cámpora convocó públicamente a Horacio Rodríguez Larreta a un acuerdo.
“Escuché el discurso del jefe de Gobierno donde convocaba a discutir metas con todos menos con el kirchnerismo. Pero igual quiero convocar a Rodríguez Larreta, también, a consensuar la estrategia productiva. Porque ese consenso tiene que ser una de las políticas que no se puedan cambiar”, sostuvo el ministro político.
El clima interno en el gobierno nacional es alerta. El gabinete nacional está atravesado por el nerviosismo. Al estado de intranquilidad se le sumó el panorama que realizó en su debut en las reuniones de gabinete Batakis. La titular del Palacio de Hacienda detalló un escenario “muy complejo” para los próximos dos meses.
Después de recibir la bienvenida de parte de sus pares, la economista habló de 60 días “muy duros” por delante. Más tarde, en conferencia de prensa, Cerruti relató que Batakis “hizo un informe de la situación” y anticipó que mañana encabezará su primera reunión de gabinete económico “donde se van a analizar diferentes medidas”.
Fuentes oficiales reconocieron que la posibilidad de avanzar con una convocatoria aún es algo lejano e incluso marcaron límites. Por el nivel de enfrentamiento, en la Casa Rosada admitieron que no hay posibilidad de dialogar con el expresidente Mauricio Macri. Si no que la apuesta está focalizada en los gobernadores, intendentes y jefes de bloques parlamentarios.
Así, mientras cada vez más sectores del kirchnerismo y del massismo reclaman tender puentes con la oposición para tranquilizar al dólar y los mercados, lo cierto es que en la oposición miran con desconfianza cualquier acercamiento. Hasta el momento, sin embargo, no hubo contactos con Pro o el radicalismo.
“Deben ponerse de acuerdo ellos, expresarlo y si tienen algo que poner sobre la mesa con la oposición será a través del Congreso donde están representados los espacios”, condicionaron desde Pro cualquier intención de acercamiento.
Tampoco hubo contactos con el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales. “El problema de la economía no es la falta de diálogo con la oposición, el problema es la falta de diálogo en el Frente de Todos”, deslizaron de la UCR.