Adelantan las elecciones presidenciales
En forma sorpresiva, Duhalde anunció para noviembre las internas partidarias y para marzo de 2003 los comicios nacionales
En una jugada que sorprendió incluso a sus más cercanos colaboradores, Eduardo Duhalde anunció ayer que adelantará en seis meses las elecciones para renovar los cargos de presidente y vicepresidente, originalmente previstas para septiembre de 2003.
Duhalde se valió de un mensaje televisivo de sólo tres minutos y medio, emitido por cadena nacional, para anunciar que las internas abiertas se realizarán en noviembre, que las elecciones generales tendrán lugar en marzo y que entregará el poder a su sucesor en mayo del año próximo.
"He decidido que dentro de cuatro meses a partir de hoy (por ayer), los argentinos elijan, en internas abiertas y democráticas, sus candidatos a presidente y a vicepresidente de la República y, 120 días después, todos decidiremos quién nos conducirá en los próximos cuatro años", dijo el Presidente.
Enseguida agregó: "Yo deseo que los argentinos podamos elegir todas las autoridades, pero ésa es una atribución que le corresponde al Congreso Nacional y a los gobiernos provinciales".
El cronograma electoral, confirmado por altas fuentes de la Casa de Gobierno y por el jefe del bloque de diputados del PJ, Humberto Roggero, será así:
- 24 de noviembre: convocatoria a internas abiertas.
- 30 de marzo: comicios generales.
- 27 de abril: ballottage.
- 25 de mayo: traspaso del mando.
Ayer, pocos minutos después del anuncio presidencial, la mayoría de los candidatos del peronismo salió a ratificar su postulación, incluido el ex presidente Carlos Menem.
Ahora, Duhalde solicitará al Congreso de la Nación una excepción para que las listas únicas no estén obligadas a ir a elecciones internas. Esto eximiría de convocar a elecciones a partidos unipersonales (o con un solo candidato) como Acción para una República de Iguales (ARI), de Elisa Carrió, o Autodeterminación y Libertad, que lidera Luis Zamora.
De esa forma, el propio jefe del Estado desactivó las maniobras surgidas desde el PJ para poner palos en la rueda a la postulación de Carrió.
El Presidente también pedirá al Congreso que realice las reformas necesarias a la ley electoral para que los candidatos independientes sólo deban cumplir con algunos requisitos mínimos para postularse.
Reforma constitucional
Más allá de esos cambios, el jefe del Estado ha señalado que no es el momento para encarar su proyecto de reformar la Constitución nacional, un paso previo indispensable para convocar a la renovación de todos los cargos políticos, tal como él mismo lo venía proponiendo desde hacía tiempo.
Por el mismo motivo quedaría pospuesta la iniciativa presidencial de constituir un sistema parlamentario de gobierno, al estilo europeo.
De todas formas, una alta fuente de la Casa Rosada, que mantiene fluidos contactos con el Presidente, confió ayer a LA NACION que Duhalde evalúa la posibilidad de convocar a un plebiscito, junto con la elección general de marzo, para determinar si existe voluntad popular para reformar la Constitución nacional.
Las características de esa reforma de la Carta Magna serían definidas por una comisión de notables integrada por juristas, referentes políticos e incluso por empresarios.
Eso sí: siempre según la fuente, una iniciativa como el plebiscito debería contar con el aval de todos los partidos políticos. "Tiene que estar enteramente acordado con todos los candidatos. Si no, no serviría para nada", dijo.
Fueron muchos los funcionarios que resultaron tomados por sorpresa por la decisión que Duhalde comunicó ayer. En rigor, sólo estaba al tanto un selecto grupo, integrado por el presidente provisional del Senado, Juan Carlos Maqueda, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, el secretario privado de Duhalde, José Pampuro, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, el ministro del Interior, Jorge Matzkin, y el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof.
Ese grupo mantuvo anteayer una reunión ultrasecreta, en la que Duhalde le comunicó que sus dos objetivos principales en el Gobierno ya habían sido cumplidos: la postergación de los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional y la promulgación de la ley electoral.
También les dijo que su tercer objetivo, la contención social, amenazaba con sucumbir -tal como sucedió con Fernando de la Rúa- si el Gobierno no hacía un rápido anuncio que calmara los ánimos.
"Ahí entendimos lo que se venía", contó a LA NACION uno de los participantes del encuentro, que confesó que respira "mucho más tranquilo" tras la convocatoria a elecciones anticipadas.
Matzkin quedó a cargo de la organización de una reunión con los gobernadores del PJ, que, tal como lo anticipó LA NACION, se realizará hoy en el Consejo Federal de Inversiones para debatir la organización de las internas en el seno del peronismo.
Ayer, temprano por la mañana, Duhalde eligió un traje gris oscuro y una corbata azul para posar ante las cámaras. En su despacho del chalet de la residencia de Olivos, con la bandera argentina a su lado, se sentó detrás de su escritorio y preparó el ayuda memoria que poco antes había escrito junto con Fernández y el ex secretario de Cultura bonaerense, Luis Verdi. Eran las 11 de la mañana. Según un testigo, el Presidente se mostró "aliviado" tras la grabación.
"Como buen libriano, estaba harto de lo que estaba pasando. Agarró al país en el peor momento de su historia y a él las balas emocionales siempre le entraron", dijo un hombre que lo acompañó durante la jornada de ayer.
En la decisión de convocar a elecciones anticipadas también pesó, y mucho, su familia. "Los Duhalde no son una familia de políticos. En su casa nunca vas a encontrar una foto de políticos, y sus hijos siempre se negaron a posar para una revista, incluso para el Día del Padre", dijo un destacado funcionario del Gobierno.
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