Agustina Propato y la reacción presidencial por el festejo en Olivos: “Me resulta controvertido, debemos hacernos responsables de nuestros actos”
La esposa de Sergio Berni se desmarca de Alberto Fernández por el festejo de la primera dama y también en la definición de la hidrovía; cuestiona el vacunatorio vip, pero defiende la designación de Taiana
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La senadora por la provincia de Buenos Aires, Agustina Propato, ocupa un lugar destacado en la lista bonaerense del Frente de Todos que encabeza Victoria Tolosa Paz. Afirma que Cristina Kirchner es su conductora política y que fue la propia vicepresidenta quien le pidió que fuera precandidata a diputada. Elogia a su pareja, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y comparte sus críticas hacia el presidente Alberto Fernández. “No hay que tener miedo a las discusiones políticas, los leales pueden disentir, pero los que traicionan por lo general son los obsecuentes”, expresó Propato en una entrevista con LA NACIÓN. En esa línea también cuestionó el episodio de la foto del festejo de Olivos que forzó un pedido de disculpas del jefe de Estado.
-¿Cristina la eligió para que esté en la lista?
-Cristina me convocó a ser parte de esta lista. Yo formo parte de un espacio político que lidera Cristina, es mi conductora política desde hace más de diez años. Actualmente soy senadora de la provincia de Buenos Aires y desde ahí doy mis propias discusiones, tengo mis posiciones políticas y pienso hacer lo mismo desde la Cámara de Diputados. Ser parte de un espacio político no quiere decir que uno tenga un patrón, uno tiene una conducción, un liderazgo y estamos para aportar distintos pensamientos.
-¿Alberto Fernández ha pedido la renuncia de Berni?
-Estamos en una coalición y cuando uno está en política los leales pueden disentir y los que traicionan por lo general son los obsecuentes. No hay que tener miedo a las discusiones políticas.
-¿En la coalición es Cristina Kirchner la que manda?
-Cristina Kirchner lidera el espacio político, tiene una gran ascendencia sobre la coalición, pero Alberto Fernández es el Presidente de la Nación y tiene responsabilidades institucionales y propias y toma decisiones. Cristina aporta desde la Cámara de Senadores. Alberto está sentado en el sillón de Rivadavia.
-¿Qué le reconoce a Cristina Kirchner?
-Su coraje. Siempre pienso que Cristina ha sido algo así como un lazarillo para mi generación, Cristina nunca nos traicionó. Nunca traicionó al pueblo argentino. ¿Se puede equivocar? Sí, como cualquier mortal.
-¿En qué se equivocó?
-Hay muchas críticas hacia Cristina por sus formas y demás, pero creo que de fondo no se equivocó en nada.
-¿Berni quiere ser presidente?
-Le encantaría el desafío de conducir los destinos del país y debo decir que es una persona que tiene todo para hacerlo. Sergio es una persona con una gran capacidad de trabajo. Sostiene sus convicciones.
-¿Está de acuerdo con sus críticas a Alberto Fernández?
-Sergio es muy crítico del gobierno nacional; estamos en una coalición donde hay propósitos gruesos que nos reúnen en este espacio, y Sergio tiene sus posiciones y yo las mías. Yo no vengo a la política para congraciarme con nadie, vengo para aportar ideas. En la disidencia se enriquecen las posiciones.
-¿Berni iba a estar en la lista?
-Yo considero que Sergio es uno de los dirigentes más importantes de la Republica Argentina y tranquilamente podría haber estado en la lista. Tiene una gran proyección de futuro y ojalá los argentinos no se lo pierdan. Es representativo de un sector importante de la sociedad, tiene una lectura muy clara de la realidad, es una persona con una altísima formación política y también profesional y técnica. Hay decisiones que nos exceden desde lo individual. Somos peronistas y sabemos que primero está la patria. Nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, decía Néstor Kirchner. Sergio es un peronista de ley.
-¿Por qué decirles kirchneristas sería bajarles el precio?
-Porque el peronismo fue un momento de la Argentina muy importante, que marcó un país de crecimiento, de producción, de industrialización, de generación de empleo, de movilidad social ascendente.
-¿Cómo le impactó ver la foto que confirmó que se había realizado la reunión del cumpleaños de Fabiola Yañez en plena cuarentena estricta?
