Advierten que la Argentina firmó una declaración que "debilita la vigencia de los derechos fundamentales"
WASHINGTON.- La Argentina , junto con Brasil , Colombia y Paraguay, se acopló a una declaración impulsada por Chile que propone cambios con el fin de "perfeccionar" a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana, una movida que generó un enérgico rechazo por parte de la organización Human Rights Watch (HRW), que ve en la iniciativa un intento por debilitar la defensa de los derechos fundamentales en la región.
"Sería un error colosal que el gobierno argentino apoye esta resolución que contiene lenguaje y argumentos propios de Hugo Chávez, Rafael Correa y Cristina Kirchner", le había dicho el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una carta en la que deja constancia de su "enorme preocupación y sorpresa" por la declaración de los países.
Vivanco envió esa misiva a Peña el 4 de abril. Con sigilo, sin anuncios, la declaración de los países fue presentada al secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, el pasado 11 de abril. El gobierno de Sebastián Piñera reveló la iniciativa ayer, a través de un comunicado de su cancillería.
"El texto busca expresar las inquietudes de los Estados en relación con el actual funcionamiento del sistema regional de protección de derechos humanos", indicó el gobierno chileno. Al final, el comunicado señala que la declaración representa "un aporte con propuestas concretas destinado a mejorar" el funcionamiento del sistema de protección de derechos humanos.
Pero, para Vivanco, las propuesta de la declaración va en el sentido contrario: al intentar limitar las atribuciones de los organismos, "debilita la vigencia de los derechos fundamentales" en la región. Vivanco lo puso por escrito en su carta a Peña, y en otras dos que envió a Piñera y al presidente de Colombia, Iván Duque, y a las que accedió LA NACION.
La declaración indica que los países buscan "perfeccionar la operatividad, funcionalidad y eficacia" del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. El texto tiene cinco puntos. En el primero, los países sostienen que un Estado "tiene el derecho" de que su propia justicia resuelva un caso antes de verse sometido a una instancia internacional. La declaración también sugiere que los órganos del sistema interamericano respeten el "legítimo espacio de autonomía de los Estados", y reconozcan, a su vez, su "margen de apreciación". Por último, la declaración propone que se consideren "las realidades políticas, económicas y sociales de los Estados".
Vivanco consideró que todo eso es "una defensa del arcaico principio de soberanía nacional en contraposición con la obligación jurídica de asegurar la vigencia universal de los derechos humanos". La CIDH es vista como el último recurso para que las víctimas sean escuchadas ante abusos cometidos por los propios Estados. En sus cartas, Vivanco indicó que la iniciativa está impulsada por sectores que pretenden "limitar la tarea que desempeñan la Comisión y la Corte" en defensa del aborto, el matrimonio gay los derechos de los grupos LGBT.
Tensión
La declaración resucitó tensiones añejas entre gobiernos de la región y la Comisión. Antaño, Venezuela y Ecuador lanzaron una campaña contra la CIDH, ofuscados por su escrutinio. La CIDH también atravesó una profunda crisis financiera que tuvo su pico en 2016, y de la cual salió gracias a los aportes que de varios países de la región, Europa, organismos internacionales y universidades. La Argentina estuvo al tope de los aportes con US$ 400.000.
Fuentes oficiales indicaron a LA NACION que el principal motivo del respaldo argentino a la declaración fue un pedido expreso de Piñera al Presidente Mauricio Macri . Pero también pusieron de manifiesto que era necesario expresar "la preocupación" por la forma en la cual opera la CIDH, y que "hay cosas por mejorar" dentro de la Comisión, como, por ejemplo, la influencia de la sociedad civil, a la cual juzgaron de excesiva. En el Gobierno también resaltaron que los Estados forman parte de la defensa de las víctimas de los derechos humanos, y no son sus enemigos.
Voceros de la Cancillería rechazaron la idea de que la declaración ponga en riesgo la defensa de los derechos humanos. Por el contrario, adujeron que la refuerza, al intentar agilizar los tiempos procesales de la Comisión. La principal inquietud argentina respecto del funcionamiento de la CIDH, indicaron, es que un aumento masivo de casos dificulte la capacidad de defensa de los Estados.
Al ser consultada sobre la declaración, desde la CIDH se limitaron a responder con un mensaje que fue publicado ayer en Twitter.
"La CIDH ha recibido una declaración suscrita por Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay que señala la importancia del SIDH y hace sugerencias para mejorar su eficacia. La CIDH valora la postura constructiva de los Estados y examinará el tema durante sus próximas Sesiones", indicó.
La CIDH ha recibido una Declaración suscrita por Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay que señala la importancia del SIDH y hace sugerencias para mejorar su eficacia. La CIDH valora la postura constructiva de los Estados y examinará el tema durante sus próximas Sesiones. pic.twitter.com/48bWpkV2Gt&— CIDH (@CIDH) April 23, 2019
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