Acusan a Verbitsky de colaborar con la última dictadura
El dato surge de documentos que integrarán una biografía del periodista
Horacio Verbitsky, presidente del CELS, el organismo de derechos humanos acaso más cercano al gobierno de Cristina Kirchner, quedó enfrentado desde ayer a una incomodísima acusación. El periodista Gabriel Levinas y el ingeniero Pedro Güiraldes exhibieron en el programa Lanata sin filtro, de Radio Mitre, y en Odisea Argentina, de TN, documentación según la cual Verbitsky habría sido el redactor oculto de discursos de los comandantes en jefe de la Fuerza Aérea Orlando Ramón Agosti y Omar Graffigna, integrantes de la primera y la segunda junta militares durante la última dictadura.
Verbitsky y el CELS rechazaron esas acusaciones (ver aparte). No obstante, Levinas y Güiraldes exhumaron también algunos ejemplares de las Memorias del Instituto Argentino de Historia Aeronáutica Jorge Newbery, financiado por la Fuerza Aérea durante los años de aquel gobierno militar, en los que se consigna que el titular del CELS fue contratado por la institución en septiembre de 1978 para redactar una Breve Historia de la Aeronáutica Argentina, de la cual entregó cuatro ejemplares en abril de 1979.
Las vinculaciones de Verbitsky con la Fuerza Aérea fueron motivo de controversias. La más resonante se produjo entre el presidente del CELS y el escritor Marcos Aguinis en Perfil, en agosto de 2009. Aguinis había acusado a Verbitsky de colaborar con el comodoro Juan José Güiraldes, que era oficial retirado de la Fuerza Aérea, en la redacción del libro El poder aéreo de los argentinos, publicado en mayo de 1979.
Verbitsky aportó una carta de 1998 de Güiraldes, que había fallecido el 18 de septiembre de 2003, al director de Ámbito Financiero, Julio Ramos. Allí, el comodoro aclaraba que la participación de Verbitsky en ese trabajo, referido a la aeronavegación comercial, no implicaba colaboración alguna con los militares.
En ese entredicho con Aguinis intervino el ingeniero Pedro Güiraldes, uno de los hijos del comodoro. Si bien ratificó lo que afirmaba la carta a Ramos, Pedro Güiraldes agregó que había escuchado a su padre comentar que Verbitsky lo había ayudado a redactar discursos de los comandantes en jefe de la Fuerza Aérea durante el denominado Proceso de Reorganización Nacional.
La periodista Susana Viau también comentaba, antes de morir, que le había escuchado algo similar a Güiraldes, a quien había consultado mientras escribía un libro sobre el banquero Raúl Moneta. Más aun, Viau sostenía que Güiraldes le atribuía a Verbitsky la frase "Hemos vencido con las armas. Mostremos también que nuestras almas no se han contaminado con la pestilencia que debimos limpiar", que Agosti pronunció al transferir el mando de la Aeronáutica a Graffigna.
Ayer, Pedro Güiraldes comentó que en abril pasado, revisando la biblioteca de su padre en la estancia La Santa María, encontró manuscritos que sirvieron como base a un discurso del entonces brigadier Graffigna, el 10 de agosto de 1979 en Jujuy. Esa documentación fue consultada por Levinas, que está escribiendo una biografía de Verbitsky. A pedido de Levinas, dos peritos calígrafos certificaron que la letra de esos manuscritos coincide con la que aparece en otros textos que pertenecen al presidente del CELS.
No todo el borrador que, según Levinas y Güiraldes aseguran apoyándose en peritajes caligráficos, fue redactado por Verbitsky fue incorporado por Graffigna a su discurso. El siguiente párrafo, por ejemplo, quedó descartado: "Estamos unidos en sociedad por las grandes coincidencias del amor a Dios, a la Patria, a la Libertad, a la Propiedad, a la Justicia, a la Paz, al Derecho y al Orden, que son los grandes valores aglutinantes cuyo culto permitirá que se mantenga indestructible la unidad de nuestra Patria, de nuestros hogares y de nuestras familias, todavía no afectadas en sus partes vitales por el cáncer de la disolución totalitaria que las Fuerzas Armadas hemos venido a extirpar".