-Como a todos los argentinos. Acepto las disculpas que primero expresó desde la comunicación oficial el jefe de gabinete y luego el presidente Alberto Fernández en cadena nacional; era lo que merecíamos. Es un tema cerrado.
-El presidente dijo que su mujer convocó a un brindis con amigos, que no debió haberse hecho, lamentó que haya ocurrido. ¿Qué le parece que haya puesto a su mujer como la responsable del encuentro?
-Me resulta controvertido, como personas adultas debemos hacernos responsables de nuestros actos.
-¿Cree que se merece un juicio político como plantea la oposición?
-Me parece una exageración, el juicio político debería poner el énfasis en los motivos del endeudamiento a la Argentina. Mauricio Macri dejó una deuda que comprometía el 80% del PBI y esto tuvo una fuerte repercusión en la calidad de vida de los argentinos.
-En su lista, Daniel Arroyo, que es un hombre de Alberto Fernández y fue ministro de Desarrollo Social, está en un puesto muy relegado, muy por debajo de usted, que está en el quinto lugar. ¿Por qué se ha dado esta situación?
-No pienso en eso y no hago alarde de esas cuestiones. Daniel es un compañero con el que trabajé este año y medio en donde él estuvo en el Ministerio de Desarrollo y creo que acompañó muy bien la situación de la pandemia. Tuvo un protagonismo importante en la pandemia, lo que no quiere decir que las decisiones que se tomaron hasta acá, con tantos planes sociales no haya que empezar a redirigirlos hacia el mundo del trabajo. Ahora hay una agenda de emergencia en la que uno de los puntos es la conversión de los planes sociales en fuerza productiva, en fuerza de trabajo genuina. Nosotros, los peronistas, creemos que el único ordenador social es el trabajo, es el verdadero camino a la dignidad. Hoy tenemos en Argentina 1.300.000 mil planes. Cuando llegó Néstor a la presidencia la Argentina venía de una crisis y había una gran desindustrialización, igual a la que existía cuando asumimos nosotros en 2019 post-macrismo. Había 2 millones de planes, pero Cristina, en 2015, había logrado la reconversión de los planes en fuentes genuinas de trabajo y dejó el Gobierno con 200 mil planes sociales. Es una urgencia para la Argentina volver a la generación de empleo para que todos los que hoy reciben los subsidios puedan convertirse en trabajadores.
-¿Hay que bajar el gasto público?
-Hay que ver qué interpretamos por gasto público. Hoy estamos ante la necesidad de reactivar la economía. El gasto público como inversión del sector público para nosotros es una forma de reactivar la economía. A través de la obra pública. Creo en la inversión de la obra pública. Hay que ir rumbo a un Estado inteligente, un Estado que pueda utilizar sus recursos para el crecimiento del país y que ese crecimiento sea redistributivo. Yo no soy amiga de la palabra ajuste, venimos de una ajuste brutal de Macri y Vidal que deterioró transversalmente todos los sectores económicos.
-En cuanto a María Eugenia Vidal, ¿le pareció bien que se haya mudado de distrito?
-No le pareció muy bien a los bonaerenses y tampoco a los porteños, que parece que no la han recibido bien; creo que Vidal hizo esta mudanza electoral para evitar otro resultado en las urnas como cuando perdió por 15 puntos. Los bonaerenses le dijeron que no acordaban con sus políticas públicas. Creo que su estrategia de mudarse a la Capital no le está resultando muy bien.
-¿Qué observación hace de las vacunaciones de privilegio, de funcionarios que se dieron las dos dosis, sus hijos, mujeres, antes que el resto de la población?
-No comulgo con ningún argentino que se adelante en la cola sobre otro argentino. No estoy en la política para justificar lo injustificable.
-¿Está de acuerdo con el nombramiento de Jorge Taiana como ministro de Defensa, siendo que fue uno de los que se adelantó en la cola de la vacunación?
-Me cayó muy bien el nombramiento de Taiana, trabajé este año junto a él con mucho compromiso y con una visión nacionalista el tema de la vía troncal de navegación. Jorge es un gran dirigente político con una extensa trayectoria que le permitirá hacer aportes en la nueva responsabilidad. Él dijo haber sido vacunado como parte de personal estratégico porque tenía una agenda de viaje. Creo que nuestro gobierno fue muy elocuente en la respuesta a esto: el Presidente removió del cargo al ministro de Salud.
