Afirman que la esposa de Soria estaba lúcida luego del disparo
Así lo indica el informe de un médico forense realizado cuatro horas después del crimen
GENERAL ROCA.- Susana Freydoz, la esposa del asesinado gobernador rionegrino Carlos Soria, estaba "lúcida" y "orientada" en tiempo y espacio luego de disparar sobre su marido, según concluyó el médico forense que la revisó cuatro horas después del crimen, ocurrido el 1° del actual en la chacra familiar, en las afueras de esta ciudad.
Los resultados del estudio, de cinco carillas oficio, peritaje 12-0001-LE, firmado por el doctor Ismael Hamsan y al que accedió LA NACION, son una pieza clave de la acusación fiscal contra la señora, para considerarla responsable de homicidio calificado por el vínculo, castigado con prisión perpetua. Ayer se incorporó ese informe al expediente, que acumula cerca de 300 hojas.
Para el fiscal Miguel Angel Fernández Jadhe, el análisis es concluyente e implica que no estaba fuera de sus cabales al momento del homicidio. "A pesar del cansancio se encontraba orientada y se presenta con lucidez de conciencia", escribió el médico, que recomendó una "atención y evaluación psiquiátrica de urgencia" para darle contención, revelaron a LA NACION altas fuentes judiciales. E indicó que aparecía un poco lerda, tal vez producto de una medicación.
Pero el abogado de Susana Freydoz, Alberto Riccheri, insistió ayer en sostener la inimputabilidad de la señora, dado que se automedicaba desde hacía dos años con tranquilizantes (Alplax), lo cual, al combinarse con alcohol, habría derivado en un estallido. "Se trata de una perturbación mental transitoria", insistió el abogado, y reconoció: "La inimputabilidad es una estrategia riesgosa, pero tengo la seguridad de que es eso lo que ocurrió". Freydoz está en la casa de su hermana, en Allen, vigilada por la policía y con un médico para evitar que se fugue y que intente suicidarse .
Riccheri presentó al juez a su nuevo perito psiquiatra, un catedrático cordobés, para que controle la evaluación mental oficial que el lunes realizará Ricardo Rizzo, un experto contratado por la Justicia. Del resultado de ese estudio dependerá si Freydoz será indagada a partir del 16 de este mes, cuando reasuma el juez Emilio Stadler, titular original de la causa.
Las estrategias de la defensa -según consultas de LA NACION- podrían pasar por buscar la inimputabilidad, el atenuante de la emoción violenta o procurar enfocar el caso como un homicidio culposo, sin intención, en medio de un forcejeo. De esas alternativas, la de la inimputabilidad -elegida por el abogado de Freydoz- es la más difícil de probar, pues debería haber estudios psiquiátricos concluyentes y una situación indiscutible.
El crimen bajo un estado de emoción violenta y el homicidio culposo se castigan con penas de hasta cinco años de prisión, lo que permitiría proponer un juicio abreviado, pactar una pena con el fiscal y cumplirla con trabajos comunitarios. Esta alternativa implica reconocer su culpa, pero evitaría el juicio oral, un escenario que el poder político quiere evitar. Pero estas ideas no anidan en la defensa. Riccheri busca probar que las pastillas y el alcohol descontrolaron a Freydoz y declararla inimputable en la instrucción, sin llegar a juicio.
El abogado dijo que la familia quería aclarar especialmente que Soria no era violento ni maltrataba a su esposa, con lo que descartó una circunstancia que podría haber operado como atenuante. En tanto, en el expediente se suman más indicios que apuntan al homicidio calificado.
La posición del cuerpo de Soria es clave en el análisis de la fiscalía, convencida de que hubo intención de matar. Sospecha que primero hubo una pelea violenta, entre las 3 y las 4, luego de que se retiraran los hijos de la pareja, tras celebrar el Año Nuevo. Sólo quedaron María Emilia y su novio, Mariano, en otro cuarto. En esa hora, sostiene el fiscal, Soria y Freydoz se pelearon. Hay cabellos de la mujer arrancados en la cama, hematomas en los antebrazos y escoriaciones que datan de menos de 24 horas desde el momento del crimen.
La hipótesis de la fiscalía es que Freydoz se propuso matar, pues para hacerse del arma debió dar la vuelta a la cama y tomar el revólver calibre 38 largo, heredado por Soria de su padre, del cajón de la mesita de luz y luego disparar. Luego intentó quitarse la vida. Así se explica que sólo ella tuviera rastros de pólvora y que no exista un tatuaje típico alrededor de la herida, como cuando el disparo se produce a corta distancia.
Con estos elementos, la acusación pretende desterrar la defensa de la inimputabilidad que impulsa la viuda del gobernador.
La pelea política, en tanto, tiñe la causa judicial. Ayer, el flamante gobernador, Alberto Weretilneck, dijo que estudia iniciarle juicio político al presidente del Superior Tribunal de Justicia provincial, Víctor Sodero Nievas, por haber "violado el secreto del sumario", al revelar detalles del caso. Pero el juez le contestó que sería "una tentativa de golpe de Estado" y le recordó que desde el gobierno provincial lo primero que se dijo es que la muerte de Soria fue un accidente doméstico y no un homicidio.
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