En cambio, este otro pasaje sí aparece en la versión que leyó Graffigna, y que se dio a imprenta: "La legitimidad del Proceso de Reorganización Nacional surge del hecho de haber salvado a la República del caos, restablecido simultáneamente la autoridad, la libertad, la justicia, la paz, la austeridad, el derecho y el orden, como presupuestos insustituibles de los patrióticos anhelos de reorganización nacional que han dado su nombre al Proceso".
El contrato
Güiraldes y Levinas consignaron que para la esa época el presidente del CELS había sido contratado por el Instituto Argentino de Historia Aeronáutica Jorge Newbery para escribir una Breve Historia de la Aeronáutica Argentina. Allí se informa que en la reunión del 13 de septiembre de 1978 se dejó constancia de un subsidio del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Graffigna, había otorgado para redactar esa historia. Se consigna también que dos días más tarde se firmó el contrato entre el instituto y Verbitsky para la redacción de la obra. Se estableció un plazo de seis meses y el autor recibiría $ 700.000 por mes, que para Güiraldes equivaldrían a $ 40.000 de la actualidad. El trabajo fue terminado y puesto a disposición del instituto Newbery el 4 de abril de 1979, cuatro meses antes de que Graffigna pronunciara su discurso de Jujuy.
Según las mismas Memorias, el 30 de marzo de 1981 el actual presidente del CELS volvió a firmar un contrato con el mismo instituto para incorporar a la historia que había redactado las correcciones recomendadas por la comisión directiva. Allí se consigna que la obras se titularía La Aeronáutica Argentina, ayer hoy y mañana.
Güiraldes hizo notar ayer que esa relación contractual se desarrolló en un tiempo turbulento. Dijo que mientras Verbitsky trabajaba para la Fuerza Aérea, fue secuestrada su tía materna, Helena Holmberg. También se verificó la denominada "contraofensiva montonera", en el marco de la cual la guerrilla realizó varios atentados. Entre ellos, el asesinato de Francisco Soldati.
Verbitsky se relacionó con Güiraldes, conocido también como "el Cadete", a raíz de que su padre estaba vinculado al comodoro por la común afición por la literatura y las tradiciones gauchescas. Güiraldes fue, en sociedad con Jacobo Timerman, uno de los editores de la revista Confirmado, de la que Horacio Verbitsky fue secretario de redacción en 1965. Esa publicación fue uno de los soportes periodísticos de los que se sirvieron las Fuerzas Armadas para el derrocamiento de Arturo Illia.
Pedro Güiraldes recuerda que durante los peores años de la dictadura Verbitsky concurría sin dificultades al escritorio de su padre, en la calle Paraguay. Güiraldes era uno de los miembros del Instituto Jorge Newbery, que, con fondos de la Aeronáutica, contrató a Verbitsky.
Pedro Güiraldes señaló ayer que cuando fue consultado por la relación con su padre Verbitsky relativizó la cercanía del comodoro con las Fuerzas Armadas. Para demostrar que se trata de un error, el ingeniero comentó que la estancia de su padre fue escenario de muchas reuniones, de las que participaban militares argentinos con gobernantes y colegas extranjeros, algunos del área de Inteligencia. También recordó que, gracias a esa cercanía con el gobierno militar, el comodoro Güiraldes evitó que algunos militantes de izquierda amigos suyos fueran asesinados.
El periodista rechazó los cargos y acusó a Clarín
Horacio Verbitsky rechazó ayer las denuncias en las que se lo acusa de haber colaborado con la dictadura. Presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el periodista calificó las imputaciones como "una operación" de Clarín.
Por un lado, dijo que no son suyos los manuscritos que, según la denuncia del periodista Gabriel Levinas y el ingeniero Pedro Güiraldes, corresponden a discursos que Verbitsky escribió para Orlando Agosti y Omar Graffigna, jefes de la Fuerza Aérea durante la dictadura. Para probarlo, el CELS difundió manuscritos que atribuyó al periodista, de letra diferente a los documentos de la denuncia. "Mi letra es totalmente distinta. Es la refutación más contundente de esta operación que está realizando el Grupo Clarín", dijo Verbitsky a Radio Del Plata. Por otro lado, afirmó que nunca había estado contratado por la Fuerza Aérea. Sólo reconoció su relación con el comodoro Juan José Güiraldes, oficial retirado de la Fuerza Aérea. "Se trata de afirmaciones falsas dirigidas a deslegitimar el trabajo del CELS", dijo.
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