-¿Por qué apoya la estatización de la hidrovía?
-Es un tema que me preocupa y que me ocupa. Presenté cuatro proyectos legislativos en el ámbito del Senado bonaerense y quiero mudar esa discusión al ámbito federal. Como bonaerense quiero velar por la ejecución del canal de Magdalena, ese canal nos va a dar la posibilidad de discutir un modelo económico nuevo en el país, es una posibilidad concreta que nos va a permitir mejorar las condiciones del comercio exterior. Por la hidrovía se escapa gran parte de nuestra riqueza. Cuando la riqueza se nos va esa es la pobreza que nos queda. Tengo un compromiso muy fuerte con la ejecución del canal de Magdalena y ver cómo sigue el proceso de la vía troncal de navegación. Se renovó la hidrovía a dos empresas, una de capital nacional y otra de capital extranjero. Y lo que hacen estas empresas es el dragado y balizamiento. Tenemos que generar las condiciones para hacernos cargo, por ejemplo, a través del astillero Río Santiago. El Estado tiene que tomar las riendas de lo que es la vía navegable.
-¿Hay diferencias en el Gobierno con respecto a este tema?
-En el tema de la hidrovía hemos tenido diferencias con Alberto Fernández, él hizo el decreto 949 y nosotros pedimos su derogación.
-Con respecto a la situación sanitaria, ¿no cree que llegaron tarde las vacunas?
-Argentina fue uno de los primeros países de Latinoamérica en vacunar. Creo que tuvimos muchos logros, no son cosas para celebrar porque la realidad es muy triste. Se perdieron muchas vidas y la situación de la pandemia es muy angustiante.
-¿No teníamos posibilidades de tener otras vacunas, de no comprometernos solamente con dos proveedores?
-Creo que la Argentina estuvo a la altura de las circunstancias. Los argentinos debemos tener orgullo de como manejamos la pandemia. Se fortaleció el sistema sanitario que estaba devastado. Hubo una inversión muy fuerte en el sistema sanitario.
-Murieron más de 100 mil personas
-Eso no es atribuible a nadie.
-¿Cómo evalúa el cierre de las escuelas en la pandemia?
-Fue una necesidad sanitaria. Soy mamá de dos hijos que van a la escuela, uno a secundaria y el más chico hizo su prescolar y primer grado en el sistema bimodal; claramente la pandemia fue una circunstancia atípica para todos, nos transformó la vida, hubo una cuestión que se privilegió que es el cuidado de la vida. La presencialidad no es lo mismo que la virtualidad, por supuesto que fue en detrimento de la calidad educativa, lo que sí se pudo garantizar es la continuidad pedagógica a partir de la virtualidad.
-Una gran parte de los chicos no tiene virtualidad, ni computadora, ni celular. Se quedaron 1 millón afuera de la escuela.
-Esto puso de manifiesto una brecha digital, se suplió con inversión en la impresión de cuadernillos. La suspensión de las clases fue en función de lo que era el alerta epidemiológico. Ninguna decisión fue caprichosa. La verdad que las situaciones que suceden a nivel internacional demuestran claramente que hay que revisar algunas cuestiones de esas democracias.
-¿Son democracias?
-Se llaman democracias de baja intensidad. Yo siempre estoy a favor de la protesta social, hay que velar por ese cumplimiento en todos los países. Pero también creo en la autodeterminación de los pueblos.
-¿Tienen derechos o están sojuzgados?
-También deberíamos revisar que imparcialidad están teniendo los organismos internacionales acerca de las intervenciones en estos países. Es bien complejo de analizar. Hay que ser bien respetuosos y el principio de determinación de los pueblos es algo que no se puede vulnerar y mucho menos teniendo cierta animosidad de tendencia política para obtener un beneficio.
-¿Qué se juega en esta elección?
-Se juega el rumbo del país. La gente, a pesar de la pandemia, tiene muy claro qué representamos nosotros y qué representa Juntos por el Cambio. Y también creo que Juntos por el Cambio, en su discurso, asume cierta culpa porque hay muchos dirigentes que no acuerdan con el nivel de endeudamiento en que dejaron el país. Es más, muchos quieren despegarse de la palabra macrismo.